Ralph Rugoff: ¡°El arte es un radar para ver cosas invisibles¡±
El comisario de la Bienal de Venecia, convencido del poder de los artistas para elucidar la complejidad de nuestro tiempo, prepara una muestra paritaria, m¨¢s compacta y pegada a las problem¨¢ticas del presente
![El comisario de la Bienal de Venecia, Ralph Rugoff.](https://imagenes.elpais.com/resizer/v2/VH6OMO5QPDLYHXAKXTFYQ4JHUM.jpg?auth=5e2e8340c892419037d413af16314361cce579765f77506afb38ccdff2d39896&width=414)
Hace 70 a?os, George Orwell se adelant¨® a su tiempo al enunciar el concepto de doblepensar en su novela 1984. Defini¨® ese neologismo como ¡°la facultad de sostener dos opiniones contradictorias simult¨¢neamente, dos creencias contrarias albergadas a la vez en la mente¡±. Lo que Orwell entendi¨® como una herramienta de dominaci¨®n, anticip¨¢ndose a esta era de verdades m¨²ltiples, Ralph Rugoff (Nueva York, 1957) prefiere verlo como un instrumento de emancipaci¨®n. Para el comisario de la 58? Bienal de Venecia, que arranca esta semana en la ciudad italiana, el racionalismo cartesiano no es un buen ant¨ªdoto contra la complejidad del presente. Rugoff, que dirige la Hayward Gallery de Londres desde hace 13 a?os, aboga por usar el pensamiento ambiguo de los artistas para enfrentarse a las problem¨¢ticas actuales. Empapar¨¢n las propuestas de una bienal sin tema concreto, con un menor n¨²mero de creadores y, por primera vez, tambi¨¦n paritaria.
PREGUNTA. Su exposici¨®n lleva este t¨ªtulo: May You Live in Interesting Times (¡°Ojal¨¢ vivas en tiempos interesantes¡±). ?Por qu¨¦ lo escogi¨®?
RESPUESTA. Es una supuesta expresi¨®n china que han utilizado casi todos los pol¨ªticos del siglo XX. En realidad, es ap¨®crifa: no existe ning¨²n proverbio chino que se le parezca. Me gusta la ambig¨¹edad de la frase, que creo que define nuestra ¨¦poca. La entiendo como una invitaci¨®n a pensar que vivimos en un momento interesante, en lugar de considerarlo espantoso.
P. ?La situaci¨®n no le parece alarmante?
R. Si queremos entender los motivos de la actual situaci¨®n, el arte puede ser de gran ayuda. Por ejemplo, si intentas entender c¨®mo Trump se convirti¨® en presidente, te das cuenta de que hubo factores a los que nadie atendi¨®, porque en 2016 nadie crey¨® que fuera posible. ?Enfocamos nuestros radares en la buena direcci¨®n? Lo que digo es que al arte se le da bien ver lo que los radares no detectan¡
P. Ante la deriva de las noticias falsas y la devaluaci¨®n de la verdad, muchos apelan a un regreso del pensamiento racional. Usted defiende lo contrario: las zonas grises a las que nos conduce el arte.
R. Los artistas prestan atenci¨®n a cosas que los dem¨¢s no vemos o aportan puntos de vista novedosos sobre cosas que consideramos banales. Ese es el prop¨®sito de la exposici¨®n en Venecia: subrayar la capacidad del arte para hacer conexiones que no solemos hacer y darnos un nuevo radar que nos permita ver esas cosas invisibles.
P. ?Tiene alg¨²n ejemplo entre los artistas expuestos?
R. El trabajo del tailand¨¦s Korakrit Arunanondchai es una instalaci¨®n de tres pantallas que refleja las ficciones inventadas por el Gobierno de su pa¨ªs para dar la sensaci¨®n de que se preocupa por la poblaci¨®n. O Anthony Hern¨¢ndez, que documenta los edificios abandonados de las afueras de Roma. Sus im¨¢genes funcionan como una cr¨ªtica al capitalismo inmobiliario, pero tambi¨¦n son fotos bell¨ªsimas sobre ruinas contempor¨¢neas.
Hay 66 millones de desplazados en el mundo, m¨¢s personas que la poblaci¨®n de Espa?a. Tal vez tambi¨¦n merezcan un pabell¨®n en Venecia¡±
P. Ha dicho que las obras seleccionadas reflejar¨¢n ¡°las amenazas sufridas por las tradiciones, instituciones y relaciones de la posguerra¡±. ?A qu¨¦ se refiere?
R. Esta es, o ten¨ªa que ser, la primera Biennale despu¨¦s del Brexit, con el que el ideal de la Uni¨®n Europea empieza a descoserse. Las relaciones entre Europa y EE UU se ven sometidas a un cambio dram¨¢tico. Los Estados-naci¨®n pierden poder ante corporaciones como Amazon, Apple o Google, operadas desde para¨ªsos fiscales para no pagar impuestos. Los participantes en la exposici¨®n hablar¨¢n de estos asuntos, pero no de manera tosca ni did¨¢ctica. Por ejemplo, el artista turco Halil Altindere va a crear un pabell¨®n para los refugiados. Hay 66 millones de personas desplazadas en el mundo, m¨¢s que la poblaci¨®n de Francia, Italia o Espa?a. Tal vez ellos tambi¨¦n merezcan un pabell¨®n en Venecia¡
P. Otra instituci¨®n de la posguerra fue el propio sistema cultural, que aspiraba a democratizar el arte y a convertirlo en arma de cohesi¨®n social. En vista del estado del continente, ?ese sistema fracas¨®?
R. En realidad, el arte contempor¨¢neo es cada vez m¨¢s popular. La ¨²ltima Documenta recibi¨® m¨¢s de un mill¨®n de visitantes y la Biennale bate un nuevo r¨¦cord en cada edici¨®n [en 2017 acogi¨® a m¨¢s de 600.000 personas]. En Londres, la Tate Modern ha superado al British Museum y la National Gallery en n¨²mero de visitas, lo que resulta in¨¦dito para un centro de arte moderno. Mi lectura, cuando me siento optimista, es que ese tipo de arte supone una alternativa a la cultura comercial. No s¨¦ si el arte sigue siendo un factor de consenso social, pero tal vez nos permita aprender a tolerar otras ideas, a aceptar la diferencia.
P. Le pregunto si fracas¨® porque, cuando uno entra en un museo, hay una mayor¨ªa de personas blancas con estudios viendo las obras de otras personas blancas con estudios.
R. Es un problema real que tiene que ver con el lenguaje institucional que se utiliza para presentar el arte. Hace unos a?os organic¨¦ una exposici¨®n en un edificio abandonado y el p¨²blico no ten¨ªa nada que ver con el habitual. Mucha gente sigue sinti¨¦ndose excluida por nuestros c¨®digos. En la Hayward Gallery, una muestra dedicada a una artista asi¨¢tica [Lee Bul] tuvo un tercio de visitantes de or¨ªgenes diversos [no blancos]. En la exposici¨®n de un fot¨®grafo alem¨¢n [Andreas Gursky], solo fueron el 6%. Exponer a artistas diversos atrae a p¨²blicos diversos. Es as¨ª de sencillo¡
P. Su Biennale tambi¨¦n rozar¨¢ la paridad. El 46% de sus artistas son mujeres. Aun as¨ª, ha preferido no hacer hincapi¨¦ en sus comunicados¡
R. La declaraci¨®n m¨¢s rotunda que uno puede hacer es demostrar que lo da por sentado. No creo que todas las bienales deban tener este tipo de representaci¨®n, pero en el caso de Venecia me parec¨ªa importante [por su posici¨®n hegem¨®nica].
P. Esta vez tampoco habr¨¢ artistas muertos¡
R. En pasadas ediciones se ha resucitado la obra de artistas fallecidos, pero yo creo que ese es el trabajo de un museo. Una bienal como esta tiene lugar cada dos a?os y debe ser un espejo del arte del presente.
P. Esta vez, el n¨²mero de artistas es inferior a lo habitual. Solo habr¨¢ 79, lejos de los 120 invitados que hubo en 2017 y los 136 de 2015.
R. Enfrentarse a la obra de tantos artistas me parece el equivalente de ver una pel¨ªcula de 20 horas. No s¨¦ si el visitante puede absorber tanta informaci¨®n. Yo creo que es demasiado y que se acaba volviendo agotador. Para m¨ª, las exposiciones deben ser momentos placenteros, incluso cuando tratan de asuntos dif¨ªciles.
P. En su listado no hay artistas espa?oles. ?Hay un motivo?
R. Apunt¨¦ algunos nombres en mi lista previa, pero no entraron en la final. Ese es el problema de exponer a menos artistas: si tienes 160 plazas es m¨¢s sencillo incluir a uno de cada pa¨ªs. Adem¨¢s, no quer¨ªa repetir nombres y algunos de los preseleccionados ya hab¨ªan expuesto en los ¨²ltimos a?os. Pero no pretend¨ªa insultar a Espa?a¡
P. ?Qu¨¦ nombres tuvo en consideraci¨®n?
R. Prefiero no decirlo porque nunca se lo comuniqu¨¦ a ellos. Pero veo surgir una nueva generaci¨®n muy interesante que me atrajo cuando estuve en Espa?a haciendo mi investigaci¨®n para la muestra. En total vi a unos 2.000 artistas en todo el mundo y no todos encajaban en la idea que ten¨ªa, lo que no significa que no me gustase su trabajo.
May You Live in Interesting Times. 58? Bienal de Venecia. Del 11 de mayo al 24 de noviembre.
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