La poes¨ªa salvadora de Joan Margarit gana el premio Reina Sof¨ªa
El bardo catal¨¢n, de 81 a?os, prepara una antolog¨ªa personal para satisfacer, afirma, "el placer de despedirme"
Ha servido el verso, desde sus albores, para reconfortar el alma humana. Y Joan Margarit es quien, como pocos, ha sabido darle esa dimensi¨®n en las letras espa?olas actuales. As¨ª se lo reconoci¨® ayer el jurado del 28? Premio Reina Sof¨ªa de Poes¨ªa Iberoamericana, el Cervantes del g¨¦nero, al concederle el galard¨®n, dotado con 42.100 euros.
El fallo del premio, que convocan Patrimonio Nacional y la Universidad de Salamanca, define al poeta catal¨¢n como ¡°el gran art¨ªfice de la poes¨ªa como instrumento moral¡±. Un instrumento ¡°b¨¢sicamente, de defensa propia, de defensa moral ante tu propia vida¡±, interpretaba el autor de Estaci¨®n de Francia y Joana ayer en su casa en Sant Just Desvern, muy cerca de Barcelona. ¡°La poes¨ªa no es literatura; es otra cosa¡±, dice. Y lo argumenta raudo, con el realismo l¨ªrico que vertebra su obra, una treintena larga de t¨ªtulos traducidos a casi una decena de lenguas. ¡°Si quiero hablar de alguien, en prosa me basta con escuchar y mirar afuera; si quiero reflejar a esa persona en un poema, primero debo ponerla dentro de m¨ª. En poes¨ªa no puedes hallar nada fuera; todo est¨¢ dentro de uno y ah¨ª hay tambi¨¦n mucha porquer¨ªa: rencor, cosas fatuas... Hay que encontrar lo bueno y, en un segundo estadio, transformarlo en palabras¡±.
Sostiene Margarit (Sana¨¹ja, Lleida, 80 a?os), segundo catal¨¢n que logra el premio tras Pere Gimferrer (en 2000) y 13? espa?ol, que la poes¨ªa es, junto ¡°a dos o tres instrumentos m¨¢s¡±, la ¨²nica defensa que tiene el ser humano. ¡°Si se te muere un hijo, ?c¨®mo lo haces? ?Te sirve un partido de f¨²tbol? Siempre me pregunto si en alg¨²n momento crucial de la vida una obra de arte o literaria o filos¨®fica me har¨ªa llorar, si me salvar¨ªa entonces... Hay muy pocas¡±.
?l parece haber construido m¨¢s de una. Y v¨¢lidas tanto en Catalu?a (donde es desde hace casi una d¨¦cada el poeta m¨¢s popular), como en Espa?a o en Am¨¦rica Latina (donde sus poemarios se editan ya en edici¨®n biling¨¹e, cuando no versionados por ¨¦l mismo tras su edici¨®n en catal¨¢n). ¡°Son los lugares donde pueden entender tu lengua; yo no me traduzco, tengo la suerte de poder hacer el poema en dos lenguas: Des d¡¯on tornar a estimar no puede traducirse; por eso lo titul¨¦ Amar es d¨®nde¡±, ejemplifica quien empez¨® escribiendo en castellano en 1963 (Cantos para la coral de un solo hombre) y a finales de los setenta salt¨® al catal¨¢n.
¡°Has de empezar con la lengua materna, siempre; no hay un solo gran poeta que no haya escrito con ella; mi producci¨®n inicial en castellano no val¨ªa nada; eso s¨ª, trabaj¨¦ con ella 20 a?os... Yo vivo una situaci¨®n ¨²nica en el mundo: tengo mi catal¨¢n materno y un castellano que aprend¨ª a bofetadas, con la sombra de la Guardia Civil y la miseria de una posguerra de dictadura; pero pens¨¦ que esa lengua no se la devolv¨ªa, que tambi¨¦n era m¨ªa¡±.
Con ambas ha buscado, desde siempre y quiz¨¢ con ese orden, verdad y belleza, desterrando todo eufemismo: ¡°Las palabras no pueden mentir; el enga?o acaba saliendo: con la mentira o la banalidad no se puede forjar poes¨ªa¡±.
A sus 81 a?os, sobre su mesa siguen floreciendo poemas. ¡°Tengo una treintena; veremos qu¨¦ queda tras el descarte y la depuraci¨®n¡±, avanza este autor que escribe no ya desde la madurez, sino desde la senectud, dice. ¡°Hay dos momentos clave en la vida: la infancia y la senectud; antes de esta ¨²ltima vives un tramo, que yo llamo el del l¨ªo, que es necesario, es el enga?o del personaje, en el que no sabes qu¨¦ es la vida. Y eso no se descubre hasta el final; es ah¨ª cuando ves lo que ha sido vivir y cuando llegas al conocimiento profundo de lo que te ha pasado... Es una joya y eso, a los 40 a?os, no lo ve ni Nietzsche¡±, bromea con su risa franca y estent¨®rea.
Habr¨¢ hacia noviembre un acto de entrega del galard¨®n, que ir¨¢ acompa?ado de una antolog¨ªa. En cualquier caso, ¨¦l ya prepara una, que conformar¨¢n unos 60 o 70 poemas. ¡°Quiero tener el placer de despedirme¡±, explica, y de pensar que, a lo mejor, con algunos se ha ¡°salvado un poco de la vida de alguien¡±. Se lo confes¨® as¨ª, textualmente, un se?or de unos 70 a?os que le abord¨® no hace mucho en un museo de Madrid. ¡°Se escribe para eso; la poes¨ªa solo puede servir para salvar; o para nada¡±.
Babelia
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.