El camino que condujo a Pippi Calzaslargas

Para Astrid Lindgren, autora de la c¨¦lebre Pippi Calzaslargas, fue traum¨¢tico dejar de jugar. Ocurri¨® de un d¨ªa para otro, hab¨ªa crecido y ya nadie parec¨ªa interesado en divertirse. A partir de entonces los acontecimientos de su vida se precipitaron: de adolescente se cort¨® el pelo como un chico y descubri¨® lo que se siente cuando te se?alan por la calle; con 16 a?os empez¨® a trabajar en el peri¨®dico local de Vimmerby, el pueblo al sur de Suecia donde hab¨ªa nacido en 1907, y tres a?os despu¨¦s se qued¨® embarazada del director, Reinhold Blomberg, con el que vivi¨® un largo romance. Es en ese momento de la vida de la escritora en el que se detiene Conociendo a Astrid, la pel¨ªcula de la realizadora Pernille Fisher Christensen protagonizada por Alba August que se estrena este viernes y que hoy inaugura el festival Cine por Mujeres de Madrid.

Para proteger a su familia y a su amante del esc¨¢ndalo, Lindgren abandon¨® su pueblo para mudarse a Estocolmo primero y a Dinamarca despu¨¦s, donde pod¨ªa dar a luz como madre soltera. All¨ª entreg¨® a su hijo Lasse a una madre de acogida mientras ella se buscaba la vida estudiando y trabajando con un ¨²nico fin: poder recuperar a su hijo de forma definitiva. Para Pernille Fisher Christensen detr¨¢s de esta experiencia precoz y dolorosa reside buena parte del mundo literario que convertir¨ªa a?os despu¨¦s a Lindgren en una de las autoras infantiles m¨¢s le¨ªdas del planeta junto a Enid Blyton, Hans Christian Andersen y los hermanos Grimm. Traducida a 100 idiomas, sus tres grandes obsesiones fueron los ni?os solitarios, la responsabilidad y la muerte.

La mujer que con sus relatos le plant¨® cara a la mism¨ªsima Cenicienta empez¨® a escribir solo para conquistar a sus propios hijos (a?os despu¨¦s de Lasse naci¨® su hija Karin, fruto de su matrimonio con Sture Lindgren). ¡°Astrid nunca eligi¨® el camino f¨¢cil¡±, afirma en conversaci¨®n telef¨®nica la cineasta. ¡°Fue una mujer fuerte e ¨ªntegra. Era casi una ni?a cuando fue madre y esa responsabilidad tan precoz marc¨® el resto de su vida. Cuando Reinhold Blomberg, a quien protegi¨® de ir a la c¨¢rcel [se trataba de un hombre casado con siete hijos], quiso romper con su familia para casarse con ella, lo rechaz¨®¡±.

El proyecto de Conociendo a Astrid se remonta a hace siete a?os cuando Fisher Christensen, de 49, le regal¨® a su madre un libro de fotograf¨ªas de Lindgren. ¡°Cuando yo era ni?a mi familia se traslad¨® a Suecia, donde mi padre hab¨ªa conseguido trabajo. Nos mudamos con ¨¦l precisamente a la misma localidad donde creci¨® Astrid. La naturaleza de mi infancia fue la suya. Yo crec¨ª en los setenta y los ochenta, no hab¨ªa iPads, en realidad no hab¨ªa casi nada¡­ La vida era muy primitiva comparada con la de ahora y la lectura era muy importante para nosotros. Mi madre trabajaba con ni?os y Astrid Lindgren era una hero¨ªna para ella. En el libro que le regal¨¦ hab¨ªa una imagen que me encantaba, la de una jovencita con un abrigo precioso y un ni?o en brazos. Era de los a?os veinte. Me impactaron todas aquellas fotos de su juventud. Al principio era igual que Pippi, hasta que de repente todo cambiaba y las fotos mostraban a una chica deprimida, muy flaca y con mal aspecto. Lo que ocurri¨® entre esas fotos es lo que cuenta esta pel¨ªcula¡±.

La idea que surgi¨® entre aquellas fotograf¨ªas acab¨® en guion, pero el mayor reto estaba por llegar: hab¨ªa que encontrar a una actriz joven capaz de soportar todo el peso de la pel¨ªcula y, por extensi¨®n, el de encarnar a un mito literario. Probaron a 700 candidatas pero ninguna convincente. ¡°Era complicado, necesitaba a una actriz de verdad pero interpretando a una chica entre los 16 y los 19 a?os. Nadie encajaba. Me deprim¨ª mucho y estuve a punto de tirar la toalla¡±, recuerda la directora. Fue entonces cuando le hablaron de Alba August, hija del cineasta Bille August y de la actriz Pernilla August e incipiente actriz de teatro y cine en Dinamarca y Suecia. ¡°Alba, que ahora tiene 23, se present¨® a una audici¨®n, y me volvi¨® loca. Pese a su juventud ten¨ªa el peso de una profesional. Y vaya si lo demostr¨®: con su esfuerzo en documentarse, discutir e investigar ha logrado un trabajo impresionante, f¨ªsico y mental¡±.

Cuando Lindgren falleci¨® a los 94 a?os, en 2002, miles de personas se concentraron a las puertas de su casa. Tuvo un funeral casi de Estado. Pasearon su ata¨²d con un carruaje de caballos por el centro de Estocolmo y detr¨¢s del f¨¦retro trot¨® un caballo blanco sin ensillar. En la ceremonia, celebrada un 8 de marzo para coincidir con el d¨ªa de la mujer, una de sus mejores amigas record¨® c¨®mo Astrid hab¨ªa sido, sobre todo, una persona valiente, ¡°siempre supo que hay que llorar, tanto como podemos, para luego re¨ªr a¨²n m¨¢s¡±. Conociendo a Astrid pretende ser un tributo a la complejidad de su figura.