Pol¨ªticos, ni?os y viceversa
A un cr¨ªo que le pregunt¨® si "activar¨ªa" el 155 en Catalu?a, Casado le respondi¨® si conoc¨ªa "una cosa que se llama Constituci¨®n"
"Yo le digo que hago leyes, que regulamos las cosas", respondi¨® Albert Rivera a Pablo Motos (Antena 3) en uno de los momentos m¨¢s extremos al que someti¨® Motos a su invitado. "?Sabes que en Espa?a hay una cosa que se llama Constituci¨®n, no? La Constituci¨®n es una ley que nos dice lo que tenemos que hacer todos. Si alguien hace algo mal, pues le pueden castigar", dijo Pablo Casado a un grupo de ni?os en el programa de Ana Rosa (Telecinco). Las televisiones demostraron esta semana que los espectadores ya son incapaces de saber cu¨¢ndo un pol¨ªtico se dirige a adultos o a ni?os; no s¨®lo el mensaje, sino la elecci¨®n de palabras empieza a parecerse peligrosamente.
Hay que matizar que la respuesta de Casado iba dirigida a Dar¨ªo, un ni?o de nueve a?os que le pregunt¨® si "activar¨ªa" el art¨ªculo 155 en Catalu?a en caso de ser presidente del Gobierno "asumiendo las consecuencias". Es decir, pregunt¨® como si fuese Jos¨¦ Oneto. "?Sabes que en Espa?a hay una cosa que se llama Constituci¨®n, no?", respondi¨® Casado. ?Al art¨ªculo 155 de d¨®nde pensaba que se refer¨ªa el ni?o? ?El art¨ªculo 155 de las Leyes Fundamentales del Cinex¨ªn? Si un ni?o, y no un ni?o cualquiera, sino un ni?o en Ana Rosa, conoce el art¨ªculo 155 y advierte de sus consecuencias, entonces ese ni?o no s¨®lo se sabe de carrerilla las leyes de la Constituci¨®n, sino que probablemente las haya escrito ¨¦l, y al acabar la grabaci¨®n se las haya voceado al plat¨® como William Munny al final de Sin Perd¨®n.
Los dos, Casado y Rivera ("ya hemos jugado juntos", dijo Casado a los ni?os, que le preguntaron a qui¨¦n "elegir¨ªa", no con qui¨¦n "jugar¨ªa", pero al final de la entrevista no se sab¨ªa qui¨¦n le explicaba las cosas a qui¨¦n), no pasaron las penalidades de Pablo Iglesias, que eligi¨®, como Rivera, a Motos, el ni?o grande. Hab¨ªa cierto inter¨¦s por saber c¨®mo afrontar¨ªa el viejo Pablo Iglesias, el Iglesias del dedo acusador contra los medios, un programa en el que te pueden acariciar la coleta y preguntarte qu¨¦ te pones para dormir. Motos lo invit¨® a cambiar pa?ales, porque no queda un espa?ol vivo que no sepa que Iglesias cambia pa?ales, de momento en la intimidad. Se les olvid¨® algo: la caca. Quien haya cambiado pa?ales, espero que todo el que haya tenido un hijo, sabe que cambiar un pa?al sin caca, o sin pis en su defecto, es trampa: el pa?al tiene que pesar, como la vida.
La vida pesa, y tambi¨¦n huele, y a veces hay que cambiarla. Iglesias cambi¨® de casa como de pa?al, y Motos se lo record¨® con toda la punter¨ªa que le falt¨® con Rivera. Le pregunt¨® si no ser¨ªa casta ¨¦l, Iglesias, que es como preguntarle a Mois¨¦s si cumple los mandamientos, e Iglesias contest¨® que en absoluto, que casta es quien roba, no quien gana su dinero, y de golpe muchos miles de espa?oles que llevaban mirando la n¨®mima para ver si bajaba y pod¨ªan volver a ser de la gente respiraron aliviados. Fue como pedir perd¨®n a M¨¦xico.
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