En busca de los reyes aztecas
Dos ofrendas halladas en la vieja Tenochtitlan acercan m¨¢s que nunca a los arque¨®logos a los restos de los antiguos gobernantes mexicas
A casi 500 a?os de la ca¨ªda del Imperio azteca, los arque¨®logos podr¨ªan estar cerca de las tumbas de algunos de sus gobernantes. Nunca hasta ahora se han encontrado los restos de ning¨²n tlatoani. Hace 60 a?os, un grupo de acad¨¦micos asegur¨® que una osamenta hallada en el Estado de Guerrero hab¨ªa pertenecido a Cuauht¨¦moc, ¨²ltimo rey de los aztecas. Una falsa alarma. Ahora, sin embargo, la pista podr¨ªa ser buena.
El director del proyecto Templo Mayor, Leonardo L¨®pez Luj¨¢n, ha informado del hallazgo de varias ofrendas junto al vetusto santuario azteca, centro espiritual del reino. En una han encontrado el esqueleto de un jaguar vestido de guerrero, con un disco de madera tallada en la espalda, emblema de Huitzilopochtli, dios de la guerra azteca, guardi¨¢n de uno de los dos santuarios construidos en lo alto del templo, que lleg¨® a medir m¨¢s de 40 metros.
Junto al jaguar han encontrado un atlatl, una especie de ballesta azteca que pod¨ªa disparar lanzas a gran velocidad. Adem¨¢s, han hallado corales, estrellas de mar, conchas marinas y los restos de una esp¨¢tula rosada, un ave parecida a los flamencos.
Los arque¨®logos han rescatado adem¨¢s el esqueleto de un ni?o, vestido igualmente a imagen de Huitzilopochtli, enterrado junto a varios cuchillos de pedernal, decorados con perlas y piedras preciosas. Tanto el jaguar como el ni?o fueron sacrificados, presuntamente por cardiectom¨ªa, esto es sac¨¢ndoles el coraz¨®n, en clara ofrenda al dios de la guerra.
De las decenas de ofrendas encontradas en los trabajos de excavaci¨®n en el Templo Mayor durante d¨¦cadas, algunas son sin duda espectaculares. Menci¨®n especial para la 174, rescatada en 2017. Los arque¨®logos encontraron entonces el esqueleto de un cachorro de lobo junto a 22 piezas de oro, elemento relativamente extra?o en el Templo Mayor. En 205 ofrendas descubiertas junto al santuario en m¨¢s de 40 a?os, los arque¨®logos han hallado poco m¨¢s de 600 gramos de este metal.
Pese a lo anterior, las dos ofrendas nuevas son sin duda las m¨¢s espectaculares. Tanto por su contenido como por lo que sugieren. Su ubicaci¨®n hace pensar a los especialistas en los reyes mexica. Desde hace a?os, Eduardo Matos Moctezuma, pionero en las investigaciones del Templo Mayor, especula con que los restos de Ahuitzotl, predecesor de Moctezuma, el tlatoani que recibi¨® a los espa?oles en 1519, estar¨ªan enterrados all¨ª.
Matos fue el primer director del proyecto de excavaciones del Templo Mayor, que empez¨® casi por casualidad. Fue en febrero de 1978, cuando trabajadores de la compa?¨ªa de la luz toparon con un enorme pedrusco en el subsuelo del centro de Ciudad de M¨¦xico. Avisados, los arque¨®logos llegaron al rescate, percat¨¢ndose de que no se trataba de una roca cualquiera. Era una representaci¨®n de la Coyolxauhqui, la hermana de Huitzilopochtli. El hallazgo inaugur¨® una de las excavaciones m¨¢s longevas que existen en M¨¦xico.
Respecto a las tumbas de los gobernantes, L¨®pez Luj¨¢n, que descubri¨® hace unos a?os un pasadizo oculto bajo una enorme losa a los pies del Templo Mayor, tambi¨¦n ha se?alado la teor¨ªa de los gobernantes. Desde hace varios a?os, el arque¨®logo dice que las cenizas de varios reyes podr¨ªan estar en dos cuartos que hay al final de este t¨²nel. Aunque siempre ha dicho que los tlatoanis all¨ª enterrados podr¨ªan ser anteriores a Ahuitzotl: Moctezuma I, Axay¨¢catl o Tizoc.
Ser¨ªa desde luego un gran hallazgo. El propio Matos compara la existencia de las tumbas de los reyes aztecas con las de Tutankam¨®n, en Egipto, el mausoleo de la dinast¨ªa Qin, en China, la tumba 7, en la vieja ciudad mixteca de Monte Alb¨¢n, en Oaxaca, o la tumba del rey maya Pakal, de Palenque. "Creemos que encontraremos objetos de enorme valor en la medida en que sigamos profundizando", ha afirmado L¨®pez Luj¨¢n en declaraciones a la agencia?Reuters.?
De acuerdo con los dichos de los cronistas del siglo XVI, los restos de varios gobernantes, incinerados al morir, fueron depositados a los pies del Templo Mayor, junto a ofrendas de enorme valor, como las encontradas ahora. A decir de L¨®pez Luj¨¢n, apenas han procesado una d¨¦cima parte de las nuevas ofrendas, por lo que las expectativas son alt¨ªsimas.
Podr¨ªa ocurrir que la conmemoraci¨®n del quinto centenario de la conquista, comentada en voz baja a este lado del Atl¨¢ntico, coincidiera con el hallazgo de las cenizas de uno o varios tlatoanis. ?Qu¨¦ efecto tendr¨ªa? Parece dif¨ªcil de prever. Con toda la iron¨ªa del mundo, el historiador Alejandro Rosas ha asegurado: "Es curioso porque, ?c¨®mo conmemorar lo que hicieron los espa?oles sin que haya algo ind¨ªgena que conmemorar? As¨ª pas¨® en 1947. Hallaron los restos de Cort¨¦s que fueron autentificados y, curiosamente, poco despu¨¦s encontraron los de Cuauht¨¦moc que, finalmente, no eran tales".
Babelia
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