Carlos Franganillo: ¡°TVE solo crecer¨¢ si apuesta por la informaci¨®n¡±
Tras nueve meses al frente del Telediario por las noches, el periodista habla de cambios y mejoras en el ente p¨²blico
Carlos Franganillo (Oviedo, 38 a?os) fue corresponsal de TVE en Mosc¨² (2011-2014) y Washington (2014-2018) antes de convertirse, hace nueve meses, en uno de los principales cambios que introdujo Rosa Mar¨ªa Mateo en la televisi¨®n p¨²blica y pasar a presentar el telediario nocturno. Hoy es la cara de una de las novedades m¨¢s celebradas de TVE: la cobertura de la noche electoral del 28-A.
Pregunta.?Qu¨¦ necesita TVE para recuperar su lugar como referente informativo en Espa?a?
Respuesta. En estas ¨²ltimas semanas ha habido experimentos que van en buena direcci¨®n: debates, especiales de elecciones... Ha sido un enorme est¨ªmulo que se ha notado fuera, donde he visto cr¨ªticas positivas, y tambi¨¦n dentro. La gente est¨¢ ilusionada. Queremos dar un aspecto m¨¢s innovador, sin romper con f¨®rmulas cl¨¢sicas a las que los espectadores est¨¢n acostumbrados. El telediario tradicional posiblemente tiene que actualizarse, pero competimos con productos que a veces se escapan a nuestro alcance. La televisi¨®n evoluciona en unas direcciones donde una cadena p¨²blica tiene el terreno un poco vedado en algunos formatos. En la informaci¨®n, no; ah¨ª tenemos que apostar y adaptar las herramientas.
P. ?Le preocupan los datos de audiencia?
R. S¨ª, pero lo que se ha conseguido en estos meses es asentar un nuevo proyecto. La lucha es despiadada. Competimos con Pedro Piqueras, Vicente Vall¨¦s, y eso impone. Espero que con el tiempo se vaya asentando el proyecto y el p¨²blico vaya respald¨¢ndolo cada vez m¨¢s.
P. ?El presentador nota presiones pol¨ªticas?
R. Imagino que, si las hay, que lo desconozco, son responsabilidad de mandos m¨¢s altos, que no las transmiten. TVE siempre est¨¢ en el disparadero pol¨ªtico, lo que se resolver¨ªa si finalmente hubiera un concurso p¨²blico que garantice la distancia entre la influencia pol¨ªtica y el periodismo puro y duro. De momento, ha quedado en el aire.
P. ?C¨®mo est¨¢ el ambiente en TVE con esta paralizaci¨®n?
R. Hay bastante frustraci¨®n. Hace unos meses se ve¨ªa con ilusi¨®n que el tema estaba en funcionamiento.
P. ?C¨®mo recuerda su primer d¨ªa al frente del telediario?
R. Mi obsesi¨®n era cuando saliera en antena y tuviera que decir mis primeras palabras no me saliera un gallo. Ahora cada vez me siento m¨¢s c¨®modo. Ha sido un cambio radical porque estaba acostumbrado a la calle, tener un control casi al 100% de la informaci¨®n.
P. ?Cu¨¢l cree que son hoy sus puntos fuertes?
R. Hicimos un telediario en Andaluc¨ªa con la investidura de Juan Manuel Moreno, otro en el Prado... ese tipo de formatos menos pegados al cue [proyector de los textos que lee el presentador] que son m¨¢s improvisados o tienes que tirar de otros recursos, le saco m¨¢s partido y noto que es donde se ve una comunicaci¨®n m¨¢s directa. El cue es una herramienta que te esclaviza porque tienes la referencia del texto ah¨ª pero a la vez pierdes la frescura de la improvisaci¨®n. Es mi principal lucha.
P. ?Le dieron alg¨²n consejo? ?Ana Blanco, por ejemplo?
R. Habl¨¦ mucho con Ana. Sobre c¨®mo encararlo, c¨®mo comunicar sin demasiado aspaviento. Es un g¨¦nero distinto. Ahora me ha tocado hacer por primera vez especiales de elecciones en Andaluc¨ªa, con las elecciones generales... Y tener a Ana Blanco al lado es una garant¨ªa.
P. ?C¨®mo ve el clima pol¨ªtico espa?ol?
R. Ha sido una campa?a con poco contenido pol¨ªtico y mucha pu?alada y etiqueta y muchos mensajes duros para compartir y hacer virales. Es la comunicaci¨®n pol¨ªtica de nuestro tiempo y a veces es complicado moverse como periodista entre esos elementos porque corres el riesgo de convertirte en correa de transmisi¨®n de esos chistes, insultos y sin aportar demasiado contenido pol¨ªtico donde el ciudadano pueda construir una opini¨®n formada para votar.
P. Pol¨ªtica de meme¡
R. Ahora todos vivimos en ese lenguaje, pero es lo que ha pasado en otras partes.
P. ?Como en Estados Unidos, donde fue corresponsal?
R. Viv¨ª la noche electoral en la sede de Hillary Clinton en Nueva York. Cuando empez¨® a verse que Trump iba a ganar fue un shock total, como si los estadounidenses hubiesen sido invadidos por un grupo de extraterrestres. No entend¨ªan nada de lo que estaba ocurriendo en su propio pa¨ªs. Vi la enorme barrera cultural, pol¨ªtica y de mentalidad que hay en muchas zonas de EE UU. Son casi compartimentos estancos que no se entienden, no se comunican y casi no se relacionan. Y todo eso multiplicado y acelerado por las redes sociales, la capacidad que tenemos de rodearnos de opiniones similares a las nuestras que nos hacen m¨¢s dif¨ªcil ver lo que pasa al otro lado.
P. ?Y en qu¨¦ lugar queda el periodismo?
R. Nos hemos visto muy afectados por ese cambio en las reglas de la comunicaci¨®n. Las redes sociales suponen un riesgo enorme porque nuestro papel ha quedado bastante desdibujado, sobre todo de cara al espectador, por la facilidad de cualquiera de transmitir, compartir sin rigor y ni filtro. Tenemos el riesgo de que nos conviertan en objetivo, ya se ha visto en muchos movimientos pol¨ªticos recientes donde les ha salido rentable avivar la indignaci¨®n contra el periodista o el periodismo tradicional, identificando a la prensa con un tent¨¢culo del sistema o del poder.
P. ?Qu¨¦ lecciones aprendi¨® como corresponsal?
R. A ver el mundo desde otro punto de vista... Vives una primera fase de reacci¨®n o incluso de rechazo pero cuando pasan yo creo que como dos a?os empiezas a comprender y traducir c¨®mo se ve el mundo desde otro punto de vista. Esa fase es la m¨¢s enriquecedora. El aterrizaje es lo m¨¢s complicado, pero una vez superada esa frontera es cuando el corresponsal aporta de verdad.
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