Arte, capitalismo y sexo: cuando Duchamp conoci¨® a Koons
Una muestra en el Museo Jumex de M¨¦xico yuxtapone las obras del genio dada¨ªsta y el artista vivo m¨¢s cotizado del mundo
Si el artista vivo m¨¢s cotizado del mundo se encuentra con el m¨¢s influyente del siglo XX en el pa¨ªs m¨¢s surrealista, ?qu¨¦ puede salir mal?
A priori nada. Al menos esa es la intenci¨®n de la exposici¨®n Apariencia desnuda: el deseo y el objeto en la obra de Marcel Duchamp y Jeff Koons, aun, que yuxtapone desde este domingo en el Museo Jumex de Ciudad de M¨¦xico las obras del genio dada¨ªsta y del estadounidense, apenas unos d¨ªas despu¨¦s de que el segundo se haya consagrado como el m¨¢s valorado por el mercado del arte; Rabbit (1986), una de sus piezas m¨¢s c¨¦lebres fue comprada en subasta por 91,1 millones de d¨®lares. La muestra, de 80 obras cedidas por una treintena de colecciones y que debe su nombre al t¨ªtulo de los ensayos de Octavio Paz sobre Duchamp, se esfuerza en perseguir lo que el franc¨¦s denomin¨® ¡°la cointeligencia de los contrarios¡±, las similitudes o afinidades frente a la inevitabilidad de querer ver una filiaci¨®n entre ambos que plantean exposiciones de este tipo, m¨¢s si cabe entre dos figuras tan polarizadoras.
¡°Tanto Duchamp como Koons cuestionaron, en pleno siglo XX, el siglo del consumo, la funci¨®n de los objetos y la fascinaci¨®n por los bienes de consumo. Al mismo tiempo desarrollaron filosof¨ªas individuales, pero complementarias, sobre el deseo y el gusto y propusieron nuevas formas de pensar el arte y el yo¡±, explica el comisario de la exposici¨®n, Massimiliano Gioni, director art¨ªstico del New Museum, de Nueva York. ¡°No se trata de una exposici¨®n con la que queramos probar que Koons es el nuevo Duchamp¡±, se apresura a advertir Gioni. Para este especialista, el creador de Rabbit ¡ªuna de cuyas copias se expone en M¨¦xico¡ª ¡°es mucho m¨¢s importante de lo que la gente piensa, pues parece que solo se le relaciona con el precio de sus obras¡±.
Sea por la cotizaci¨®n o la monumentalidad de sus obras, desde la Bailarina sentada, una escultura de nailon inflable de 14 de metros de alto, que da la bienvenida desde la calle por la que se accede al museo, hasta Balloon dog o Play-Doh, dos de sus creaciones m¨¢s reconocidas, se vuelve inevitable considerar que la presencia de Koons acapara gran parte de la muestra, pese a la genialidad que suponen esculturas como La fuente o La rueda de bicicleta, del artista franc¨¦s. O el v¨ªdeo de Andy Warhol sobre Duchamp, un d¨²o al que, cronol¨®gicamente, para muchos pudiese seguir la obra de Koons, pero que para no pocos carece de coherencia el mero hecho de plantearlo.
¡°Abrirse al mundo¡±
¡°Cuando era joven no pod¨ªa entender el poder del arte hasta que me cruc¨¦ con el trabajo de Monet y Duchamp¡±, aseguraba el jueves el propio Koons, que naci¨® en Pensilvania y visitaba con frecuencia el Museo de Arte de Filadelfia, donde se encuentra gran parte de la obra del dada¨ªsta. Apenas unas horas despu¨¦s de que Robert Mnuchin hiciese saltar por los aires en Nueva York la banca de Christie¡¯s, Koons se esforzaba durante una conferencia de prensa en M¨¦xico en ensalzar la figura de Duchamp. ¡°El trabajo de Duchamp mostraba que ya todo est¨¢ aqu¨ª, que solo hay que abrirse al mundo que te rodea¡±, dijo el jueves en conferencia de prensa.
Gioni ha concebido la muestra a partir de cinco ejes. Uno se retrotrae a lo que el historiador del arte David Joselit denomin¨® la ¡°er¨®tica de las cosas¡± y tiene que ver, seg¨²n el comisario, con que ambos artistas comparten una ¡°sorprendente fijaci¨®n por el modo en que los objetos cotidianos pueden evocar el deseo y proyectar o reflejar la sexualidad¡±. El sex appeal de lo inorg¨¢nico engloba la utilizaci¨®n por parte de Duchamp y Koons de aparatos mec¨¢nicos y productos tecnol¨®gicos como ¡°met¨¢foras del cuerpo humano, la sexualidad y los engranajes del deseo¡±, explica Gioni. El cl¨ªmax de la obra del franc¨¦s, en este caso, ser¨ªa El gran vidrio, que no ha podido ser trasladada a M¨¦xico desde Filadelfia, y la serie The new, de Koons, inspirada en el hipercapitalismo de los a?os ochenta de Nueva York.
Vice sans fin o Las anatom¨ªas del deseo parte de la idea de que el eros es algo primordial en las obras de ambos artistas. ¡°La base de todo¡± para Duchamp, recuerda el comisario italiano. ¡°El erotismo y la sexualidad bullen bajo la superficie de la obra de Koons y constituyen un elemento fundamental de su est¨¦tica de la aceptaci¨®n: el objetivo de su obra es alentar al espectador a aceptar todas sus necesidades y deseos humanos, por muy carnales o comunes que sean¡±, ahonda Gioni.
El alter ego femenino que crear¨ªa Duchamp, Rrose S¨¦lavy; los ready-mades conversan con Banalidad o Lujo y degradaci¨®n, dos de las series escult¨®ricas de Koons, sobre el deseo y el gusto bajo la idea de Identidad como medio, la antesala de Inocencia y corrupci¨®n, un gui?o tambi¨¦n al avant-garde, y a los s¨ªmbolos de la infancia presentes en sus creaciones.
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