D¨ªa del Libro
Los libros no existen en s¨ª mismos, solo son puentes hacia la vida, hacia tu vida misma
Hoy es el D¨ªa del Libro y lo voy a vivir en Barcelona, a pie de librer¨ªa. Ponderamos mucho los libros y recordamos siempre el valor de la lectura. Quisiera hablar de los lectores, de las mil razones, todas diferentes, que mueven a un hombre o a una mujer a buscar un libro. Yo he mirado mucho a los ojos de mis lectores. Porque cada uno de ellos tiene una vida que trata de entender a trav¨¦s de los libros, que trata de ensanchar o de exaltar con el auxilio de una novela, de unas memorias, de un ensayo, de unos poemas.
Hay algo que es com¨²n a un escritor y a un lector: la necesidad de enfrentarse al misterio de la vida. Por eso escribe un escritor, y por eso lee un lector. El misterio de la vida que hay en el libro que firma el escritor en su mesa al aire libre del 23 de abril es el mismo misterio que lleva en sus adentros el lector que se acerca con su ejemplar para que su escritor favorito se lo firme. En ese instante, colisionan los dos misterios, y es hermoso, pero tambi¨¦n tiene algo de imp¨²dico o de complicidad desvelada. M¨¢s que dos misterios, colisionan dos soledades. Porque en medio de la muchedumbre que sale a la calle en el d¨ªa del libro todos vamos con nuestra soledad a cuestas.
Un libro te puede encender el alma, ese es el secreto. Que te enciendan el alma. Un libro puede recordarte que existe la belleza. Un libro puede recordarte que ser libre es posible. Un libro puede hacer que te enamores de ti mismo. Hay que buscar el libro que resuelva tu vida. Yo llevo buscando ese libro a?os y a?os. Por eso sigo leyendo, a la b¨²squeda del gran tesoro que en unas p¨¢ginas claras, sencillas y breves haga resonar en mi alma la campana de la alegr¨ªa. Buscamos la alegr¨ªa en los libros. Yo la busco.
Los libros no existen en s¨ª mismos, solo son puentes hacia la vida, hacia tu vida misma. Si est¨¢s enamorado de un hombre o de una mujer, los libros adornan ese amor. Si est¨¢s contemplando c¨®mo el tiempo de tu vida se marcha, los libros te acarician en el adi¨®s. La alt¨ªsima belleza de la vida no podemos callarla, por eso se invent¨® la literatura. ?Qu¨¦ es eso que tenemos delante? Es la vida. Es un mill¨®n de estrellas, un mill¨®n de cuerpos humanos haciendo el amor, es unas cuantas noches memorables en hoteles de una noche, es el suicidio, es la familia, es el fracaso, es la traici¨®n, es el mar.
No pudimos callarnos la vida, como hacen los leones, los elefantes, las ratas, las ¨¢guilas, las nubes. Ten¨ªamos que decirla. Qu¨¦ alta est¨¢ la vida hoy. Ve a buscar tu libro. En alguna parte est¨¢ tu libro. Ojal¨¢ sea el que yo escrib¨ª pensando en ti. La vanidad de la vida es una tonter¨ªa si la comparas con la vanidad de un escritor.
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