Cambio de ciclo en Deutsche Grammophon

Deutsche Grammophon (DG) mira hacia el futuro con un ojo en el pasado. Lo demuestra la portada de este disco. Actualiza la habitual imagen del director de orquesta de mediana edad que representaba Herbert von Karajan. Y ahora, bajo el m¨ªtico sello amarillo de la corona de tulipanes de Hans Domizlaff vemos a una joven llamada Mirga Gra?inyt?-Tyla. La postura es similar: expresi¨®n concentrada, ojos cerrados y batuta apuntando al cielo. Esta lituana de 32 a?os parece destinada a cambiar la historia. De momento, se ha convertido en la primera directora de orquesta con un contrato exclusivo en los 120 a?os de este prestigioso sello discogr¨¢fico de m¨²sica cl¨¢sica. Su debut en solitario, tras una espor¨¢dica colaboraci¨®n con el violonchelista Sheku Kanneh-Mason (Decca), representa un necesario cambio de ciclo. El evento ha copado la portada de mayo en la prestigiosa revista Gramophone con un reportaje titulado ¡°El momentum de Mirga¡±.

Pero hay mucho m¨¢s que una brillante directora en este doble disco de DG. Junto a su nombre vemos al violinista let¨®n Gidon Kremer, una figura capital para Gra?inyt?-Tyla. Kremer propici¨® su debut discogr¨¢fico en 2015 al frente de la Kremerata Baltica, en el sello ECM. Y esa grabaci¨®n le descubri¨® uno de sus principales ¨ªdolos: el compositor ruso de origen jud¨ªo-polaco Mieczys?aw Weinberg (1919-1996). Hablamos del verdadero tercer hombre de la m¨²sica sovi¨¦tica, tras Prok¨®fiev y Shostak¨®vich. Uno de los compositores m¨¢s injustamente desconocidos del siglo XX. Un refugiado que huy¨® de los horrores nazis, que fue maltratado en su pa¨ªs adoptivo y cuyo reconocimiento lleg¨® demasiado tarde. Su impresionante legado incluye 26 sinfon¨ªas, 7 ¨®peras, 17 cuartetos, aparte de conciertos, sonatas, canciones, ballets, cantatas y partituras para el cine, el teatro o el circo. El principal impulso a su figura lleg¨® en 2010 con el estreno de su ¨®pera La pasajera en el Festival de Bregenz, que podr¨¢ verse la pr¨®xima temporada en el Teatro Real para celebrar su centenario.

Aparte de La pasajera, Weinberg consider¨® que su composici¨®n m¨¢s importante era la Sinfon¨ªa n? 21 ?Kaddish, terminada en 1991. Est¨¢ dedicada a las v¨ªctimas del gueto de Varsovia, donde perecieron sus padres y su hermana. Una imponente epopeya musical que concita el lamento y el horror por medio de un sorprendente juego de contrastes, luces y sombras que adereza con alguna cita, como la Balada n? 1 de Chopin. Esta grabaci¨®n se realiz¨® coincidiendo con el estreno brit¨¢nico de la obra, en noviembre pasado. La Sinf¨®nica de la Ciudad de Birmingham suma la cuerda de la Kremerata Baltica. Y Gra?inyt?-Tyla los dirige con mayor solidez expresiva que la pionera grabaci¨®n de Vas¨ªliev (Toccata), aunque cometa el atrevimiento de cantar la parte de soprano solista. Kremer, por su parte, da vida a los t¨¦tricos solos de viol¨ªn de la obra, que considera un equivalente a lo que habr¨ªa sido la Und¨¦cima sinfon¨ªa de Mahler. Tambi¨¦n se incluye la temprana Segunda sinfon¨ªa (1946), que pudo escucharse en la reciente SMR de Cuenca, donde Gra?inyt?-Tyla amasa y exprime a una excelente Kremerata Baltica. Un impresionante debut en DG. Pero esto es solo el principio.

Weinberg. Sinfon¨ªas 2 y 21. Mirga Gra?inyt?-Tyla. Gidon Kremer (viol¨ªn). Kremerata Baltica. City of Birmingham Symphony Orchestra. Deutsche Grammophon.