Disecci¨®n del poder en cinco episodios

Mucho se ha dicho en M¨¦xico sobre 1994, aquel a?o horrible en el que confluyeron su apertura al mundo, el asesinato de un candidato presidencial, la irrupci¨®n de un ej¨¦rcito insurgente y una catastr¨®fica crisis econ¨®mica. Un cuarto de siglo ha pasado desde entonces y poco parece haber desgastado en la memoria colectiva un a?o que, en el recuerdo, parece haber marcado el fin de la inocencia para un pa¨ªs. Durante aquellos meses la conversaci¨®n que pretend¨ªa vender la entrada en la modernidad fue interrumpida abruptamente por la violencia y el reclamo de los olvidados de siempre.

Netflix ha decidido que el aniversario es buen momento para detenerse nuevamente en aquella gran narrativa compuesta por sobresaltos. La plataforma apost¨® con dos proyectos. El primero, una ficci¨®n de ocho episodios llamada Historia de un crimen: Colosio, lanzado en marzo. El segundo, una miniserie documental, producida por Vice, de cinco episodios de 45 minutos estrenada este viernes. El periodista Diego Enrique Osorno, quien ha decidido explorar en los ¨²ltimos a?os el cine como herramienta, es el gu¨ªa en este viaje que dirigi¨® y coordin¨® durante m¨¢s de dos a?os.

1994 tira el anzuelo desde sus primeros minutos. Carlos Salinas de Gortari se r¨ªe sarc¨¢sticamente ante el entrevistador, quien le ha pedido que se presente brevemente. ¡°?Quieres que te d¨¦ un resumen de mi CV?¡±, dice el expresidente con una mueca socarrona. El antepen¨²ltimo hombre fuerte del PRI est¨¢ sentado en su casa, donde tiene un vitral con la bandera de M¨¦xico. Salinas da la entrevista en un sal¨®n rodeado de la parafernalia que lo acompa?¨® en la cima del poder, entre ellas cuatro bandas presidenciales que port¨® sobre el pecho los 1 de septiembre de 1988 a 1994.

El testimonio de Salinas es uno de los m¨¢s de 30 que forman la visi¨®n coral de la serie documental. Es tambi¨¦n una de las opiniones m¨¢s importantes dentro del medio centenar de entrevistas grabadas por la producci¨®n. Pero las palabras del expresidente tienen otro peso, pues es considerado popularmente como el gran villano de la ¨¦poca. Osorno cuestiona a Salinas por medio de un interrotron, una tecnolog¨ªa creada por el veterano documentalista Erroll Morris que permite al entrevistado hablar a la c¨¢mara mientras ve en ella un reflejo del entrevistador. Esto crea para el espectador la ilusi¨®n de que Salinas le est¨¢ confesando el terremoto que gener¨® cuando eligi¨® a Luis Donaldo Colosio como su sucesor o lo que le pidi¨® la viuda de este, Diana Laura Riojas, tras el magnicidio.

El antagonista a esa versi¨®n de la historia es el Subcomandante Marcos, hoy conocido como Galeano, quien da su primera entrevista frente a una c¨¢mara desde 2006. Desde la selva, el rebelde que comand¨® a un ej¨¦rcito en Chiapas los primeros minutos de 1994 --justo cuando M¨¦xico so?aba con amanecer miembro del primer mundo¡ªdice sin rodeos que no hay inocencia en la pol¨ªtica mexicana, palabras que difuminan los colores que dibujan el relato de la candidatura de Colosio y la presidencia de Ernesto Zedillo.

Es Zedillo, quien arranc¨® su presidencia con una crisis econ¨®mica que le cost¨® al pa¨ªs una deuda de 43.000 millones de d¨®lares, uno de los pocos ausentes en el documental. Su punto de vista est¨¢ representado por algunos de sus secretarios de Estado y de su escritor de discursos. Adem¨¢s, en 1994 figuran los testimonios de Ra¨²l Salinas, el hermano ¡°inc¨®modo¡± del presidente investigado por peculado y homicidio; el hoy canciller Marcelo Ebrard, cercano al rival de Colosio Manuel Camacho Sol¨ªs; Alfonso Durazo, hoy secretario de Seguridad de L¨®pez Obrador y confidente de Colosio; exfiscales que investigaron el asesinato y algunos de los supuestos involucrados en el homicidio como Rodolfo Mayoral y Othon Cort¨¦z. Osorno asegura que el Gobierno mexicano le neg¨® la entrevista con Mario Aburto, el hombre condenado a 40 a?os de prisi¨®n por haber asesinado al excandidato del PRI el 23 de marzo de 1994 en Tijuana, Baja California. A pesar de esto, el documentalista logr¨® desclasificar material in¨¦dito de los interrogatorios al llamado ¡°asesino solitario¡±.

1994 es luz sobre una herida marcada en la memoria mexicana. La serie tambi¨¦n es informaci¨®n novedosa para una generaci¨®n cuyo primer contacto con el PRI fue el Gobierno de Enrique Pe?a Nieto. Para ellos, el nombre de Carlos Salinas es conocido principalmente en boca de L¨®pez Obrador, quien lo consider¨® ¡°el innombrable¡±, su principal adversario. Salinas ha roto su silencio. Y el documental muestra que a¨²n puede citar de memoria a Maquiavelo.