El neoliberalismo como patolog¨ªa
Roberto Velasco critica la econom¨ªa actual, que consagra la elusi¨®n fiscal y pal¨ªa las crisis con recortes sociales
Al fin, en la p¨¢gina 168 de Las fisuras del bienestar en Espa?a, Roberto Velasco encuentra el quid, el orto del encogimiento del Estado de bienestar en el mundo: ¡°El sistema tributario actual resulta incapaz de captar los recursos que necesita la poblaci¨®n mundial, en buena parte porque la elusi¨®n fiscal de las empresas multinacionales asciende y deja unas p¨¦rdidas para los ciudadanos del mundo de m¨¢s de 500.000 millones de d¨®lares al a?o¡±. Lo que se proclama ah¨ª del mundo es aplicable a la Uni¨®n Europea y a Espa?a. El Estado de bienestar se desmorona porque los mecanismos tributarios vienen siendo desactivados con una eficacia devastadora por los poderes reales inspirados por el neoliberalismo y sus ramificaciones ideol¨®gicas posteriores.
El libro de Velasco admite varios grados de implicaci¨®n lectora. Se puede recorrer como una relaci¨®n de datos, fechas y opiniones recibidas, al modo de Flaubert, con el prop¨®sito inocente de saber qu¨¦ pasa y por qu¨¦ pasa. Tambi¨¦n se puede hojear (pasar las hojas) en busca de comparaciones truculentas. Por ejemplo: ?c¨®mo es posible que Espa?a sea uno de los pa¨ªses europeos con mayor porcentaje de riesgo de pobreza si est¨¢ entre los 10 primeros socios en renta per capita? Tal divergencia dar¨ªa para un tomo de la Enciclopedia Brit¨¢nica, a condici¨®n de que se citaran los nombres de los responsables econ¨®micos y pol¨ªticos de semejante desbarajuste. Pero es m¨¢s divertido entresacar los significados del texto en busca de una impugnaci¨®n radical de las pol¨ªticas econ¨®micas dominantes, casi todas t¨®xicas. Y no porque el autor favorezca esta interpretaci¨®n, sino porque la acumulaci¨®n de n¨²meros y citas, extensa e intensa, permite esa lectura inexorable.
En el caso de que se seleccione la opci¨®n divertida (por descontado, la m¨¢s pr¨®xima a la realidad), las conclusiones sintetizadas (en este espacio no caben otras) ser¨ªan parecidas a las siguientes: 1) Sin un sistema tributario eficiente no hay posibilidad de Estado de bienestar; 2) la econom¨ªa global, por el contrario, opera sobre el principio de que una parte del beneficio de la econom¨ªa convencional y de la nueva econom¨ªa procede de la elusi¨®n fiscal; 3) la superaci¨®n de la crisis financiera se ha conseguido, sobre todo en Espa?a, mediante la mutilaci¨®n, hasta l¨ªmites de cine gore, del gasto social y de la inversi¨®n en servicios p¨²blicos, del bienestar en suma; 4) las fisuras del bienestar son en realidad grietas e incluso zanjas profundas, cavadas con ah¨ªnco desde 2008 hasta hoy, y 5) existe una presi¨®n reconocible y sostenida, desde los grupos de presi¨®n pol¨ªtica (?es necesario recordar el papel de PP y Ciudadanos en este aquelarre?), a instancias de la cr¨¨me de la cr¨¨me de patrimonios y rentas, para que esa sima sea permanente, los ajustes sean eternos y no haya una vuelta atr¨¢s en el principio de la desigualdad como motor del crecimiento.
Existe, en fin, una interpretaci¨®n de vuelo m¨¢s amplio, probablemente solo apta para polit¨®logos de la Costa Este e historiadores de Cambridge, de la acumulaci¨®n de datos, citas y cifras recolectados en Las fisuras... Tal ex¨¦gesis, simplificada a pie de barra de bar, podr¨ªa enunciarse as¨ª: o manda la pol¨ªtica o manda la econom¨ªa. Como advirti¨® Comte Sponville, no hay peor confusi¨®n que situar a la segunda por encima de la primera. No hay m¨¢s remedio que recurrir a soluciones radicales ¡ªhay que insistir, Velasco no incita a ellas¡ª, y la m¨¢s radical es declarar, de una vez por todas, que el neoliberalismo y sus formas alotr¨®picas vigentes constituyen una patolog¨ªa social, como el fundamentalismo religioso, la histeria colectiva o el apocalipsis zombi de la extrema derecha.
Las fisuras del bienestar en Espa?a. Roberto Velasco. Catarata, 2019. 288 p¨¢ginas. 19 euros.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.