No culpen a la madera
La gravedad del incendio no significa que haya que eliminar las estructuras de este material
El incendio de Notre Dame no se debi¨® a la estructura de madera. Esa estructura llevaba ah¨ª, pac¨ªficamente colocada, muchos a?os y, probablemente, habr¨ªa seguido otros muchos m¨¢s si no se hubiera interpuesto un descuido en una obra de restauraci¨®n. Que se haya producido un incendio de esa gravedad no quiere decir que haya que eliminar las estructuras de madera o evitar las restauraciones.
Quiz¨¢s lo que m¨¢s nos llama la atenci¨®n de los edificios hist¨®ricos es su aspecto exterior, su ornato, la labra de la piedra, su tama?o, la audacia en su construcci¨®n. El g¨®tico nos resulta muy atractivo porque guarda un extra?o misterio de ingenier¨ªa ¡ªque es arquitectura¡ª, pero nadie, o casi nadie, repara en el trasd¨®s de las b¨®vedas, ese lugar que probablemente fuera el hogar de Quasimodo, el Jorobado de Notre Dame.
Las peque?as y las grandes iglesias, los edificios abovedados y los que no lo son, esconden un lejano espacio, definido por ese trasd¨®s y por la estructura de cubierta, ¨²til para ir dejando restos: cortinajes, cascotes, elementos diversos puntualmente innecesarios y pronto olvidados y, a menudo, convertidos en yesca.
Las estructuras de madera han dado soporte a casi todas las techumbres de nuestros edificios, sean estas de piedra, de zinc, de plomo o de teja; tambi¨¦n a los techos y artesonados. Son estructuras ligeras, provienen de un recurso renovable que aporta riqueza paisaj¨ªstica, adem¨¢s de ox¨ªgeno a la atm¨®sfera. Son aut¨¦nticos ejercicios de ingenier¨ªa. Las de los edificios g¨®ticos suelen ser enormemente complejas, casi como la estructura de una embarcaci¨®n y¡arden en muy pocos casos.
Aun as¨ª, los bomberos saben que, en general, las estructuras de madera soportan m¨¢s tiempo un incendio que las de metal o, incluso, las de hormig¨®n armado. La madera no arde sola por combusti¨®n espont¨¢nea si no est¨¢ sometida a temperaturas superiores a los 400 grados durante un cierto periodo de tiempo.
Notre Dame estaba orgullosa de su estructura y la mostraba con todo esplendor valor patrimonial y cultural como un bien magn¨ªfico en su web. La catedral lleva vistiendo madera unos 800 a?os. Viollet-le-Duc, hace m¨¢s de siglo y medio, aport¨® la necesaria renovaci¨®n sin sustituir el sistema. Notre Dame confiaba en ella. Lo sucedido el lunes es un fallo en el protocolo de seguridad de las obras de restauraci¨®n ha ocasionado un resultado catastr¨®fico.
Pero no, el problema no ha sido la madera.
Cabe preguntarse si han sido la prisa, la ligereza o la desidia las causas del siniestro. Y como el mejor remedio es la prevenci¨®n, habr¨¢ que revisar los protocolos internacionales para que algo as¨ª no vuelva a suceder. Icomos, el Consejo Internacional de Monumentos y Sitios, a cuya junta directiva pertenezco en Espa?a, se pone al tajo.
Idoia Camiruaga es arquitecta, experta en restauraci¨®n.
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