La lucha por el coraz¨®n de Disney
Deslumbrante en su apartado t¨¦cnico y jugable y decepcionante en su aturullada historia, el cierre de la saga tiene luces y sombras
Hace ya una eternidad que libramos a los mundos de Disney de la oscuridad, liberamos los corazones de nuestros personajes de la infancia y dimos el ¨²ltimo paso hacia delante en la enrevesada saga de Tetsuya Nomura; una megal¨®mana obra que apareci¨® hace casi dos d¨¦cadas en la m¨ªtica Playstation 2, y que se ha extendido a base de spin-offs y remasterizaciones por todas las siguientes generaciones de consolas hasta dar con una tercera entrega (y presumible cierre) que aglutina bajo una sola bandera a toda una generaci¨®n de jugadores.
Informaci¨®n ¨²til
Compa?¨ªa: Square-Enix
Director: Tetsuya Nomura
Fecha de lanzamiento: 25/01/2019
G¨¦nero: Action-RPG
Metacritic: 83
Precio: 54,99 €
A la infantil y llena de luz, pese a su tem¨¢tica entorno a la oscuridad y la p¨¦rdida de la inocencia, primera entrega de la saga, aparecida en 2002, le sigui¨® una err¨¢tica continuaci¨®n que ampliaba una narrativa que se ha visto afectada por la cantidad de t¨ªtulos necesarios (aunque esto se puede debatir) para abarcar una historia confusa y llena de giros. Hablamos de la ¨¦poca en que nos sorprendimos con la uni¨®n entre Square-Enix y Disney, lo que se tradujo, b¨¢sicamente, en la uni¨®n en un solo videojuego de corte action-rpg de mundos de la factor¨ªa del rat¨®n y personajes y magias de la gallina de los huevos de oro del rol, Final Fantasy.
Lo cierto es que la ecuaci¨®n tiene sentido hoy d¨ªa al comprobar que los elementos principales gozaban de una excelente salud: el juego lo dirig¨ªa Tetsuya Nomura, que ven¨ªa cosechando fama desde los tiempos de Final Fantasy VII en todo el mundo, y Disney acumulaba algunos de sus m¨¢s descabellados ¨¦xitos de finales de los noventa como Mul¨¢n, Aladdin o H¨¦rcules, todos los cuales hicieron su aparici¨®n en el videojuego. Un juego, dec¨ªamos, lleno de luz y que encandil¨® a cr¨ªtica y jugadores, llegando a convertirse en un cl¨¢sico que ha tardado casi veinte a?os en completar su fastuosa saga. Con m¨¢s de una docena de juegos a sus espaldas, millones de ventas y una linea temporal que ni El se?or de los anillos, acaba de desembarcar a comienzos de este a?o Kingdom Hearts III, lo que viene siendo el intento de anudar todos los cabos sueltos y darle un sentido y un final a lo que comenz¨® como el crossover m¨¢s ambicioso del mundo del videojuego.
Y a los mandos nada menos que, de nuevo, Tetsuya Nomura, el padre de la criatura, quien dejaba a mitad el desarrollo de Final Fantasy XV para centrarse y poder sacar adelante el cierre de la trilog¨ªa principal. Lo que sucede con Kingdom Hearts III es que su desarrollo ha encarado luces y sombras, y el resultado final, como la dicotom¨ªa que evoca su trama principal, se mueve entre los mismos extremos. Sin ¨¢nimo de polemizar, no es oro todo lo que reluce en la aventura final de Sora, Goofy y Donald, pero dejaremos a un lado los aspectos negativos, por ahora.
Si la premisa principal de un videojuego debe ser la mec¨¢nica (o al menos as¨ª lo cree quien firma estas palabras), y por esto se entiende el conjunto jugable del mismo, sin duda Kingdom Hearts III ha hecho los deberes. Su virtud es la de aunar en un solo sistema de combate el dinamismo y la libertad de opci¨®n que se ha ido desarrollando, de manera natural, a trav¨¦s de cada episodio de la saga, dando como resultado un combate r¨¢pido, casi fren¨¦tico, que no pierde su car¨¢cter de rpg, pero que brinda la oportunidad de adaptar el control y los comandos a nuestras necesidades.
En este sentido, cuando se echa mano de los recopilatorios aparecidos recientemente, como Kingdom Hearts HD 1.5+2.5 Remix y se juega al original, uno se da cuenta de lo mucho que ha avanzado el sistema de combate y el placer que supone en esta tercera entrega aporrear el mando, brincar, invocar y lanzar ataques especiales. La espectacularidad de estos es la siguiente pieza en el rompecabezas, pues una larga lista de invocaciones, combos, magias y habilidades especiales impiden que el combatir se vuelva mon¨®tono, como ocurr¨ªa en muchas de las entregas anteriores.
Claro que esta clase de espectacularidad debe venir respaldada por un apartado t¨¦cnico y sonoro a la altura, y en este sentido no tenemos queja: Kingdom Hearts III resulta m¨¢gico. Mucho del esp¨ªritu del buen Disney, y sobre todo de Pixar, se ha introducido a las mil maravillas en el ADN del juego, imprimiendo car¨¢cter y fuerza al conjunto. Los gr¨¢ficos no solo quitan el hipo, as¨ª como sus efectos y el dise?o de sus entornos, sino que los mundos de Disney parecen casi indistinguibles del original.
Mientras que algunos de los mundos que visitaremos (entre los que se cuentan Toy Story, Frozen o Piratas del Caribe) desarrollan una nueva historia escrita para el juego, otros aprovechan la trama vista en la pel¨ªcula original y la entrelazan con la columna vertebral de Kingdom Hearts, dando al guion de cine una causalidad a trav¨¦s del juego. En el aspecto t¨¦cnico, los mundos de Disney est¨¢n recreados con tal atenci¨®n al detalle que si escogi¨¦ramos un fotograma descontextualizado del juego y lo coloc¨¢ramos en una encuesta, solo el ojo m¨¢s experto acertar¨ªa a diferenciar que no es la cinta original.
Y, pese a que muchas de las voces no son las originales, el esp¨ªritu est¨¢ ah¨ª y la banda sonora ayuda. Las horas que pasamos en cada uno de los mundos podr¨ªan, perfectamente, exponerse como una pel¨ªcula m¨¢s. As¨ª mismo, lo d¨²ctil del dise?o de Sora y compa?¨ªa hace que no desentonen en el paso de un entorno puramente de cuento, como es el reino de la pel¨ªcula Enredados, a uno m¨¢s realista como lo es Piratas del Caribe. El m¨²sculo gr¨¢fico de que hace gala el conjunto puede sacar pecho, orgulloso, pues el resultado apabulla.
Pero ahora es cuando nos metemos en terreno pantanoso, pues aunque las luces en Kingdom Hearts saltan a la vista a los pocos minutos de juego, tambi¨¦n lo hacen las sombras. Y, en este caso, la evidencia se rinde ante el jugador m¨¢s cr¨ªtico: la narrativa en Kingdom Hearts III es desastrosa. La sencillez en la historia de la primera entrega pronto se vio enfangada en su secuela por los m¨²ltiples personajes, los sincoraz¨®n, los incorp¨®reos y las motivaciones de un villano que no van m¨¢s all¨¢ de hacer el mal porque s¨ª. Y aunque la comunidad se afane en crear v¨ªdeos explicativos del complejo lore del juego, y por m¨¢s que Kingdom Hearts III eche mano de cuantos di¨¢logos explicativos, v¨ªdeo-res¨²menes y pr¨®logos pueda, lo cierto es que Nomura y su equipo fracasan estrepitosamente en lo que a hacernos conectar con los personajes se refiere.
Voy un paso m¨¢s all¨¢: la amistad y su fuerza es la base del poder que puede salvar el mundo en este juego, pero los di¨¢logos entre el tr¨ªo protagonista no pasan de chascarrillos sin gracia e intensos momentos de fe ciega unos en otros que no vienen de ninguna parte. Uno podr¨ªa pensar que la cantidad de t¨ªtulos que abarca la saga es m¨¢s que suficiente para haber dejado establecida la din¨¢mica de los personajes y sus relaciones, pero lo cierto es que esta apenas importa; palidece frente a lo flojo del guion en casi todo momento. Y digo ¡°casi¡± porque lo cierto es que los guiones en los mundos Disney, todo lo que tiene que ver con adaptar la trama general de Kingdom Hearts a los guiones originales de las pel¨ªculas, est¨¢ muy conseguido y brilla en algunos momentos.
?Por qu¨¦, entonces, la trama sigue avanzando a base de cinem¨¢ticas que aportan poco o nada a la construcci¨®n de una s¨®lida narraci¨®n m¨¢s all¨¢ de avanzar siempre hacia delante? Pues porque Kingdom Hearts III nunca tuvo un gran guion, hay que admitirlo, y porque sigue anclado en los tiempos de su primera entrega: sin embargo hoy d¨ªa tenemos t¨ªtulos como Zelda Breath of the Wild, Dark Souls o Red Dead Redemption II, que han llevado la narrativa un paso m¨¢s all¨¢, incluyendo al jugador en un mundo vivo y cambiante, por lo que podemos (y debemos) exigirle mucho m¨¢s al guion de un videojuego. En este sentido, la evocaci¨®n de la amistad est¨¢ mejor conseguida en el juego que Nomura abandon¨®, Final Fantasy XV. ?Podr¨ªa Kingdom Hearts III haber evolucionado sin perder su esencia? Nunca lo sabremos, pues su equipo de desarrollo ha optado por el conservadurismo para ir sobre seguro.
O?Qu¨¦ se le dice al jugador que apuesta por Kingdom Hearts III? Pues que apuesta correcta; pese a las deficiencias de guion (y me sorprender¨ªa que alguien se llevara las manos a la cabeza por esta afirmaci¨®n), el final de una odisea que ha durado casi dos d¨¦cadas es satisfactorio casi por completo. No hemos abandonado, ni unos ni otros, y hemos completado un crossover de fantas¨ªa que ha alcanzado por derecho propio el Olimpo de las grandes obras. Por muchos a?os que nos haya costado y pese a las aristas que a¨²n podr¨ªan limarse. Quiz¨¢s se pueda aplicar a Kingdom Hearts III aquello que dec¨ªa Constantino Cavafis en su poema: ¡°Cuando emprendas tu viaje a ?taca pide que el camino sea largo...¡±
Babelia
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