Literatura: laberinto de clich¨¦s
El rid¨ªculo clich¨¦ de que las mujeres escriben sobre la vida dom¨¦stica y los hombres sobre la del intelecto sigue arraigado entre millones de lectores
¡°Galgo: correr como un galgo¡±. ¡°Literatura: ocupaci¨®n de vagos¡±. ¡°Dinero: no da la felicidad¡±. ¡°Claroscuro: No se sabe qu¨¦ es¡±
He vuelto a acercarme al Diccionario de lugares comunes, aquel proyecto de Flaubert de 1847 que acab¨® public¨¢ndose p¨®stumamente en 1911: diccionario en el que, invocando con buen humor todo tipo de frases hechas, despleg¨® una cr¨ªtica a la mediocridad de la burgues¨ªa de su ¨¦poca.
Otros art¨ªculos del autor
No he venido a hablar de mi libro (18/2/2019)
Llamadla inspiraci¨®n?(21/1/2019)
Por una p¨¦rdida del olvido (29/10/2018)
Las cosas hoy siguen igual o, mejor dicho, peor. En el territorio de la literatura, sin ir m¨¢s lejos, los t¨®picos son ya los amos de la casa. De hecho, nunca el ¨¢mbito de la escritura anduvo tan sobrecargado de clich¨¦s: se piensa y escribe cada vez m¨¢s con prejuicios que provienen del mundo mental que nos hemos creado a partir de patrones del pasado. Es lo que un amigo llama siempre con cierta insistencia ¡°clich¨¦s muy vigentes¡±, creando parad¨®jicamente, al repetir demasiado el concepto, otro clich¨¦.
Siri Hustvedt contaba no hace mucho c¨®mo en Australia un profesor la entrevist¨® junto a su marido, Paul Auster, dando por sentado en todo momento que la obra de Hustvedt era ¡°dom¨¦stica¡± y la de Auster ¡°intelectual¡±. Parece que no, pero el rid¨ªculo clich¨¦ de que las mujeres escriben sobre la vida dom¨¦stica y los hombres sobre la del intelecto sigue arraigado entre millones de lectores. Este tipo de estereotipos culturales que siguen tan de actualidad, dice Hustvedt, son los que muchas veces impulsan nuestro modo de leer ficciones.
Evidentemente un diccionario de los clich¨¦s culturales m¨¢s vigentes no va a caber aqu¨ª, pero nombrar¨¦ algunos. La man¨ªa, por ejemplo, de creer que el autor de un libro es quien mejor puede interpretarlo o, en su defecto, explicarlo, cuando en realidad si es una buena obra no tiene explicaci¨®n, y si es mala no tiene excusa. O la idea de que la gran literatura siempre termina emergiendo y no hay genio que no acabe por ser descubierto; creencia que, como m¨ªnimo, suena rara, porque significar¨ªa que somos infalibles, y eso es bien improbable; basta ver la cantidad de escritoras ignoradas a lo largo de los ¨²ltimos siglos y c¨®mo s¨®lo ahora algunas comienzan a ser reconocidas.
O la idea de que es lo mismo un gran narrador que un gran escritor cuando ¨Cobservaba Rodrigo Fres¨¢n el otro d¨ªa¨C son dos cosas totalmente distintas. ?Y qu¨¦ decir de esa creencia de que la novela de un buen escritor tenga que ser completamente distinta de la anterior que escribi¨®? ?Por qu¨¦?
M¨¢s clich¨¦s o ficciones culturales: la convicci¨®n (tan hisp¨¢nica, por cierto) de que los literatos son unos pobres rom¨¢nticos ¡ªeste tipo de apreciaci¨®n no ha cambiado desde Flaubert¡ª que escriben por amor al arte (l¨¦ase al respecto el reciente e incisivo art¨ªculo de Sara Mesa: La obscenidad de hablar de dinero)
Y aqu¨ª me detengo. Continuar¨ªa, pero ando literalmente sin espacio (frase que es otro lugar com¨²n), de modo que, con el permiso del lector, voy a salir ahora con calma por el foro, mientras cae el tel¨®n y con ¨¦l, por hoy, el ¨²ltimo t¨®pico. Bueno, en realidad voy a salir corriendo. ¡°Galgo: correr como un galgo¡±.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.