Uruguay vive una edad de oro del ballet cl¨¢sico
El director art¨ªstico Igor Yebra se inspira en el Quijote, Picasso o Benedetti mientras consolida el ¨¦xito de p¨²blico y el prestigio que dej¨® la direcci¨®n (refundacional) de Bocca
En menos de diez a?os el ballet cl¨¢sico se ha convertido en un fen¨®meno social en Uruguay: las funciones se desarrollan sin localidades vac¨ªas, cada estreno es un gran evento, bailarines y directores art¨ªsticos son aut¨¦nticas celebridades. Su?Ballet Nacional?compite con las grandes compa?¨ªas de Brasil, Chile o Argentina, super¨¢ndolas muchas veces en poder de convocatoria y prestigio.
En el?teatro del Sodre, en el centro de Montevideo, los bailarines entran y salen de la gran sala de ensayo. Hay un revuelo de tut¨²s y zapatillas de punta que cada cual mezcla con ropa deportiva de marca, configurando el ambiente singular de gimnasio ultra moderno con m¨²sica cl¨¢sica. La variedad de origen e idiomas de los miembros de la compa?¨ªa convierte el teatro en el lugar m¨¢s cosmopolita de Uruguay.
Se ensaya Noche Francesa, espect¨¢culo que contiene Suite en blanc de Serge Lifar y el Sombrero de tres picos de L¨¦onide Massine, con escenograf¨ªa y vestuario dise?ado por Pablo Picasso. Con esta obra el ballet pretende ponerse al ritmo del gran evento cultural del a?o en Uruguay: la exposici¨®n de Picasso en el Museo Nacional de Artes Visuales de Montevideo, que ha supuesto, por primera vez, el traslado de decenas de obras del maestro desde Par¨ªs.
El director art¨ªstico del ballet, el espa?ol Igor Yebra, ha vuelto a plantear un espect¨¢culo que conecta con el momento social del pa¨ªs, como hiciera en 2018 con el exitoso El Quijote del R¨ªo de la Plata, obra que marc¨® la declaraci¨®n de Montevideo como ciudad cervantina y dio a conocer la figura del exc¨¦ntrico uruguayo Arturo Xalambr¨ª (1888-1975), el mayor coleccionista de obras de Cervantes fuera de Espa?a.
Yebra, que ha bailado en compa?¨ªas de los cinco continentes y entre muchas otras cosas fue ¨¦toile del Ballet de la Opera de Burdeos, prepara tambi¨¦n una ambiciosa representaci¨®n de La Tregua, de Mario Benedetti, con motivo de los cien a?os del nacimiento del autor en 2020. Para la ocasi¨®n reunir¨¢ a m¨²sicos y core¨®grafos nacionales y extranjeros para seguir creando un "sello propio" que identifique al ballet. "Esta compa?¨ªa tiene como objetivo mostrar el talento que tiene el pa¨ªs, queremos internacionalizar nuestro trabajo para que Uruguay pueda mostrar lo suyo con mucho orgullo", explica Yebra.
El primer mill¨®n
En 2018, el ballet lleg¨® a su espectador un mill¨®n, contabilizado desde el a?o de la refundaci¨®n de la compa?¨ªa en 2010, cuando el presidente Jos¨¦ Mujica contrat¨® personalmente al gran bailar¨ªn argentino Julio Bocca. Y es que hace nueve a?os Uruguay empez¨® a recorrer el camino inverso al resto del mundo, invirtiendo en ballet cl¨¢sico, cuando en la mayor¨ªa de los pa¨ªses se hacen recortes.
Bocca inici¨® entonces una tarea tit¨¢nica en la que tuvo que ocuparse de traer bailarines, formarlos, habilitar locales, dise?ar espect¨¢culos y hasta, en una ocasi¨®n, hacer de operador de sonido cuando la orquesta hizo huelga. El bailar¨ªn se enfrent¨® al obstruccionismo de algunos funcionarios del Auditorio Nacional, libr¨® muchas batallas, pero en pocos a?os logr¨® el ¨¦xito m¨¢s brillante que ha registrado la cultura uruguaya en estos a?os. As¨ª, de celebrarse funciones para 50 personas, en 2018 se alcanzaron los 147.000 espectadores anuales, a todo lo que dan las localidades y funciones disponibles, en una progresi¨®n que no parece tener techo.
Su sucesor, Igor Yebra, piensa que Uruguay ten¨ªa esa demanda latente y un fermento de d¨¦cadas de grandes espect¨¢culos de danza cl¨¢sica: "Hab¨ªa sed y hambre de cultura, y por eso hubo una gran respuesta del p¨²blico, los uruguayos tienen un gran nivel cultural y una tradici¨®n de ballet que se remonta a principios de los a?os XX, cuando las grandes compa?¨ªas rusas cruzaban el Atl¨¢ntico y ofrec¨ªan grandes espect¨¢culos en Montevideo o Buenos Aires".
Los precios bajos han sido sin duda un factor clave, ya que las localidades van desde los 60 pesos (1,7 d¨®lares) a los 950 pesos (unos 28 d¨®lares). En 2017, la dimisi¨®n de Bocca, agotado y harto de los problemas de gesti¨®n, fue un gran esc¨¢ndalo que provoc¨® hasta la comparecencia de la ministra de Cultura en el Parlamento. La llegada de Igor Yebra fue tambi¨¦n un acontecimiento: "Aqu¨ª he recibido un enorme respeto y me he dado como tarea consolidar lo realizado por Bocca, reforzar todos esos cambios que se hicieron r¨¢pido y ahora hacen necesario crear estructuras que puedan ser permanentes", afirma.
Cambio de divisas
Yebra debe de ser el ¨²nico director art¨ªstico del mundo que conoce el tipo de cambio del euro, d¨®lar y peso como el mejor broker, o que maneja con la legislaci¨®n aduanera como un abogado de negocios. "La subida del d¨®lar y del euro me tiene muy preocupado, porque me est¨¢ cambiando el presupuesto. Importamos la mayor¨ªa de los insumos con los que trabajamos, por ejemplo, algo tan esencial como las puntas de las bailarinas. Tambi¨¦n tenemos que hacer entender a las autoridades, que protegen la industria local, que a veces no podemos usar las medias nacionales por un tema de calidad", explica Yebra.
El mayor desaf¨ªo del Ballet Nacional uruguayo es atraer talentos. Las compa?¨ªas europeas o estadounidenses, situadas en grandes capitales, son un im¨¢n para los bailarines de todo el mundo, cosa que no sucede con la lejana Montevideo. Por ello, la creaci¨®n de una escuela que retenga profesionales y de mecanismos para que los uruguayos que se marchen luego regresen es algo primordial para Igor Yebra.
En 2012, la vuelta de la gran bailarina uruguaya Mar¨ªa Noel Riccetto mostr¨® que el camino norte-sur era posible. La Riccetto, como la conocen los uruguayos, es desde entonces primera bailarina y una celebridad a la altura de los futbolistas. As¨ª, ballet y f¨²tbol son actualmente los principales espect¨¢culos que mueven masas en Uruguay.
Babelia
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