¡°Putin era un ¡®playboy¡¯, pero ha entendido el peso del Estado ruso¡±
El escritor Eduard Lim¨®nov, cuya fama creci¨® gracias a la obra que le dedic¨® Emmanuel Carr¨¨re, relata en ¡®El libro de las aguas¡¯ sus andanzas amorosas, literarias y militares
¡°Hagan todo lo posible para cultivar todo aquello que los distinga de los dem¨¢s¡±. Eso dice Eduard Lim¨®nov en El libro de las aguas. ?l ha hecho y ha sido casi todo. Este martes se dispon¨ªa a ba?arse en las aguas del Mediterr¨¢neo. No parece nada excepcional para este poeta, novelista, pol¨ªtico, periodista, guerrillero, atracador, preso, chapero, mujeriego, fascista, estalinista, punki, dandi, indigente¡ Pero as¨ª cumple, a los 76 a?os, su vieja promesa de 1972 de tomar el ba?o all¨¢ donde ha podido y le ha llevado su incre¨ªble periplo vital.
Tan incre¨ªble que cuando Emmanuel Carr¨¨re public¨® hace seis a?os su c¨¦lebre novela Lim¨®nov, que propuls¨® la popularidad del escritor ruso, muchos lectores pensaron que se trataba de un personaje de ficci¨®n. Pero ah¨ª est¨¢, sentado frente al mar, flaco, fibroso, tranquilo, risue?o pero categ¨®rico en sus juicios, sin pudor, con una perilla canosa a lo Lenin, reposando el arroz con mero que acaba de probar reci¨¦n llegado de Mosc¨², mientras apura una copa de vino blanco.
Bibliograf¨ªa en castellano
Eduard Lim¨®nov tiene varias obras publicadas en espa?ol que resultan accesibles.
Historia de un servidor (Ediciones del Oriente y del Mediterr¨¢neo, 1991).
Historia de un granuja (Ediciones del Oriente y del Mediterr¨¢neo, 1993).
Soy yo, ?dichka (Marbot Ediciones, 2014).
El libro de las aguas (Fulgencio Pimentel, 2019).
¡°Cada cosa tiene su tiempo, eso es todo. Hay uno para las tetas y los muslos de Maggie, reina de la coca¨ªna, y otro para el fusil de asalto Kalashnikov¡±, apunta en un cap¨ªtulo del libro editado por Fulgencio Pimentel (y traducido por Tania Mikhelson y Alfonso Mart¨ªnez Galilea). Lo escribi¨® durante su estancia de m¨¢s de dos a?os en prisi¨®n, entre 2000 y 2003, acusado de tr¨¢fico de armas. Lim¨®nov se distancia de lo que dec¨ªa entonces. ¡°Me he hecho m¨¢s viejo ahora y resulta que la vejez me ofrece otros temas para reflexionar. Siempre me ha gustado meditar tanto como a otra gente le gusta comer carne¡±, explica.
El libro son fragmentos de su vida a partir de los recuerdos vinculados con el agua: mares, oc¨¦anos, r¨ªos, saunas, lluvias¡ Las playas del Pac¨ªfico, del Atl¨¢ntico, de la mediterr¨¢nea Ostia, donde asesinaron a Pasolini; el Volga, el Danubio, el Pac¨ªfico o el Panj, afluente del Amu Daria que hace de frontera entre Afganist¨¢n y Tayikist¨¢n, desfilan por las p¨¢ginas de un libro con momentos de lirismo, patetismo y militarismo en el que el protagonista es el autor, un personaje que parece transitar entre el rey y el mendigo.
No en vano, mucho antes de que se pusiera de moda la autoficci¨®n en los cen¨¢culos literarios, Lim¨®nov ya hac¨ªa de su capa un sayo y escrib¨ªa con un yo m¨¢s grande que su amado Kalashnikov: ¡°Julio C¨¦sar y Montesquieu ya eran autores de autoficci¨®n. No es un invento moderno. Yo me di cuenta de que las autobiograf¨ªas son interesantes para el lector¡±.
¡°Muchos opinan que como literato soy muy bueno. Yo tambi¨¦n lo creo. Cuando nac¨ª lo ¨²nico que me ofreci¨® mi pa¨ªs fue la literatura. A lo mejor, en otro tiempo, me hubiera convertido en una estrella del rock, no en uno cualquiera, porque siempre he sido muy competitivo¡±, afirma sin inmutarse.
En castellano se han publicado cuatro novelas. Soy yo, ?dichka (Marbot Ediciones) es la m¨¢s c¨¦lebre. La escribi¨® en Nueva York en 1976, fue publicada en Par¨ªs en 1979 y cuando sali¨® en Rusia en 1991 vendi¨® m¨¢s de un mill¨®n de ejemplares. Es un referente sobre todo para los escritores j¨®venes rusos. ¡°S¨ª, eso dicen. Yo no lo s¨¦. Creo que ellos quieren un poco de mi gloria, pero yo no lo hago por dinero y ellos s¨ª. Intentan imitarme pero no lo logran¡±.
Vestido con pantal¨®n vaquero y su¨¦ter negro, accede a quitarse este para hacerse fotos con su camiseta blanca, que lleva impreso el rostro del dem¨®grafo Malthus. Pero evita mostrar su tatuaje del hombro que representa una granada de mano, porque est¨¢ muy delgado y ya no tiene los brazos musculados como anta?o.
Lim¨®nov se uni¨® a las fuerzas serbobosnias en la Guerra de los Balcanes, a criminales como el l¨ªder Radovan Karadzic. ¡°Ahora est¨¢n todos en La Haya [en el Tribunal Internacional de Justicia], muertos o en prisi¨®n¡±, apunta sin abundar m¨¢s en el tema.
S¨ª se extiende un poco m¨¢s cuando se le pregunta c¨®mo se puede ser fascista y comunista al tiempo, y por la ideolog¨ªa del Partido Nacional Bolchevique, que fund¨® en 1993: ¡°Europa es muy demod¨¦, muy conservadora. Segu¨ªs creyendo en los dogmas de la Revoluci¨®n francesa. Hay muchos ejemplos de partidos de derechas e izquierdas que se mezclan y nosotros fuimos los primeros. En mayo, conoc¨ª a los chalecos amarillos [de Francia] y me fui muy contento. Se acab¨® la lucha de la derecha contra la izquierda. Ahora la lucha es entre el pueblo y las ¨¦lites¡±.
F¨¦rreo adversario hace unos a?os de Vlad¨ªmir Putin, el escritor ruso parece haber modulado su juicio, tras la intervenci¨®n en Ucrania, donde creci¨®, y la anexi¨®n de Crimea: ¡°Putin era un playboy como su amigo Berlusconi, pero despu¨¦s se hizo m¨¢s sabio con la edad y entendi¨® el peso grave del Estado ruso. Es nuestra tierra hist¨®rica¡±.
¡°Despu¨¦s del libro que me dedic¨®, no ha tenido tantos ¨¦xitos¡±
Eduard Lim¨®nov debe la mayor parte su fama fuera de Rusia (tambi¨¦n en Francia, aunque en este pa¨ªs ya era un escritor conocido) a la novela de Emmanuel Carr¨¨re Lim¨®nov (Anagrama), que recorr¨ªa su vida. El autor ruso agradeci¨® al franc¨¦s la popularidad que le procur¨® pero poco m¨¢s. Este martes, Lim¨®nov habl¨® de la relaci¨®n entre ambos: "A veces nos carteamos, pero pocas veces. Despu¨¦s del libro dedicado a m¨ª, no ha tenido tantos ¨¦xitos. Empec¨¦ a leer su libro dedicado al ap¨®stol Pablo [El Reino, tambi¨¦n en Anagrama] y aunque soy un lector muy voraz no pude aguantar m¨¢s de 250 p¨¢ginas. Ahora, que yo sepa, sobre todo hace cine", dijo. Carr¨¨re cont¨® en su momento que cuando vio a Lim¨®nov pegando tiros junto al l¨ªder serbobosnio Radovan Karadzic en un documental de la BBC, dirigido por el hoy reputado cineasta polaco Pawel Pawlikowski (Ida, Cold War), tuvo una crisis y no sab¨ªa si continuar con la redacci¨®n de un libro sobre un personaje que resultaba tan atractivo como siniestro.
Tras varios a?os persigui¨¦ndolo, Pawlikowski ha desistido de dirigir la adaptaci¨®n de la novela Lim¨®nov. "La ¨²ltima noticia que tengo es que ya no es el director de la pel¨ªcula, aunque la productora sigue con el proyecto", se?ala el escritor ruso, que tiene dos hijos, en la playa de El Saler, en Valencia.
La elecci¨®n de esta ciudad para el desembarco del autor, que en su vida de indigente y escritor underground en Nueva York conoci¨® el incipiente movimiento punk (que luego incorpor¨® a su partido) y a Marky Ramone (de los Ramones), obedece a la idea de los editores de Fulgencio Pimentel de que se ba?ara tambi¨¦n en el Mediterr¨¢neo espa?ol como lo ha hecho en muchos otros sitios, siguiendo la tem¨¢tica de El libro de las aguas. De hecho, Lim¨®nov coment¨® este martes que visit¨® Madrid hace muchos a?os pero apenas lo recuerda.
Los editores tienen previsto ir hoy a un balneario de Castell¨®n para continuar con su plan y luego viajar¨¢n a Madrid, donde el viernes presentar¨¢ su nueva obra en la Feria del Libro junto al periodista de EL PA?S Manuel Jabois.
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