El enigma del escritor implausible

Un thriller claustrof¨®bico ¨CBasada en hechos reales (2017), de Roman Polanski-, una comedia (aparentemente) ligera ¨CDobles vidas (2018), de Olivier Assayas- y un whodunit libresco y matizadamente bufo ¨CLa biblioteca de los libros rechazados, de R¨¦mi Bezan?on- han ido desfilando por la cartelera para dar fe, a partir de sus contrastadas estrategias, de lo firmemente enraizada que est¨¢ la pasi¨®n bibli¨®fila en la cultura francesa, aprovechando, de paso, el inagotable potencial narrativo que posee toda inmersi¨®n en los entresijos ¨Cen apariencia, tan poco cinematogr¨¢ficos- de la industria editorial. En los tres casos, el viejo trazo sat¨ªrico, com¨²nmente orientado a se?alar la fatua petulancia de los c¨ªrculos intelectuales, da paso a algo m¨¢s, a una mirada que sabe trascender el manique¨ªsmo sosteni¨¦ndose sobre un palpable conocimiento de causa al¨¦rgico a los clich¨¦s mec¨¢nicos. Otro rasgo que permite relacionar tres trabajos tan distintos pasa por su respectiva habilidad para proponer productivos di¨¢logos con g¨¦neros cinematogr¨¢ficos de clara vocaci¨®n popular, iluminador indicio que de que, en el pa¨ªs vecino, la lectura se sigue considerando cosa de todos, valor democr¨¢tico.

Partiendo de una novela del mismo David Foenkinos que inspir¨® (y llev¨® al cine en colaboraci¨®n con su propio hermano cineasta) La delicadeza (2011) y alcanz¨® el reconocimiento cr¨ªtico con su reivindicaci¨®n de la figura de Charlotte Salomon, La biblioteca de los libros rechazados se centra en la investigaci¨®n en torno a la autor¨ªa real de un manuscrito sorprendente: una novela que armoniza la muerte de Aleksandr Pushkin con la cr¨®nica de una ruptura sentimental en presente, firmada por un pizzero difunto que, en vida, no hab¨ªa manifestado ning¨²n tipo de inquietud literaria. La pel¨ªcula de Bezan?on apuesta por una ligereza que no quiere hacer sangre, aunque su trama fija dos dianas para lanzar sus dardos cr¨ªticos: las convicciones jer¨¢rquicas de un cr¨ªtico literario medi¨¢tico y la ciega obsesi¨®n de la industria editorial por encontrar el pr¨®ximo fen¨®meno de mercado.

Si bien la resoluci¨®n del misterio resulta apresurada y ortop¨¦dica, la pel¨ªcula luce alg¨²n pico de finura estil¨ªstica, como el que protagoniza ese reportaje televisivo en torno al fundador de la biblioteca en cuesti¨®n.