Viento de hierro
Mart¨ªn Chirino ha sido uno de nuestros grandes escultores Alguien, adem¨¢s, coherente con sus sue?os de juventud
En 1960 Mart¨ªn Chirino, que ten¨ªa 35 a?os, fue uno de los incluidos en la colectiva de abstractos espa?oles comisariada para el MoMA neoyorquino por uno de sus curators, el gran poeta Frank O¡¯Hara. Otro vate estadounidense, Bob Kaufman, dijo entonces que el viento del grancanario, si te cae sobre el pie, te lo destroza. Culminaba as¨ª la primera fase de una aventura iniciada circa 1950 en su isla natal. Veintea?eros ambos, tanto Manolo Millares como ¨¦l, ambos de la Playa de las Canteras, anhelaban el enraizamiento en una tradici¨®n otra, la de los primitivos pobladores del archipi¨¦lago, cuyos testimonios art¨ªsticos ten¨ªan a mano en el Museo Canario. Millares con sus abor¨ªgenes y sus pictograf¨ªas canarias, Chirino con sus Reinas negras y sus vientos, segu¨ªan en esto el ejemplo del ?scar Dom¨ªnguez de Cueva de guanches. En el caso del escultor, se cruzar¨ªa pronto en el camino la forja castellana: esos meses del a?o 1957 que pas¨® en Cuenca, donde en una de la calle Herrer¨ªas (todo cuadraba), brotaron La espada (que l¨®gicamente iba a fascinar a Cirlot) y otras de las herramientas po¨¦ticas e in¨²tiles, muy ¡°dibujo en el espacio¡± gonzalezco, que un a?o despu¨¦s present¨® en el Ateneo de Madrid, en su primera individual, que le vali¨® la membres¨ªa de El Paso, cofundado por su amigo. La reja y el arado se titul¨® su contribuci¨®n, en 1959, al n¨²mero El Paso de Papeles de Son Armadans.
Chirino ha sido uno de nuestros grandes escultores. Alguien, adem¨¢s, coherente con sus sue?os de juventud. Alguien que sigui¨® ahondando en su espacio, con sus aer¨®voros, con sus ¨¢rboles, uno de ellos en homenaje a Manuel Padorno, otro compa?ero de la playa. Alguien, por lo dem¨¢s, que nunca desde?¨® la acci¨®n colectiva. Bajo su presidencia el C¨ªrculo de Bellas Artes madrile?o conoci¨® una profunda transformaci¨®n, constituyendo sus talleres, para toda una generaci¨®n de entonces noveles, una alternativa a la ense?anza oficial. Alguien que, profeta en su tierra, cre¨® luego, en Vegueta, en su calle m¨¢s metaf¨ªsica, a un tiro de piedra precisamente del Museo Canario, ese hermoso nav¨ªo varado que es el CAAM. Elisa Breton fue, en 1989, la madrina de su muestra inaugural, El surrealismo entre Viejo y Nuevo Mundo, cuyo comisariado tuve el honor de que me encargara el entra?able y longevo so?ador de aventuras tricontinentales al que ahora damos el ¨²ltimo adi¨®s, con tanto pesar como a?oranza.
Juan Manuel Bonet es cr¨ªtico de arte y literatura. Dirigi¨® el Cervantes y el Reina Sof¨ªa.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.