Joaqu¨ªn Sabina, impostor y rey de la lengua en el Congreso del Espa?ol
El cantante provoca colas de dos cuadras en el encuentro de C¨®rdoba y dice que siente como si se hubiera colado en una fiesta


Una cola de dos cuadras rodeaba a las tres de la tarde el Teatro del Libertador. Por la ciudad merodeaba ya Joaqu¨ªn Sabina, para asistir al Congreso Internacional de la Lengua Espa?ola, en la C¨®rdoba argentina. M¨¢s lejos de su ?beda natal que la ib¨¦rica. En la otra Andaluc¨ªa, fraguada por misiones de Jesuitas cinco siglos atr¨¢s. Este viernes fue su d¨ªa de gloria. Pero entre tanto acad¨¦mico, tanto docto y tanto escritor, el trovador con ronquera cr¨®nica y mala salud de hierro, dec¨ªa sentirse algo as¨ª como un impostor. Textual: ¡°Como si me hubiera colado a una fiesta a la que no he sido invitado¡±.
Eso por la tarde, donde se junt¨® con poetas latinoamericanos y la espa?ola Elvira Sastre ¨Cotra estrella pujante del festival- a desgranar versos. En su caso, con rima: ¡°Porque me parece que el lector debe tener alguna percha donde agarrarse¡±. Abri¨® la boca y arreciaron los aplausos. Hab¨ªan hablado ya sus contertulios, aparte de la muy joven Sastre, con sus 26 a?os y su temple castellano a cuestas: Jos¨¦ Marmol, de Rep¨²blica Dominicana, los argentinos Carlos Schilling, Rafael Oteri?o, de la academia local y la moderadora, Mar¨ªa Negroni, que le dio la palabra.
Entonces el maestro introdujo en la mesa su sentido desgarrado, descarriado y festivo de la vida. Traz¨® una autobiograf¨ªa al vuelo. ¡°A los 14, el rey Melchor se lo hizo bien conmigo y me trajo una guitarra¡¡±. Aliado a ella, comenz¨® a trazar versos llenos de odio contra el mundo y los espejos, record¨®: ¡°Esos cabrones que, en vez de consolarte, te sostienen la mirada¡±. Se enamor¨® de una vecina, ¡°rubia de bote¡±, que prefer¨ªa a un moreno con bici de ciclista: ¡°Pens¨¦ que ten¨ªa tres maneras de llamar la atenci¨®n. Convertirme en torero, atracar un banco o suicidarme¡±. Pero para las tres necesitaba un valor que nunca, por fortuna, le asisti¨®. Se conform¨® entonces con desahogarse, ¡°m¨¢s cuando descubr¨ª que el mapa que me hab¨ªan trazado del para¨ªso, era falso¡±.
Huy¨® de all¨ª. Rumbo a la estaci¨®n de Linares-Baeza. Recal¨® en un Madrid que lo adopt¨®, ahora con padr¨®n en Lavapi¨¦s. Escribi¨® canciones en tecnicolor, ¡°para vengarme del blanco y negro de las tardes con lluvia¡±. Luego, los granos de los que aquellos espejos de la adolescencia fueron testigos, se tornaron cicatrices. ¡°Y a veces, en alg¨²n concierto, una rubia de bote, al lado de un moreno, me tira un beso, cuando este se despista¡±. Entonces Sabina cierra un c¨ªrculo tan real como imaginario, al son de sus creaciones.
Eso le pidieron por la tarde a gritos, que cantara. Pero ¨¦l se neg¨®: ¡°Si supieran ustedes el gusto que siento ahora por no tener que cantar¡±. Pero s¨ª lo hizo a comp¨¢s de tango, en el homenaje que diversos maestros del g¨¦nero le rindieron por la noche en el mismo teatro. M¨²sica que ¨¦l quiso acompa?ar de un poema a pachas con su amigo Luis Garc¨ªa Montero. La cuadrilla le ha permitido un par¨¦ntesis en su deber literario y le ha mandado en comisi¨®n de servicios a dirigir un tiempo el Instituto Cervantes. Ambos recitaron dialogando versos el poema que sigue¡
Luis: Se?oras¡
Joaqu¨ªn: Y se?ores.
L: No pedimos mil a?os ni dos horas.
J: Los gallos del teatro no quebrar¨¢n albores.
L: Ser¨¢ s¨®lo un momento de atenci¨®n,
J: que suplican de todo coraz¨®n
L: un poeta borgiano y misionero
J: y un m¨²sico tanguero,
bandone¨®n sincero
que toca la guitarra
y cruza el mundo entero
en busca de un amor y de una farra.
L: Celebramos en broma, pero en serio,
J: en serio, pero en broma,
L: la suerte de un idioma,
J: cargado de memoria y de misterio,
L: que nos une a 600 millones de parlantes,
J: un mundo de poetas y cantantes,
L: que se llama espa?ol
J: o castellano,
L: y va de sol a sol,
J: como un hermano,
L: y cruza Andaluc¨ªa
que rima con Garc¨ªa,
J: y llega hasta Argentina,
que rima con Sabina,
L: y salta a Nueva York
con paso mexicano o colombiano,
J: y habla del amor o del dolor
con un acento hispano,
L: y se come las eses o suaviza las zetas,
J: y lleva en su maleta
el t¨² y el vos, los tontos, los boludos,
L: el ch¨¦vere, el quilombo, los pendejos,
J: los pibes y los viejos.
L: Palabras vivas que desatan nudos,
J: y sue?an en Per¨², la tierra de Jimena,
L: resistiendo en Madrid, la ciudad de Almudena.
J: Palabras que son luz y son escudos.
L: Un idioma de todos sus hablantes,
J: sin centros ni doctores dominantes,
L: unido pero lleno de matices,
J: diverso pero sabio en unidad,
L: que alumbra sus palabras m¨¢s felices,
J: igualdad, libertad, fraternidad,
L: democracia, raz¨®n, constituci¨®n,
J: amor y coraz¨®n,
dignidad y alegr¨ªa,
L: ciencia, tecnolog¨ªa¡
J: Yo soy m¨¢s bien de letras, se?or¨ªa.
L: Conciencia, independencia, disidencia,
J: educaci¨®n, cultura,
L: buena literatura
por donde el tiempo vuela.
J: Y el vuelo nos conviene:
despu¨¦s de junio viene
Julio con su Rayuela.
L: Y de ayer a ma?ana,
los versos de Sor Juana,
J: mientras Neruda rima con Cernuda,
L: y Bioy con estoy,
y san Juan con don Juan¡
J: Gelman querr¨¢s decir, y no me quejo,
un amigo sincero.
L: Me morir¨¦ en Par¨ªs con aguacero,
J: que dec¨ªa Vallejo.
Si vas a Mar del Plata ver¨¢s que all¨ª camina
la sombra de Alfonsina.
L: ?Con qu¨¦ rima Lugones?
J: Montero no me toques¡ las canciones.
L: Pues agarra la vida por el mango.
J: Yo he nacido de un tango
y lo llevo en la piel,
Disc¨¦polo en los labios de Gardel,
la bella flor del fango.
L: Viviendo mano a mano en el dolor,
J: la luz del perdedor
que brilla y no se apaga en la ventana.
L: Un amor sin sotana,
condenado al exilio y al sablazo.
J: Aunque a veces conviene un Cordobazo
L: y una Universidad en pie de guerra
J: que corte de ra¨ªz las opresiones.
?Brasil, tantos millones
hablaremos ingl¨¦s!
L: Escrib¨ªa Rub¨¦n contra el imperialismo.
J: Ahora es m¨¢s de lo mismo, ?no lo ves?
L: Pues metamos un gol en espa?ol.
J: ?Para Talleres, Belgrano o¡ el Boca?
L: El fuego no se toca,
dejemos esa terna.
J: Pero me siento al fuego
de mi lengua materna,
y la vida me juego,
y una bella fragancia
me devuelve a los nombres de la infancia.
L: Las primeras palabras son verdades
contra las soledades.
J: Hablo y comparto el pan con mis hermanos,
mestizos por amor y por la historia
de pueblos soberanos
con naufragios y gloria.
L: Brindemos por la llama de los libertadores,
llevemos unas flores
a los pies de Cervantes.
J: El mejor equipaje,
el mejor almirante
para este largo viaje.
L: Cada cual en su forma y a su modo,
compartir un idioma codo a codo
con 600 millones de personas.
J: Los puntos y las comas,
de la cabeza al rabo,
Teresa de Jes¨²s, Mart¨ª y el Gabo,
L: una misma manera de decir
J: te quiero, tengo fr¨ªo, estamos vivos,
Inviernos, primaveras.
Nos sobran los motivos¡
L: Ya basta de sufrir
alambres y fronteras.
J: Nos sobran los avaros, los turbios mercaderes,
la globalizaci¨®n sin coraz¨®n.
L: los oscuros gobiernos sin mujeres,
J: las multiplicaciones sin perd¨®n,
L: y paro de contar.
J: Haces bien pues debemos terminar.
L: Lo prometido es deuda y es sensato.
J: Se acab¨® nuestro gato y nuestro rato.
L: Se?ores,
J: y se?oras.
L: Se?oras,
J: y se?ores,
L: porque todo reloj marca sus horas,
J: de ustedes se despiden dos tenores
demasiado habladores,
L: un poeta borgiano y misionero,
J: y un poeta tanguero,
devoto de Argentina y el Cholo Simeone
que no cambia a Gardel por los Rolling Stone.
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