La mujer que cazaba ballenas antes que el capit¨¢n Ahab
La Sociedad Geogr¨¢fica Espa?ola rinde homenaje a Selma Huxley, la historiadora que desvel¨® las haza?as de los marineros vascos en Canad¨¢
Ser¨¢ casualidad, pero los ojos de Selma Huxley poseen el mismo color del mar al que ha dedicado su vida, el que ba?a las costas de Red Bay, un antiguo asentamiento pesquero en la provincia de Terranova y Labrador (Canad¨¢). La anglocanadiense, de 92 a?os, recibi¨® este mes el Premio Internacional 2018 de la Sociedad Geogr¨¢fica Espa?ola?porque sus estudios ¡°cambiaron la historia mar¨ªtima de Espa?a y Canad¨¢¡±.
Detr¨¢s de este homenaje se esconde haber desvelado la lucha de los marineros vascos que cruzaron el Atl¨¢ntico a principios del XVI en pos del ansiado bacalao para levantar poco despu¨¦s una pujante industria ballenera en Quebec y Labrador. Huxley fue capaz de identificar entre 10 y 12 puertos construidos?ex profeso para la caza y donde vivir¨ªan cada temporada unas 2.000 personas y buscaban refugio decenas de galeones antes de transportar la valiosa carga a Europa.
Casada con un arquitecto brit¨¢nico apasionado del Pa¨ªs Vasco, Huxley oy¨® por primera vez en 1956 al sacerdote P¨ªo de Montoya hablar de la ¡°leyenda¡± de los balleneros vascos en Canad¨¢. En 1972, ya viuda, se estableci¨® en O?ate (Gipuzkoa) con sus cuatro hijos y decidi¨® investigar ¡ªsin apoyo institucional¡ª archivos de Espa?a y Francia. Su tes¨®n la llev¨® directamente a su primer hallazgo importante: manuscritos y mapas relacionados con los pescadores que, entre 1540 y 1580, llenaron miles de barricas de roble con el aceite de los gigantescos mam¨ªferos (el preciado sa¨ªn con el que se elaboraban jabones y se alimentaban las l¨¢mparas) con destino a Amberes, Londres o Espa?a.
?Pero c¨®mo y por qu¨¦ los marineros espa?oles alcanzaron unas costas que se encontraban a m¨¢s de 4.000 kil¨®metros de sus puertos de origen? Cinco a?os despu¨¦s de descubrirse Am¨¦rica, el italiano Giovanni Caboto (John Cabot, le llaman los ingleses) abri¨® una ruta hacia el Nuevo Continente por el norte. All¨ª, en lo que llam¨® ¡°the New Found Land¡±, es decir, la Tierra Nueva o Terranova, hall¨® tanto bacalao que inform¨® de que se pod¨ªa ¡°coger con cestas¡±. La noticia se extendi¨® por toda Europa: era un pescado que en salaz¨®n se conservaba mucho mejor que la tradicional merluza.
As¨ª, los vascos alcanzaron Terranova, pero pronto descubrieron algo que les dej¨® sorprendidos: el actual estrecho de Belle Isle era surcado por miles de cet¨¢ceos. En 1540, organizaron las primeras expediciones. Pero unas d¨¦cadas despu¨¦s Espa?a e Inglaterra entraron en guerra y Felipe II necesitaba buena parte de los galeones y marineros vascos para la Armada Invencible (1588). Los caladeros, adem¨¢s, empezaban a agotarse, ya que se llegaron a pescar hasta 400 ballenas anuales. La industria se dilu¨ªa y comenzaba la leyenda.
En la Biblioteca Brit¨¢nica de Londres, la historiadora encontr¨® un mapa del siglo XVI con los nombres de los puertos balleneros que se?alaban los manuscritos espa?oles, datos que cruz¨® con un rar¨ªsimo libro de la misma ¨¦poca de la Biblioteca Nacional en Par¨ªs, donde se describ¨ªan los derroteros que los marinos deb¨ªan tomar en Europa. Lo novedoso y excepcional de esta obra era que su ¨²ltima parte conten¨ªa instrucciones para navegar entre esos antiguos puertos de Terranova.
Esto le permiti¨® hacer otro extraordinario descubrimiento: que los puertos balleneros vascos del siglo XVI estaban situados a lo largo de la costa sur de Labrador y Qu¨¦bec y pudo as¨ª identificar la ubicaci¨®n de la mayor¨ªa de ellos y sus nombres modernos. De esta manera, por ejemplo, Gradun ten¨ªa que ser el actual puerto de Middle Bay; Puerto Bret¨®n se convert¨ªa en Carrol Cove y Buttes, el m¨¢s importante, se convert¨ªa en Red Bay.
En 1977, Huxley organiz¨® una expedici¨®n arqueol¨®gica para corroborar lo que se?alaban los manuscritos que hab¨ªa desempolvado. Hace seis a?os, Red Bay, con sus restos arqueol¨®gicos en tierra ¡ªhornos, toneler¨ªas, esqueletos humanos, arpones y hasta barbas de ballena¡ª y con sus galeones en los fondos fue declarado Patrimonio de la Humanidad.
A principios del siglo XVII, los europeos del norte se adentraron m¨¢s en el ?rtico y encontraron, de nuevo, las apreciadas ballenas. Ingleses y holandeses, principalmente, empezaron a contratar a marineros vascos para cazarlas. La Corona espa?ola intent¨® impedirlo, incluso bajo pena de muerte, pero sin ¨¦xito, y el resultado fue la p¨¦rdida de la antigua hegemon¨ªa vasca en la caza de cet¨¢ceos. De esta manera, la industria ballenera espa?ola decay¨®, mientras comenzaba y despegaba de la del norte del continente.
Y as¨ª nacer¨¢ en la literatura anglosajona la leyenda de Moby Dick y su lucha contra el capit¨¢n Ahab, ¡°pero lo de Huxley fue mucho antes¡±, bromea Michael Barkham, doctor en Geograf¨ªa por la Universidad de Cambridge e hijo de Huxley, mientras ella sonr¨ªe a su lado, lo abraza y sus ojos brillan. Como el mar que ama.
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