Solitaria oreja para El Cid en una tarde sin mucha historia
L¨®pez Sim¨®n y Rom¨¢n, discretos ante una corrida de El Pilar con tres toros de buena nota
El primero de la tarde fue como una polvorilla en la muleta. Tan incansable que se puso hasta inc¨®modo. Pero polvorilla e inc¨®modo, fue tambi¨¦n toro de pocas emociones. Tras una primera vara con derribo incluido, sembr¨® un poco de caos en el ruedo. Pero se rindi¨® en la muleta. Mucho gas, pero al que no supo sacar partido El Cid o, en todo caso, no pudo replicar al nivel que requer¨ªa el toro. Muchos pases. M¨¢s acople por el lado derecho y poco entendimiento por el otro. F¨¢cil, en todo caso. Pero nada lleg¨® a la gente.
El cuarto fue un gran toro, desde que salt¨® al ruedo. Se emple¨® en varas, tuvo alegr¨ªa en banderillas y a la muleta lleg¨® en estado de buena esperanza para el torero. No fall¨® ese toro de El Pilar. Codicioso, con clase y muy entregado en cualquier terreno y distancia que aplicara El Cid: en la corta o en la larga. La faena tuvo m¨¢s sentido por el pit¨®n derecho, mientras que por el otro falt¨® un punto de confianza en El Cid para cumplir con la respuesta del toro. Como si la faena se quedara a mitad. Un circular doble y un desplante le dieron colorido final. Al toro se lo llevaron las mulillas en medio de una gran ovaci¨®n.
Un manso con sello propio fue el segundo. Antes de entrar al caballo la lidia fue un concierto de desatinos, con el toro pasando en falso y muchos capotes tratando lo contrario. En varas fue de caballo en caballo, con huida cada vez que sent¨ªa el hierro. Cortante y perseguidor en banderillas, atropell¨® a Jes¨²s Arruga sin mayores consecuencias. L¨®pez Sim¨®n logr¨® sujetarlo en los medios, pero el mal estilo del toro, sobre todo en los remates, impidi¨® que la cosa se animara. El torero lo intent¨®, lo consinti¨®, pero el asunto no ten¨ªa arreglo.
EL PILAR / EL CID, L?PEZ SIM?N, ROM?N
Toros de El Pilar, muy desiguales de presentaci¨®n y juego. Los mejores, primero, cuarto, que tuvo gran temple y clase, y sexto.
El Cid: estocada ca¨ªda perdiendo muleta (silencio); estocada ca¨ªda _aviso_ (oreja).
L¨®pez Sim¨®n: estocada y descabello (silencio); pinchazo y estocada _aviso_ (saludos).
Rom¨¢n: pinchazo y estocada trasera _aviso_ (saludos); media _aviso_ (silencio).
Plaza de Castell¨®n, 28 de marzo. 2? corrida de la Feria de la Magdalena. Casi media entrada.
Prometi¨® m¨¢s de lo que en realidad fue el quinto de la tarde, que al igual que el anterior y el que cerr¨® plaza, era cinque?o. Se emple¨® en una vara muy larga que le gast¨® mucho para los restos. Para la muleta aguant¨® lo que pudo, que no fue mucho. Meti¨® la cara con cierta entrega, aunque con tendencia a revolverse muy pronto. L¨®pez Sim¨®n le dio muchas vueltas a la faena, pero con el toro a menos el asunto desemboc¨® en toreo de cercan¨ªas y alardes para que el fr¨ªo ambiente no bajara m¨¢s de la cuenta.
Una embestida vulgar, despu¨¦s de pasar sin pena ni gloria por varas y dejar un mal estilo en banderillas, el primero de Rom¨¢n. Toro tan alto como feucho que no plante¨® grandes problemas en la muleta, aunque tampoco aport¨® galones a la ganader¨ªa. Rom¨¢n, siempre muy centrado, resolvi¨® con entereza aunque sin brillantez. Con el toro siempre en protesta, la faena se centr¨® sobre la mano diestra. Le dio Rom¨¢n a ese toro m¨¢s de lo que merec¨ªa, aunque se pas¨® en unos cambios de mano que acabaron en un desarme que afearon el final de una faena meritoria.
El sexto, tercer cinque?o del sexteto, fue muy castigado en varas, pero fue otro muy buen toro. De arrancada alegre en banderillas, permiti¨® a Iv¨¢n Garc¨ªa y a El Sirio cumplir un tercio muy brillante. La faena de Rom¨¢n, siempre animosa, combin¨® momentos de entendimiento con el toro con otros de menor acople. Series algo irregulares a toro rendido, con muletazos sueltos y algunas prisas. Y un fin de fiesta con manoletinas de frente sin que el toro acusara desgaste. Pero la espada ech¨® al traste un mejor final.
Babelia
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