Mart¨ªn Chirino, forjador de una isla universal
El homenaje p¨®stumo que el C¨ªrculo de Bellas Artes brind¨® al escultor, fallecido el pasado marzo, subraya su obsesi¨®n por llevar la esencia de Canarias a su forma m¨¢s cosmopolita
Su padre trabajaba en el astillero del puerto de Las Palmas y ¨¦l capt¨® desde bien ni?o los olores de las soldaduras y del mar. Como el progenitor, Mart¨ªn Chirino (1925-2019) tambi¨¦n se enfrentar¨ªa al hierro, material que su carrera como escultor elev¨® a la categor¨ªa de t¨®tem absoluto. Esto en la teor¨ªa, porque en la realidad era todo algo m¨¢s complejo: Chirino fue, ante todo, un forjador, que extra¨ªa formas de las m¨¢s diversas materias. No solo del pensamiento, tambi¨¦n del aire, que le serv¨ªa para construir inteligentes met¨¢foras. Y hasta de la arena, esa arena canaria sobre la que conoci¨® a algunos de sus compa?eros de generaci¨®n.
El recuerdo de Chirino como creador total centr¨® el homenaje p¨®stumo que al artista canario, fallecido el pasado 11 de marzo, le brindaron ayer martes siete gestores y artistas de diferentes ¨¢mbitos de la cultura que compartieron experiencias con ¨¦l. En el C¨ªrculo de Bellas Artes de Madrid en un acto organizado por esta instituci¨®n, la Fundaci¨®n de Arte y Pensamiento Mart¨ªn Chirino y la editorial Galaxia Gutenberg, los participantes destacaron tambi¨¦n un segundo perfil de uno de los grandes escultores abstractos del siglo XX espa?ol: su trabajado af¨¢n por, desde su Gran Canaria natal, reflexionar sobre el sentido del arte isle?o y canario y convertirlo en un modelo que, aunque particular, pudiera trascenderse a s¨ª mismo y convertirse en universal.
Ante una Sala de Columnas abarrotada para la ocasi¨®n, Juan Casta?o, director de la fundaci¨®n que lleva el nombre del artista, puso como ejemplo de esta preocupaci¨®n uno de los pensamientos postreros del escultor. ¡°Cuando se plante¨® la constituci¨®n de la Fundaci¨®n [naci¨® en 2015], ¨¦l ten¨ªa muy claro que su obra deb¨ªa estar en Canarias, pero para que desde all¨ª se pudiera proyectar: una de las principales directrices que impuso fue que deb¨ªa apuntar al mundo¡±, revel¨®. Pero esto no acentuaba ning¨²n car¨¢cter ¡°nacionalista¡± o ¡°localista¡± del creador, a?adi¨® el moderador del di¨¢logo y periodista de EL PA?S Juan Cruz, quien, como canario, record¨® los debates ¨ªntimos que Chirino mantuvo consigo mismo en torno a la relaci¨®n ideal de los j¨®venes isle?os con el mundo.
El escritor y cr¨ªtico de arte Juan Manuel Bonet habl¨® de los episodios que contribuyeron a labrar la figura internacional de Chirino. Destac¨® entre ellos la conexi¨®n de finales de los a?os cincuenta con el mundo estadounidense, que culmin¨® en 1960 con la muestra colectiva que varios artistas espa?oles, entre ellos Chirino, presentaron en el Museo de Arte Contempor¨¢neo de Nueva York. En esta dimensi¨®n global del artista grancanario abund¨® tambi¨¦n Joan Tarrida, editor de Galaxia Gutenberg, sello que ha publicado recientemente Mart¨ªn Chirino. La memoria esculpida, el libro de conversaciones del autor con el periodista Antonio Puente. La obra es un buen ejemplo para rastrear al Mart¨ªn Chirino hombre tras la traza del Chirino artista, siempre en continua comunicaci¨®n e inseparables. Puente cit¨® una idea que expresa el pensamiento del artista y bien podr¨ªa haber servido como epitafio: ¡°Lo universal sin ra¨ªz es una impostura, y la ra¨ªz sin universal, un mero localismo¡±.
Las intervenciones del ministro de Cultura en funciones, Jos¨¦ Guirao, y del presidente del C¨ªrculo de Bellas Artes, Juan Miguel Hern¨¢ndez, se remontaron a la labor que desempe?¨® Chirino como gestor cultural poco despu¨¦s de que concluyera la Transici¨®n. Una incursi¨®n que en principio contrastaba con la imagen de artista comprometido con su creaci¨®n que renuncia a extrav¨ªos que lo distraigan de su verdadero cometido. ¡°Exist¨ªa en esos a?os una ilusi¨®n compartida por construir instituciones de un modo colectivo¡±, se?al¨® Guirao como explicaci¨®n a la decisi¨®n de Chirino de asumir en 1983 la presidencia del C¨ªrculo de Bellas Artes, un organismo hist¨®rico sobre el que entonces sondeaba el espectro de una posible disoluci¨®n. ¡°Acept¨® el sacrificio que para su obra eso significaba¡±, abund¨® Hern¨¢ndez.
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