La Academia del ladino encalla antes de nacer
La falta de medios y las luchas internas amenazan la puesta en marcha de la entidad destinada a proteger el judeoespa?ol
Hace poco m¨¢s de un a?o, en la sede de la Real Academia Espa?ola (RAE), ocho personas estamparon su firma en un documento. Con la r¨²brica de una novena, el entonces director de la RAE, Dar¨ªo Villanueva, se pon¨ªan las bases de la futura academia nacional del ladino, que se encargar¨ªa, desde Israel, de preservar el idioma que hablan los jud¨ªos herederos de los expulsados de la pen¨ªnsula Ib¨¦rica a finales del XV. Era el pago de ¡°una deuda hist¨®rica¡±, como dijo Villanueva, y la invitaci¨®n a formar parte en el futuro de la familia de academias de la lengua espa?ola (Asale), hoy con 23 miembros. Entre los firmantes, aquel 20 de febrero, estuvo la profesora Aldina Quintana, doctora en Filolog¨ªa Hisp¨¢nica en la Universidad Hebrea de Jerusal¨¦n, impulsora del documento y del nombre que deb¨ªa tener la academia, con la palabra "nacional". La cara de satisfacci¨®n ese d¨ªa de esta investigadora de la historia del judeoespa?ol es hoy muy distinta. En una reciente entrevista en la emisora Radio Sefarad ¨Cde las comunidades jud¨ªas en Espa?a- critic¨® con dureza el periplo vivido desde entonces para la formaci¨®n de la academia. En especial, ¡°la ausencia de recursos y su falta de independencia¡±, ha declarado a EL PA?S en conversaci¨®n telef¨®nica. Una situaci¨®n que le ha llevado a desvincularse del proyecto. ¡°Es una academia fantasma¡±.
El blanco al que Quintana hace responsable de estos problemas es Shmuel Refael, tambi¨¦n, como ella, acad¨¦mico correspondiente de la RAE y miembro de la Autoridad Nasionala del Ladino i su Kultura, organismo estatal israel¨ª encargado de gestionar con el Gobierno de su pa¨ªs los tr¨¢mites para el nacimiento de la academia. Refael ejerci¨® aquel d¨ªa de portavoz en la sede de la RAE.
Preguntado por correo electr¨®nico por este diario, afirma que ¡°el proceso de creaci¨®n de la Academia del Judeoespa?ol avanza a pleno rendimiento¡± y asegura que ¡°la muy fruct¨ªfera cooperaci¨®n entre la Autoridad Nacional del Ladino y los acad¨¦micos correspondientes permitir¨¢ ver este sue?o convertido en una realidad¡±, aunque a¨²n no hay una fecha, a lo que se suma las elecciones generales del 9 de abril en Israel. El Ministerio de Cultura y Deportes israel¨ª autoriz¨® el pasado diciembre la formaci¨®n de la academia. Sin estad¨ªsticas, sino m¨¢s bien estimaciones, Refael cifr¨® el n¨²mero de ladinohablantes en medio mill¨®n en todo el mundo, la mayor¨ªa en Israel, aunque, seg¨²n Quintana, los estudios m¨¢s serios rebajan ese optimista n¨²mero a 133.000.
Refael lament¨® ¡°enormemente¡± que la profesora Quintana, ¡°haya tergiversado (y no por primera vez) los buenos prop¨®sitos del proyecto¡±. Sin querer entrar en m¨¢s pol¨¦micas, prefiere ¡°postergar a otro momento m¨¢s oportuno¡± respuestas m¨¢s detalladas a las planteadas por este medio. A¨²n mucho m¨¢s escueta ha sido la respuesta oficial de la RAE: ¡°No se van a hacer declaraciones al respecto¡±. No obstante, fuentes de la instituci¨®n han confirmado a este medio que el asunto de la academia del ladino es un problema y una situaci¨®n delicada que se va a tener que afrontar, informa Jes¨²s Ruiz Mantilla.?
Quintana recuerda que ¡°lo l¨®gico¡± hubiera sido que los 11 acad¨¦micos correspondientes judeoespa?oles nombrados por la RAE en los ¨²ltimos a?os elaborasen conjuntamente los estatutos de la academia, ¡°pero no ha sido as¨ª¡±. Sobre este asunto, otro de los acad¨¦micos correspondientes que firm¨® aquel d¨ªa, Mois¨¦s Orfali responde que ¡°fueron redactados en hebreo por la tambi¨¦n acad¨¦mica Ora R. Schwarzwald¡± y que ¡°ser¨¢n traducidos al espa?ol por m¨ª y otro colega y enviados a Madrid para su aprobaci¨®n¡±. ?Por qu¨¦ no se han escrito en ladino?
Localizar fondos
Orfali, doctor en Filosof¨ªa y Letras por la Universidad Complutense de Madrid y catedr¨¢tico de Historia en la Universidad Bar-Ilan, entiende ¡°los temores¡± de Quintana por la escasez de presupuesto, ¡°pero se encontrar¨¢ una soluci¨®n una vez se aprueben los estatutos. Est¨¢ claro que sin un presupuesto m¨ªnimo ser¨¢ dif¨ªcil operar este proyecto, por ello, en esta primera etapa la mayor¨ªa de los involucrados trataremos de localizar fondos¡±. Mientras, ¡°tal y como ha indicado la ministra de Cultura de Israel, las actividades se llevaran a cabo con los presupuestos de la Autoridad Nasionala del Ladino¡±.
La italiana Laura Minervini, catedr¨¢tica de Filolog¨ªa Rom¨¢nica en la Universidad Federico II de N¨¢poles, acad¨¦mica correspondiente, subraya que ¡°desde el encuentro en Madrid¡± no ha recibido ¡°ninguna informaci¨®n de manera oficial del desarrollo de esta iniciativa¡±. Adem¨¢s, apunta una cuesti¨®n clave, ?para qu¨¦ puede servir esta instituci¨®n? ¡°Tendr¨ªa que ocuparse de fomentar el conocimiento de la lengua en Israel, ya que no hay casi transmisi¨®n intergeneracional. El ladino es una lengua minoritaria, hablada en el ¨¢mbito dom¨¦stico¡±, una visi¨®n que comparte Quintana: ¡°No se ense?a en la escuela, solo en algunas universidades y con muy pocos alumnos, que vienen ya cuando tienen m¨¢s de 50 a?os".
La Academia del Ladino ¡°ha empezado al rev¨¦s y creo que no tiene remedio¡±, concluye Quintana. ¡°As¨ª que yo me desvinculo definitivamente, prefiero dedicarme a investigar¡±. La fragmentaci¨®n parece el sino de esta lengua -¡°de belleza especial y rom¨¢ntica¡±, como dijo Unamuno-. As¨ª ocurri¨® por las aportaciones de los lugares donde se asentaron los jud¨ªos o, a principios del siglo XX, cuando los sefard¨ªes no fueron capaces de ponerse de acuerdo para normalizar su ortograf¨ªa. As¨ª sucede con la academia que tiene que preservar el idioma, quebrada antes de nacer.
Babelia
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.