La samba brasile?a despide a su madrina
La cantante Beth Carvalho muere a los 72 a?os en R¨ªo de Janeiro
Contaba el famoso sambista Zeca Pagodinho en diciembre del a?o pasado que le costaba mucho ver a su ¡°madrina¡±, Beth Carvalho (R¨ªo de Janeiro, 1946), postrada en una cama. Pero un d¨ªa, despu¨¦s de una grabaci¨®n, decidi¨® ir a visitarla en el hospital con un grupo de m¨²sicos. Cargados con cerveza, llenaron la habitaci¨®n de alcohol y alegr¨ªa, y regalaron a Beth su pen¨²ltima rueda de samba.
La cantante muri¨® este martes por una infecci¨®n generalizada en esa misma habitaci¨®n de hospital en?R¨ªo de Janeiro a los 72 a?os. La samba brasile?a, un g¨¦nero centenario, llora su partida como la de una madre. Llevaba m¨¢s de 50 a?os cantando y no dej¨® de hacerlo hasta su ¨²ltimo suspiro. ¡°?Por qu¨¦ dejar¨ªa de hacerlo?¡±, se preguntaba. Desde hace ya una d¨¦cada sufr¨ªa graves problemas en la columna, apenas pod¨ªa moverse, pero era tan dif¨ªcil frenarla que empez¨® a hacer conciertos tumbada.
Beth se march¨® cantando y con el t¨ªtulo de madrina del samba grabado en sus obituarios. A finales de los a?os setenta ya era conocida en todo Brasil, pero nunca dej¨® de frecuentar los bares y los encuentros de sambistas en los castigados suburbios de R¨ªo de Janeiro. Fue as¨ª que descubri¨® y lanz¨® artistas como Zeca Pagodinho, Arlindo Cruz, Jorge Arag?o o el grupo Fundo do Quintal, artistas revelaci¨®n que incorporaron nuevos instrumentos y protagonizaron la ¨²ltima revoluci¨®n del g¨¦nero en los a?os ochenta. Beth fue la madrina de ese movimiento al llevarlo a sus discos y a las productoras.
¡°Es posible que si Beth no hubiese tenido esa apertura para las nuevas din¨¢micas de la samba, uno de los momentos m¨¢s transformadores de la historia del g¨¦nero hubiese quedado en los archivos de la memoria musical brasile?a¡±, ha escrito en Twitter tras su muerte el historiador Luiz Antonio Simas, experto en la cultura popular de R¨ªo de Janeiro. ¡°Esa es solo una de las contribuciones de Beth Carvalho a la cultura de Brasil¡±, elogi¨® Simas, amigo y admirador de la cantante.
Beth ayud¨® a abrir las puertas del futuro de la samba, pero tambi¨¦n contribuy¨® a recuperar algunos de los verdaderos genios de este g¨¦nero musical. Cartola y Nelson Cavaquinho, condenados a morir pobres y sin aplausos, conquistaron los o¨ªdos de todos los brasile?os gracias, en parte, al empe?o de la cantante por rescatarlos.
Era una mujer valiente e irrumpi¨® en un mundo masculino. Fue pionera y form¨® parte de lo que ella consider¨® una revoluci¨®n feminista. Ella, Clara Nunes y Alcione Nazareth fueron las primeras artistas brasile?as que vendieron tantos o m¨¢s discos que los hombres. ¡°Rompimos un tab¨²¡±, recordaba. Beth, adem¨¢s, era la blanca m¨¢s respetada en un mundo de negros. Frecuentaba los c¨ªrculos sofisticados de la bossa nova, era m¨¢s del paseo mar¨ªtimo de Ipanema que de la favela, pero aquello no le bastaba y acab¨® abrazando los ritmos del suburbio. ¡°La samba es de izquierda, del pueblo que sufre, que sabe lo es pasar hambre. Me siento muy honrada de formar parte de eso¡±, cont¨® Beth en una entrevista a este peri¨®dico en marzo de 2016.
A Beth le martirizaban los dolores, pero tambi¨¦n la pol¨ªtica de Brasil. Era admiradora del socialismo de Fidel Castro y de Hugo Ch¨¢vez, cre¨ªa en conspiraciones de los Estados Unidos y sufr¨ªa con las peripecias en los tribunales del expresidente Luiz In¨¢cio Lula da Silva. Le preocupaba el discurso hom¨®fobo y racista que multiplic¨® las redes sociales y siempre defendi¨® una pol¨ªtica en favor de los pobres. Sus ideas no ten¨ªan cabida en el Brasil de Jair Bolsonaro. Su muerte no deja hu¨¦rfanos solamente a sus ¡°ahijados¡± m¨¢s directos, sino a todo un pa¨ªs que tiene la sensaci¨®n de estar despidi¨¦ndose de lo mejor que ten¨ªa.
Este mi¨¦rcoles, su equipo de futbol, el Botafogo, abri¨® las puertas de su sede para que toda la escuela de samba de Mangueira, por la que Beth suspiraba. Los sambistas y sus amigos de toda la vida se despidiesen de su madrina. All¨ª estaba Zeca Pagodinho, una vez m¨¢s, agitando la que, esta vez s¨ª, ser¨¢ su ¨²ltima rueda de samba juntos.
Babelia
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