Marina Casta?o: ¡°En mi ¨¢nimo nunca estuvo malversar fondos¡±
La segunda esposa de Cela atribuye al "contable" la cifra de la indemnizaci¨®n con dinero p¨²blico que recibi¨® el director de la Fundaci¨®n del Nobel, por la que se la juzga en Santiago
"Mi intenci¨®n nunca fue faltar a la ley. En mi ¨¢nimo nunca ha estado malversar fondos", se ha defendido Marina Casta?o, segunda esposa de Camilo Jos¨¦ Cela, a las preguntas del fiscal durante la primera sesi¨®n del juicio contra ella y tres personas m¨¢s en la secci¨®n sexta de la Audiencia de A Coru?a, con sede en los juzgados de Santiago. Durante toda esta semana, la fiscal¨ªa y la acusaci¨®n particular tratar¨¢n de dejar claro a los magistrados que, en el momento m¨¢s ag¨®nico de la Fundaci¨®n Cela, cuando tuvo que entrar la Xunta para rescatarla y convertirla en una entidad p¨²blica, los acusados "orquestaron" el despido "simulado" del que era su eterno director, Tom¨¢s Cavanna, a espaldas de la Administraci¨®n gallega y del propio patronato.
Supuestamente sab¨ªan que el Gobierno gallego, al tomar las riendas de la hasta entonces instituci¨®n privada, prescindir¨ªa de sus servicios porque su sueldo (unos 6.000 euros al mes tal y como declar¨® la subdirectora) era inasumible en el sector p¨²blico. Entonces, apresuradamente, seg¨²n la acusaci¨®n, en 2010 cerraron un pacto para que Cavanna (el hombre que el propio Cela hab¨ªa designado en 1993 para gestionar su legado) se embolsase 150.000 euros netos procedentes de los caudales de la Xunta. El ministerio p¨²blico pide para cada uno de los procesados cuatro a?os y medio de prisi¨®n y ocho de inhabilitaci¨®n absoluta. La acusaci¨®n particular, en nombre de la vecina que present¨® la denuncia inicial en 2012, reclama cinco a?os de c¨¢rcel y 10 de inhabilitaci¨®n. La abogac¨ªa del Estado, que hasta hoy tambi¨¦n acusaba, ha tenido que abandonar la sala al considerar los magistrados que el supuesto da?o al erario p¨²blico a quien perjudicaba era a la Xunta. Parad¨®jicamente, la Xunta no acusa.
Pero Casta?o se ha escudado hoy en las lagunas que sufre su memoria despu¨¦s de la d¨¦cada transcurrida y ha atribuido en algunos momentos a "los contables" y en otros "al contable", sin saber precisar su nombre, el c¨¢lculo de la cuant¨ªa con la que se compens¨® a Cavanna. "Hace preguntas un poco dif¨ªciles y no quiero faltar a la verdad", lleg¨® a reprocharle al fiscal ?lvaro Garc¨ªa Ortiz en un momento del interrogatorio. La que hasta que volvi¨® a contraer matrimonio fue marquesa viuda de Iria Flavia (la localidad natal del escritor y sede de la Fundaci¨®n) y tambi¨¦n presidenta de la instituci¨®n (hasta que la tom¨® de lleno la Xunta) dibuj¨® el dram¨¢tico escenario financiero que atravesaba la entidad. Reivindic¨® varias veces que "en ocasiones" tuvo que "adelantar dinero" suyo "para pagar las n¨®minas" de la plantilla. Y explic¨® que no se le ocurri¨® mejor soluci¨®n que salvar la instituci¨®n privada "entreg¨¢ndosela a la Xunta".
"Mi difunto marido quer¨ªa que quedase en Galicia", record¨®. Y "no quer¨ªa que se vendiese nada" de su legado, un conjunto que en 2009 fue tasado en m¨¢s de 12 millones de euros, el m¨¢s abultado de los que poseen las fundaciones de autor en Espa?a. Dentro de la sede de las Casas dos Coengos, un conjunto hist¨®rico de Iria (Padr¨®n) declarado BIC, la Fundaci¨®n hab¨ªa llegado a atesorar entre otras cosas "459 obras pict¨®ricas, 54.000 vol¨²menes, y la colecci¨®n completa de los manuscritos [de Cela], algo ¨²nico en el mundo" entre autores de trascendencia internacional.
Seg¨²n han explicado los acusados a lo largo de esta ma?ana, ante el estado de "quiebra t¨¦cnica" se hab¨ªan llegado a poner sobre la mesa varias opciones. O vender la Fundaci¨®n a una "universidad americana"; o llev¨¢rsela a Madrid; o negociar la compra por Caixanova (la entonces caja de ahorros del sur de Galicia); o dejarse rescatar por la Xunta; o bien cerrarla y donar todos los fondos a la Universidade de Santiago. Para entreg¨¢rsela a la Xunta, Casta?o pens¨® que "hab¨ªa que aligerarla de peso" y entre otras medidas prescindir del sueldo de Cavanna, que seg¨²n ella cobrar¨ªa "100.000 o 110.000 euros anuales" (la quinta parte del presupuesto de los tiempos de bonanza).
"Pide el oro y el moro"
En la documentaci¨®n intervenida, especialmente la recabada en un registro de la instituci¨®n por la UDEF (Unidad de Delincuencia Econ¨®mica y Fiscal de la polic¨ªa), se descubrieron diversos correos electr¨®nicos que destaparon la malversaci¨®n de caudales p¨²blicos presuntamente perpetrada en el proceso de despido de Cavanna por la que est¨¢n acusados Casta?o, el exdirector, la subdirectora que sigue en el cargo y el padre de esta, exconselleiro de Fraga y expatrono de la fundaci¨®n. El fiscal ve en esta correspondencia las distintas fases del supuesto pacto entre los cuatro, y hoy ha recordado varios mensajes. Ha le¨ªdo uno en el que la esposa de Cela da directrices econ¨®micas a Covadonga Rodr¨ªguez, la subdirectora, acerca de Cavanna: "?l mismo arbitrar¨¢ la f¨®rmula. Dispongo que se haga seg¨²n ¨¦l y yo decidamos". "No habr¨¢ acuerdo con nadie puesto que se despide bajo mi presidencia. Los servicios que ha prestado le hacen merecedor de una ilimitada generosidad".
Lo que se trata de determinar esta semana es si los miembros del patronato hab¨ªan sido informados de la indemnizaci¨®n de 150.000 euros que corri¨® finalmente a cargo de fondos p¨²blicos porque la entidad no ten¨ªa liquidez alguna. Y tambi¨¦n si la Conseller¨ªa de Cultura de la Xunta estaba informada. Seg¨²n han declarado Covadonga Rodr¨ªguez y su padre, el exconselleiro popular Dositeo Rodr¨ªguez, el Gobierno gallego s¨ª lo supo, y en concreto dan un nombre: el de Antonio Fern¨¢ndez-Campa, hasta 2012 (casualmente el a?o en que empezaron las pesquisas) secretario general t¨¦cnico de Cultura y hoy de Sanidade.
La acusaci¨®n afirma que ante los patronos, que votaron por unanimidad la marcha de Cavanna, no se mencionaron los 150.000 y que al director se le comunic¨® "su despido por causas organizativas" con una indemnizaci¨®n "de 96.000 euros" (20 d¨ªas de salario por a?o trabajado con un l¨ªmite de 12 meses). En algunos correos intervenidos, la subdirectora protesta por la cantidad que reclama su superior, la califica de "alucinante" porque "pide el oro y el moro". Dice que Cavanna "no se baja de la burra".
La fiscal¨ªa asegura que todo estaba acordado previamente, a pesar de lo cual disimularon "en ejecuci¨®n de un plan preconcebido" y llegaron a celebrar un acto de conciliaci¨®n del que los 96.000 salen convertidos en 150.000 redondos (unos 32 d¨ªas por a?o trabajado). Rodr¨ªguez, padre e hija, insisten en que todo eso ya estaba contemplado en el "plan de viabilidad" que exigi¨® la Xunta para asumir la instituci¨®n.
Lo que cobr¨® Tom¨¢s Cavanna se correspond¨ªa con lo que habr¨ªa cobrado hasta los 65 a?os si la instituci¨®n hubiera seguido siendo privada y tuviese liquidez. El acusado de beneficiarse de la supuesta malversaci¨®n ha asegurado, sin embargo, que ¨¦l no quer¨ªa irse. A principios de 2012 llegar¨ªa a la edad de jubilaci¨®n, pero ¨¦l "ten¨ªa muchos planes para el centenario del nacimiento de Cela, en 2016". El autor le hab¨ªa confiado las "directrices" para la edici¨®n de sus obras completas y aquella encomienda que se le presentaba era, seg¨²n ¨¦l, "ilusionante". Pero al entrar la Xunta vio que le iban a echar y pens¨® en "oponerse de una manera razonable". El cheque de los 150.000 euros firmado por Marina Casta?o y Covadonga Rodr¨ªguez tiene fecha del 31 de julio. El 12 de agosto, la Xunta ingresa en la cuenta de la Fundaci¨®n Cela 207.000 euros para el plan de viabilidad. El 18 de agosto, Cavanna acude a cobrar su indemnizaci¨®n.
Babelia
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