Juicio a Marina Casta?o por malversaci¨®n en la Fundaci¨®n Cela

Ya no ser¨¢ ante un jurado popular, como se hab¨ªa previsto en un principio, pero Marina Casta?o, la que fue segunda esposa y despu¨¦s marquesa viuda (hasta que se cas¨® de nuevo) de Camilo Jos¨¦ Cela, se sentar¨¢ toda la semana que viene en el banquillo de los acusados por una maniobra de malversaci¨®n de caudales p¨²blicos supuestamente perpetrada en 2010, cuando la Xunta decidi¨® rescatar de la quiebra la fundaci¨®n del Nobel. El fiscal que desde 2012 investig¨® los n¨²meros de la instituci¨®n cultural reclama cuatro a?os y medio de prisi¨®n y ocho de inhabilitaci¨®n absoluta para Casta?o, que en el momento de los hechos era presidenta de la entidad con sede en Iria Flavia (Padr¨®n, A Coru?a).

?lvaro Garc¨ªa Ortiz exige la misma pena para otros tres acusados: Tom¨¢s Cavanna, el director elegido por el propio escritor para gobernar la casa; Dositeo Rodr¨ªguez, conselleiro de la Xunta en tiempos de Fraga y antiguo miembro del patronato de la fundaci¨®n; y la hija de este, Covadonga Rodr¨ªguez, subdirectora de la instituci¨®n todav¨ªa hoy, a pesar de su imputaci¨®n y de que la Camilo Jos¨¦ Cela es ahora una fundaci¨®n p¨²blica. Lo que esta semana juzgar¨¢n en Santiago los magistrados de la Secci¨®n Sexta de la Audiencia Provincial de A Coru?a es si los cuatro "orquestaron" el despido "simulado" de Cavanna al tiempo que la Xunta tomaba las riendas de la Fundaci¨®n e iba a prescindir de sus servicios. El objetivo, afirma la fiscal¨ªa, era beneficiar al director gerente con una indemnizaci¨®n neta de 150.000 euros procedentes del dinero p¨²blico.

"Con el concurso y la participaci¨®n activa de todos ellos, en ejecuci¨®n de un plan preconcebido y con la finalidad de conseguir un beneficio econ¨®mico a favor de Tom¨¢s Cavanna y con su acuerdo, simularon un despido", acusa el fiscal de Santiago ?lvaro Garc¨ªa Ortiz en su escrito provisional de conclusiones. Dositeo Rodr¨ªguez era en aquella ¨¦poca "miembro destacado del patronato, persona de confianza de la presidenta, y debido a su estrecha relaci¨®n con la Xunta, pues hab¨ªa sido Conselleiro de Presidencia, era tambi¨¦n persona cercana a los responsables pol¨ªticos". Con el fin de que Cavanna se embolsase los 150.000 euros netos, Rodr¨ªguez "se encarg¨® de convenir con el beneficiado la mencionada cantidad imputable a los fondos p¨²blicos y de que el montante total fuera asumido por la Xunta de Galicia".

El despido, "orquestado por los acusados, fue sometido a la aprobaci¨®n del patronato en su reuni¨®n del 27 de mayo de 2010", y los patronos "de buena fe" aprobaron que el director gerente "fuera cesado conforme a su voluntad, como despido objetivo por causas organizativas, con una indemnizaci¨®n de 20 d¨ªas por a?o trabajado con un l¨ªmite de 12 mensualidades". Cuatro d¨ªas despu¨¦s, Covadonga Rodr¨ªguez, la subdirectora que hab¨ªa sido preparada por el propio Cavanna en vistas a su pr¨®xima jubilaci¨®n, comunic¨® al director "su despido por causas organizativas" con una indemnizaci¨®n "de 96.000 euros" (los 20 d¨ªas de salario por a?o trabajado con un l¨ªmite de 12 meses). Ella firmaba la carta "en nombre de la fundaci¨®n".

El 3 de junio, en la conciliaci¨®n celebrada ante la SMAC (Secci¨®n provincial de Mediaci¨®n, Arbitraje y Conciliaci¨®n), la pupila de Tom¨¢s Cavanna "pact¨® con ¨¦l el pago de 150.000 euros con cargo a los fondos de la Xunta", tal y como hab¨ªan "concertado previamente". De esta cantidad "no se efectu¨® la retenci¨®n de 75.274,69 euros a la que estaba obligada la fundaci¨®n en concepto de rentas de trabajo" y Cavanna "tampoco liquid¨® las cantidades correspondientes a la declaraci¨®n del IRPF". Este hecho, que supondr¨ªa un delito de fraude fiscal, quedar¨¢ definitivamente impune porque ha prescrito "penal y administrativamente".

Sin p¨²blico y en bancarrota

Todo esto suced¨ªa en el momento en que la fundaci¨®n hac¨ªa agua despu¨¦s de a?os de "gesti¨®n de los acusados", recuerda la fiscal¨ªa. Tras la muerte de Cela en 2002, la instituci¨®n perdi¨® muchos patrocinadores. Al final la situaci¨®n econ¨®mica era "cr¨ªtica", se suced¨ªan los conflictos con la plantilla, las actividades y visitas del p¨²blico se hab¨ªan desplomado, y afloraba el deterioro galopante de algunos fondos emblem¨¢ticos. Estaba incluso en "peligro" la "continuidad" de la propia fundaci¨®n, asegura el fiscal. La que por el tama?o de su legado es la mayor fundaci¨®n de autor de toda Espa?a, sobreviv¨ªa a duras penas con fondos p¨²blicos desde el a?o 2007 y estaba en bancarrota. Esto era "ampliamente sabido por todos los acusados", que promovieron que la Xunta, durante el primer mandato de Alberto N¨²?ez Feij¨®o, "asumiera la tutela mediante la firma de un acuerdo econ¨®mico". En la fecha de los hechos, la Camilo Jos¨¦ Cela era ya "una fundaci¨®n del sector p¨²blico de Galicia".

Pero la casa segu¨ªa regida por los mismos. Marina Casta?o fue quien "firm¨® el cheque nominativo" para abonar los 150.000 euros el 30 de julio. Esto, a pesar de que, tal y como subraya el fiscal, "en la papeleta de conciliaci¨®n hab¨ªan establecido que el pago podr¨ªa hacerse en 10 plazos entre agosto de 2010 y mayo de 2011". El ministerio p¨²blico considera a los cuatro acusados responsables de la malversaci¨®n y pide para todos la misma pena, aunque distingue entre Marina Casta?o y Covadonga Rodr¨ªguez, a las que atribuye el papel de "autoras"; y Dositeo Rodr¨ªguez y Cavanna, a los que define como "part¨ªcipes necesarios". Adem¨¢s de los cuatro a?os y medio de prisi¨®n y los ocho de inhabilitaci¨®n absoluta, exige que devuelvan de forma "conjunta y solidaria" el dinero de la indemnizaci¨®n de aquel director, sobrino de Juan Benet, que el propio Cela fich¨® en 1993 en la Ford para confiarle su fundaci¨®n en Iria Flavia.