La novelita total
En tiempos en los que el lector siempre tiene raz¨®n, Aixa de la Cruz nos saca de nuestras casillas porque ella misma lleva tiempo fuera
Los revolucionarios de la literatura alimentaron durante d¨¦cadas el sue?o de hacer saltar las costuras al cors¨¦ de los g¨¦neros para sintetizarlos todos en un solo texto. As¨ª, la novela moderna reunir¨ªa acci¨®n, reflexi¨®n y lirismo sin rendirse a ninguno de los tres moldes que sol¨ªan cobijarlos: narrativa, filosof¨ªa y poes¨ªa. Autores como Proust, Virginia Wolf o Thomas Mann hicieron sus intentos y levantaron obras inolvidables sin alcanzar a construir el tri¨¢ngulo equil¨¢tero perfecto. Tal vez porque la perfecci¨®n no es m¨¢s que la ¨²ltima versi¨®n de un manuscrito por corregir. Liberada de la pretensi¨®n de totalidad, la novela posmoderna produce de cuando en cuando destellos que, parad¨®jicamente, alcanzan a iluminar un universo entero cuando apenas quer¨ªan iluminar una esquina. La esquina desde la que se escribe.
La semana pasada se public¨® uno de esos libros que, sin buscar otra cosa que contar una vida, ense?an todas las cartas sin incurrir en la autoindulgencia, el gran vicio de la escritura autobiogr¨¢fica. Se titula Cambiar de idea (Caballo de Troya) y lo firma Aixa de la Cruz (Bilbao, 1988), una autora a la que le gustan, dice, ¡°los libros que se escriben para retractarse¡±. Tambi¨¦n dice que es absurdo intentar ser cad¨¢ver y forense a la vez. Pero se equivoca. La mejor demostraci¨®n son las 130 demoledoras p¨¢ginas que ha escrito para, siguiendo el modelo de las confesiones de criminales que la Iglesia brit¨¢nica publicaba en el siglo XVIII con af¨¢n disuasorio, narrar sus ¡°30 a?os de delitos menores¡± con la intenci¨®n de demostrar que casi todo lo que le da verg¨¹enza tiene que ver con un "defecto": la misoginia.
Cambiar de idea es ser feminista despu¨¦s de haber sido mis¨®gina pero es algo m¨¢s: es la huella de un recorrido en el que lo de menos son la infancia sin padre biol¨®gico, la sorda relaci¨®n con la madre, el acoso escolar, la bisexualidad, un matrimonio temprano o un divorcio anunciado. Lo importante es el modo en que todo eso se convierte en materia prima para construir delante de nuestros ojos una bomba de relojer¨ªa que nos estalla a la cara. Sin trampa ni cart¨®n. Cambiar de idea es la obra de una gran narradora que adem¨¢s es una gran pensadora. En tiempos en los que el lector siempre tiene raz¨®n, Aixa de la Cruz nos saca de nuestras casillas porque ella misma lleva tiempo fuera. Su libro es la mejor demostraci¨®n de que no hace falta estar de acuerdo con la teor¨ªa para estarlo con la pr¨¢ctica. Sin comulgar con su idea de que las barreras entre ficci¨®n y cr¨®nica son inexistentes ¡ªes la que separa bulo y noticia¡ª, uno no deja de asentir a la manera en que ella conjuga observaci¨®n y creaci¨®n de im¨¢genes, montaje y reflexi¨®n para crear un artefacto inc¨®modo que no es total ni es novela, es mejor: un mundo.
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