Hay algo invisible en nuestra relaci¨®n con las cosas que nos hace ser operativos. Tiene que ver con sistemas de comunicaci¨®n y conexiones nerviosas, con ¨®rganos tan complejos como el cerebro, donde cada uno de los elementos son part¨ªculas que producen sentido al relacionarse entre ellas. Como un circuito cerrado basado en la retroalimentaci¨®n y la velocidad. Algo parecido ocurre con el arte, un territorio de por s¨ª lleno de patrones, atajos y maneras de visibilizar cosas, aunque siempre nos recuerda que hay algo que est¨¢ m¨¢s all¨¢ del rango perceptivo que es lo que nos hace ver lo que vemos, una informaci¨®n que existe aunque no la valoremos.
Por esa interface discurre el trabajo de Rub¨¦n Grilo (Lugo, 1981), uno de los artistas m¨¢s s¨®lidos y coherentes de su generaci¨®n. Sus obras aluden a ese valor del conocimiento inmaterial que apenas puede explicarse. Tal vez por ello, ¨¦l mismo juega con la suspensi¨®n de sentido casi facilitando el que sus exposiciones no acaben de entenderse. O aparentemente. Rub¨¦n Grilo es de los que piensan que lo dif¨ªcil es no entender algo, o producir algo que no se entienda de ninguna manera, aunque en esa resistencia de lenguaje dispara un sinf¨ªn de preguntas sobre la relaci¨®n con la tecnolog¨ªa y nuestros h¨¢bitos con ella.
Grilo profundiza en las formas que puede llegar a adquirir el chocolate y en sus m¨²ltiples t¨¦cnicas de control
Parte de la tradici¨®n del arte conceptual, pero despoj¨¢ndola de nostalgia para analizar la forma en que los c¨®digos culturales, la informaci¨®n, el display o la intuici¨®n participan de manera positiva o negativa en la construcci¨®n de la realidad. Lo hace mediante diferentes medios como el material de archivo, la animaci¨®n l¨¢ser, las proyecciones de PowerPoint, el uso de objetos o los patrones de desgaste como el trabajo con el tejano de Zara que vemos en Indigo Eye, su exposici¨®n en CentroCentro (Madrid) dentro del ciclo Mirror Becomes a Razor When It¡¯s Broken, comisariado por Sonia Fern¨¢ndez Pan.
Grilo profundiza en las diversas formas que puede llegar a adquirir el chocolate y sus m¨²ltiples t¨¦cnicas de control. Una met¨¢fora de los sistemas de producci¨®n industrial, de Internet como utop¨ªa para la singularidad, de la subjetividad individual precocinada en moldes y del propio centro de arte como circuito cerrado, tan complejo como a veces herm¨¦tico. Adem¨¢s, convertido en moneda, el chocolate se convierte en fetiche contempor¨¢neo al tiempo que recupera su pasado como factor de intercambio econ¨®mico y su v¨ªnculo con las ¨¦lites sociales, por donde se filtra otra lectura desde la retribuci¨®n al trabajo art¨ªstico. Tambi¨¦n apunta a su conocida funci¨®n para satisfacer un deseo insatisfecho, a esa idea de recompensa m¨¢s all¨¢ del goce, y pone en duda esa supuesta pureza vinculada a lo artesanal, por donde se traducen muchos de los pensamientos de ¨¦l como artista. Un trabajo inteligente hasta en su versi¨®n m¨¢s inteligible.
¡®Indigo Eye¡¯. Rub¨¦n Grilo. CentroCentro. Madrid. Hasta el 24 de marzo.
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