Victorino Mart¨ªn, se?or de Las Tiesas, el santuario cacere?o del toro bravo
¡°Mi padre fue un hombre ¨ªntegro que apost¨® por la verdad del toro como base de la fiesta¡±
¡°Este toro procede de un tronco de la rama de Vistahermosa y de una derivaci¨®n que es Saltillo. Es c¨¢rdeno, negro y entrepelado, con un buen desarrollo corporal y seriedad en su conformaci¨®n. Es encastado y fiero, y vende muy cara su vida. Es un toro que embiste muy despacio y posee una caracter¨ªstica que lo distingue de todos los dem¨¢s: el que humilla lo hace de manera muy diferente. Es un animal de cara o cruz, un toro de grandes triunfos y grandes fracasos¡±.
Habla Victorino Mart¨ªn (Madrid, 1961) mientras transita por los seis kil¨®metros del camino de tierra que finalizan en una cancela de hierro que da paso a la entrada de su finca.
Es el norte de la provincia de C¨¢ceres, a unos 20 kil¨®metros de Coria, en la carretera de Portezuelo a Acehuche; un cartel muestra la A coronada y anuncia la llegada a Las Tiesas, santuario del toro, donde pastan los victorinos.
Esta es la creaci¨®n de Victorino padre, fallecido en octubre de 2017, ¡®el mejor ganadero del mundo¡¯, en palabras de Joaqu¨ªn Vidal.
"Este es un animal de cara o cruz, un toro de grandes triunfos y grandes fracasos"
¡°Mi padre fue un hombre ¨ªntegro que apost¨® por la verdad del toro como base del espect¨¢culo. Un revolucionario, un genio, un iluminado, un hombre con suerte. Su trayectoria marc¨® un antes y un despu¨¦s en la tauromaquia moderna¡±.
¡°?l cri¨® el toro a su imagen y semejanza. S¨ª, los toros se parecen a sus criadores porque ellos seleccionan sobre un comportamiento; un ganadero pusil¨¢nime busca un toro m¨¢s flojo, y otro con car¨¢cter persigue el toro fiero¡±.
El horizonte se pierde y la vista es incapaz de definir las 1.700 hect¨¢reas de esta finca, situada en el margen derecho del r¨ªo Tajo, ba?ada por el pantano de Alc¨¢ntara, plagada de cercados, y pre?ada de hierba verde, retama, tomillo y jara. Y toros, expectantes y curiosos, que miran y olfatean al paso del veh¨ªculo.
¡°S¨ª, mi padre era un hombre de mucho car¨¢cter. La verdad es que no era f¨¢cil. En nuestra relaci¨®n hubo altibajos, pero el balance es extraordinariamente positivo. Habl¨¢bamos todos los d¨ªas y siempre estuvimos unidos¡±.
Victorino Mart¨ªn hijo, due?o y se?or de Las Tiesas, se pasea sin prisa por el cercado donde pasa sus d¨ªas la corrida seleccionada para Mont de Marsan; a la derecha, la de San Isidro. Los primeros, atentos, de mirada penetrante y fisgones ante la presencia del ganadero; los destinados a Las Ventas, aburridos, pendientes de s¨ª mismos, viendo pasar la vida con tranquilidad al margen de los visitantes.
¡°Siempre digo que no soy un heredero, sino un continuador. Mi vida ha sido la ganader¨ªa desde que nac¨ª; de los ¨²ltimos 30 a?os, 22 los pas¨¦ trabajando codo a codo con mi padre y desde 2010 como responsable directo a ra¨ªz de su enfermedad. No me asusta este compromiso porque es para lo que me he preparado toda mi vida. S¨¦, adem¨¢s, que todo lo que salga bien es gracias a la labor de mi padre, y si algo sale mal es por mi culpa. Esa es una carga que llevo en mi mochila. Siempre se nos juzga por nuestras cotas m¨¢s altas. De nosotros se espera la excelencia; a m¨ª me encanta y ojal¨¢ siga siendo as¨ª¡±.
La ma?ana es fr¨ªa y el cielo est¨¢ encapotado. Las previsiones alertan de una jornada lluviosa. All¨¢, a lo lejos, el pantano. A la derecha, unos hombres a caballo apartan una manada de toros. En otros cercados, de los treinta que inundan la finca, la vida animal es apacible.
¡°Tenemos las mismas vacas ¡ªunas 350¡ª desde hace 30 a?os. Este dato da una idea de la exigencia de nuestra selecci¨®n. Solo aprobamos el diez por ciento de las vacas que tentamos¡±.
Unos 1.1000 animales componen la ganader¨ªa de Victorino Mart¨ªn, y cada a?o lidian 15/16 corridas, unos 100 toros. El ganadero explica que por cada toro que acude a una plaza se mantienen diez animales en el campo. En total, diez camadas: a?ojos (becerros de un a?o), erales (dos a?os), utreros (tres a?os) y cuatre?os; la quinta la componen los becerritos y los toros cinque?os (el treinta por ciento de los toros, seg¨²n Victorino, por la exigencia de trap¨ªo en las plazas de primera); despu¨¦s, tres camadas de vacas, de uno, dos y tres a?os; las madres que paren componen la novena camada, (las hembras pastan en Monteviejo, una finca cercana) y los bueyes y caballos, la d¨¦cima.
La atenci¨®n preferente del ganadero y cinco personas fijas ¡ªa las que unen otras eventuales en funci¨®n de las tareas¡ª componen la n¨®mina de esta empresa ganadera.
¡°Aqu¨ª no se para ni un solo d¨ªa del a?o. La crianza del toro es cada vez m¨¢s complicada. Las exigencias sanitarias son muchas, especialmente desde que Espa?a entr¨® en el Mercado Com¨²n. Hay que sanear, resanear, vacunar, revacunar y superar diversos controles administrativos. Se pretenden erradicar enfermedades como la tuberculosis, la brucelosis y la lengua azul. Adem¨¢s, no hay que olvidar las exigencias en la plaza: hoy se pide un toro muy grande, con muchos kilos, muy rematado y que se mueva much¨ªsimo¡±.
¡°Todo ello, qu¨¦ duda cabe, supone un gasto important¨ªsimo. Quiz¨¢, nosotros no debemos hablar porque nuestra ganader¨ªa es de las m¨¢s rentables, pero este es un mal negocio. La mayor¨ªa son deficitarias y un verdadero art¨ªculo de lujo para sus due?os¡±.
La comitiva llega a los terrenos de Cobradiezmos, el rey-sol de la ganader¨ªa, el toro indultado en la Maestranza de Sevilla el 13 de abril de 2016. All¨ª pasta junto a unas 30 vacas y algunos becerros, hijos suyos, con pocos d¨ªas de vida. El ganadero avisa. Cobradiezmos es esquivo, le molestan las visitas y no duda en embestir a los visitantes. Est¨¢ cansado, y con raz¨®n, de ser el foco de las c¨¢maras y del asedio de turistas curiosos que no lo dejan vivir. No es f¨¢cil que pose para las fotos y, ante la cercan¨ªa del veh¨ªculo, escarba la tierra y avisa que est¨¢ dispuesto a defender su privacidad. Se impone la retirada.
¡°Yo no soy un heredero, sino un continuador de la obra de mi padre¡±
Fuera ya del cercado de la joya de la corona, Victorino Mart¨ªn recuerda que ha sido torero, apoderado, empresario taurino, escritor, comentarista televisivo, adem¨¢s de su profesi¨®n de veterinario, y su responsabilidad como ganadero y presidente de la Fundaci¨®n del Toro de Lidia.
¡°No, no soy el hombre orquesta. Soy ganadero por encima de todo, pero he preferido conocer todos los v¨¦rtices de este sector¡±.
Considera muy positiva su etapa como novillero. ¡°Me lo tom¨¦ muy en serio¡±, dice, ¡°y me ha ayudado para toda mi vida, porque me ense?¨® a ser disciplinado¡±.
Debut¨® en p¨²blico en 1979 y hasta 1982 fue novillero sin caballos. "Pero nunca dej¨¦ los estudios de Veterinaria¡±, aclara. En abril de 1983 se estren¨® en Nimes con picadores y lleg¨® a lidiar ocho festejos entre esa temporada y la siguiente, pero lo dej¨® porque, seg¨²n confiesa, mataba novilladas muy fuertes y su padre nunca le ayud¨® lo suficiente.
¡°La ganader¨ªa es la obra de una vida, y mi padre vio en m¨ª a su sucesor y no quer¨ªa que me distrajese¡±.
Fue apoderado de Jos¨¦ Tom¨¢s en sus inicios y quien convenci¨® a Antonio Corbacho para que se hiciera cargo de la carrera del entonces becerrista. Y, junto a su padre, ayud¨® tambi¨¦n a Miguel Abell¨¢n, C¨¦sar Jim¨¦nez, el novillero mexicano Angelino y Luis Bol¨ªvar.
En compa?¨ªa de Sim¨®n Casas y Villar Mir acudi¨® al concurso de la plaza de Las Ventas cuando lo ganaron los hermanos Lozano, y fue empresario en la de Zaragoza.
En el a?o 2000, escribi¨® el libro Victorino por Victorino, que ahora desea reeditar para completar la historia de su casa. Y durante tres a?os trabaj¨® como veterinario en la Junta de Extremadura.
La finca es tan extensa que permite ahondar en toda una vida mientras atraviesas cercados. Ah¨ª est¨¢n los toros escogidos para Sevilla, agrupados en una esquina, desconfiados ante los visitantes. Nueve toros de deslumbrante presencia, que no dudan en huir ante la cercan¨ªa humana. Entre ellos figuran los siete que Victorino ha elegido finalmente para que viajen a la Maestranza: Paquetillo, Moreliano, Corret¨®n, Paquecreas, Minueto, Bochinchero y Petrolero. Ha comenzado a llover.
¡°El toro de hoy es el m¨¢s grande de la historia; y las figuras solo quieren matar toros de unas ganader¨ªas determinadas, y eso no puede ser. Tambi¨¦n se les exige mucho a esos ganaderos comerciales. Los toreros los utilizan y, cuando no les gusta el toro, los abandonan¡±.
¡°Hay que recuperar el espect¨¢culo en su integridad. Ha desaparecido el primer tercio, las faenas son muy largas y acaban siendo cansinas. Yo cambiar¨ªa por completo el tercio de varas, desde el peso del caballo al tama?o de la puya y la forma de realizar la suerte. Es el ¨²nico momento en que el toro es protagonista¡±.
El mal tiempo obliga a buscar refugio en la casa, una moderna estancia con un gran sal¨®n con capacidad para m¨¢s de 200 personas, donde se sirven exquisiteces de la gastronom¨ªa extreme?a para los muchos aficionados que visitan este santuario.
¡°S¨ª, s¨ª, yo estoy convencido de que la fiesta tiene futuro. Si no fuera as¨ª, mal nos ir¨¢ a todos. El animalismo es algo muy grave. El toro no es m¨¢s que la cabeza de turco. Pretende igualar los animales a las personas y eliminar la utilizaci¨®n de aquellos en todas las actividades humanas, incluida la alimentaci¨®n, la vestimenta o la experimentaci¨®n. Estaremos abocados a un retroceso sin precedentes en la existencia del ser humano en este planeta¡¡±.
Las ruedas del coche dejan sus huellas en la tierra mojada. La lluvia fina ha cambiado el color de este singular escenario. Se impone una mirada a la lejan¨ªa, cuajada de motitas oscuras que se mueven con aire cansino. Son los famosos, temidos y admirados victorinos. Queda la ¨²ltima cancela antes de enfilar el camino hacia la carretera. Atr¨¢s va quedando Las Tiesas, un universo ¨²nico, otro mundo, donde nace y crece un animal que es protagonista de la emoci¨®n y la belleza.
Los 40 hijos de 'Cobradiezmos'
Cobradiezmos, el toro de Victorino Mart¨ªn indultado en Sevilla el 13 de abril de 2016, es padre de familia numerosa. Cuarenta hijos, entre machos y hembras, llevan su sangre. Siete nacieron en 2017; 20 al a?o siguiente y 13 en 2019.
Las primeras vacas las cubri¨® con las heridas a¨²n abiertas tras su lidia en el ruedo de la Maestranza.
Desde el pasado 1 de enero vive acompa?ado por 32 vacas y varios becerritos reci¨¦n nacidos, y ah¨ª pastar¨¢ como rey de su manada hasta mediados de junio.
En el oto?o, con tres a?os cumplidos, se tentar¨¢n sus primeras hijas, y el ganadero comprobar¨¢ si, adem¨¢s de haber sido un buen producto, ¡®Cobradiezmos¡¯ es un reproductor de primera.
De momento, vive tranquilo -esquivo, eso s¨ª, ante las visitas- y cumple con su importante funci¨®n de semental. Es la joya de la ganader¨ªa.
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