El arte de la guerra despu¨¦s de Clausewitz
Lawrence Freedman analiza la evoluci¨®n de los conflictos b¨¦licos con las nuevas tecnolog¨ªas y bajo la influencia del cine y la literatura para aventurar c¨®mo ser¨¢n las contiendas del futuro

La guerra tiene futuro. Esta es la conclusi¨®n a que se llega despu¨¦s de una lectura sosegada del ¨²ltimo libro de Sir Lawrence David Freedman, miembro de la British Academy y profesor durante a?os de estrategia y estudios de guerra en el King¡¯s College de Londres. Freedman acomete durante m¨¢s de 400 p¨¢ginas la nada f¨¢cil tarea de hacer una historia comprensiva de la guerra durante los dos ¨²ltimos siglos, y aventura algunas premoniciones o visiones de en qu¨¦ ha de consistir la guerra de los a?os venideros. Uno de los atractivos de la obra es la interacci¨®n permanente que en ella se establece entre piezas memorables de la literatura o el cine con el desarrollo de los acontecimientos b¨¦licos, la estrategia militar de las potencias o las decisiones tomadas al respecto por algunos gobernantes. Poseedor de una gran erudici¨®n, es capaz de enlazar la numerosa bibliograf¨ªa sobre estos temas de H. ?G. Wells, pasando por citas de Victor Hugo o Walt Whitman, hasta llegar a la saga cinematogr¨¢fica de La guerra de las galaxias. Todo ello a fin de explicar la influencia que los creadores de ficci¨®n han tenido en la evoluci¨®n de las maneras de combatir y la aplicaci¨®n de diferentes descubrimientos t¨¦cnicos y cient¨ªficos que nutren el panorama de la violencia organizada. Estas obras de imaginaci¨®n ¡°nos ayudan a poner en claro el abanico de opciones¡± futuras y de vez en cuando sus vaticinios ¡°se han revelado clarividentes¡±.
Entre las an¨¦cdotas que cuenta, una de las m¨¢s reveladoras se refiere al impacto que la pel¨ªcula Juegos de guerra caus¨® en la mente esquem¨¢tica de Ronald Reagan a la hora de comprender que el ciberespacio pod¨ªa convertirse en un escenario b¨¦lico de incre¨ªble fragilidad. Tanta que permit¨ªa que un pirata inform¨¢tico adolescente confundiera un programa de destrucci¨®n nuclear con un juego m¨¢s de los que circulan por la Red y, al entretenerse con ¨¦l, pusiera al mundo al borde de la famosa Destrucci¨®n Mutua Asegurada. Amigo de los padres del guionista, Rea?gan qued¨® impresionado tras asistir a un pase privado del filme. Despu¨¦s de ello decidi¨® investigar el estado de la todav¨ªa incipiente red que combinaba las telecomunicaciones y los sistemas de informaci¨®n, y se encontr¨® con que la situaci¨®n real era incluso peor que la que suger¨ªa el relato.
El libro de Freedman es obviamente el de un historiador, pero no se limita a narrar los hechos. Reconoce la maestr¨ªa y el liderazgo de Clausewitz en los estudios sobre estrategia y aporta abundante informaci¨®n sobre otros te¨®ricos de la materia tan importantes como el general prusiano aunque menos conocidos de la opini¨®n p¨²blica. La idea de que la guerra es la prolongaci¨®n de la pol¨ªtica por otros medios justific¨® los empe?os de las potencias occidentales a finales del siglo XIX y principios del XX por someterla a leyes internacionalmente aceptadas. Tanto el Tribunal de La Haya como la Convenci¨®n de Ginebra tienen su origen en esos esfuerzos. Pero esta visi¨®n cl¨¢sica parece condenada al reduccionismo. Hemos pasado de un escenario en el que los c¨®digos militares com¨²nmente aceptados respetaban las vidas de los civiles y reconoc¨ªan los derechos de los combatientes a otro en el que la violencia se ha vuelto indiscriminada, masiva y letal. Con la aparici¨®n de las llamadas guerras h¨ªbridas, la extensi¨®n del terrorismo, la proliferaci¨®n de contiendas civiles, la fusi¨®n de las guerrillas revolucionarias con bandas de narcotraficantes y la violencia desatada en muchos n¨²cleos urbanos por fen¨®menos como las maras centroamericanas, la definici¨®n de qu¨¦ pueda ser en el futuro ese engendro de la humanidad denominado guerra adquiere interrogantes peculiares.
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Hay algunas ideas fuerza que recorren toda la obra, entre ellas la de que las novedades tecnol¨®gicas han constituido siempre hitos fundamentales en la historia militar y b¨¦lica de los pa¨ªses. La evoluci¨®n de la sociedad digital as¨ª lo pone de relieve y las consecuencias de la moderna guerra de la informaci¨®n, en la que Rusia desempe?a hoy un papel predominante, afectan no solo a operaciones estrictamente militares, aunque tambi¨¦n, sino a los procesos electorales, al comportamiento de los mercados y a la estabilidad institucional de los pa¨ªses. Todo ello sirve adem¨¢s para desmoralizar a las poblaciones, proceso b¨¢sico a fin de someter m¨¢s r¨¢pidamente al enemigo. Otra l¨ªnea argumental es la opini¨®n generalizada de que dar un primer e imprevisto gran mazazo al contrincante es garant¨ªa de una victoria r¨¢pida, porque el que da el primero da dos veces, seg¨²n reza el castellano refr¨¢n. De ah¨ª se derivan tambi¨¦n las teor¨ªas sobre la guerra preventiva que George W. Bush tuvo ocasi¨®n de aplicar en la pr¨¢ctica. Freedman se?ala sin embargo que convicci¨®n tan extendida no es respaldada por la realidad. Esos golpes de efecto no evitan la prolongaci¨®n de las operaciones y no siempre favorecen a quien las inici¨®. La historia de la guerra de trincheras del primer gran conflicto mundial as¨ª lo pone de relieve. La aparici¨®n del arma nuclear gener¨® tambi¨¦n la creencia de que era necesario asestar el primer golpe si se quer¨ªa obtener una ventaja cualitativa en la guerra at¨®mica; pero la carrera armament¨ªstica dio paso enseguida a la convicci¨®n de que la ¨²nica forma de ganar un conflicto de esa especie es no tenerlo en ning¨²n caso.
Desde todos los puntos de vista, incluidas las consideraciones ¨¦ticas sobre la materia, La guerra futura merece atenci¨®n y sirve de recordatorio de errores pasados cuya repetici¨®n amenaza el presente. Su ¨¢gil escritura, apoyada por la brillante traducci¨®n de Tom¨¢s Fern¨¢ndez A¨²z, potencia su rigor documental y anal¨ªtico. Aunque la premonici¨®n de Victor Hugo en el sentido de que ¡°llegar¨¢ el d¨ªa en que las balas y los obuses ser¨¢n sustituidas por los votos¡± est¨¦ todav¨ªa muy lejos de ser cumplida en amplias zonas del planeta.
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Autor: Lawrence Freedman (traducci¨®n de Tom¨¢s Fern¨¢ndez A¨²z).
Editorial: Cr¨ªtica (2019).
Formato: tapa dura y versi¨®n e-book (592 p¨¢ginas).
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