De mina de carb¨®n a monasterio laico
El pintor David Colinas ofrece una segunda vida a Pozo Julia, un yacimiento de antracita abandonado en 1991 en el que muestra 86 obras
Reutilizar, revisitar, reciclar, repensar... Rescatar del olvido viejos espacios y ofrecerles una vida nueva, aunque esta sea ef¨ªmera, es una pr¨¢ctica recurrente en el arte contempor¨¢neo. Hay muchos ejemplos, pero la exposici¨®n que el estadounidense Julian Schnabel?present¨® en 1988 en el viejo cuartel del Carmen de Sevilla, en la que sus grandes pinturas sobre lonas de camiones militares y rings de boxeo se colgaron en un edificio semiderruido del siglo XIV, marc¨® al entonces joven artista David Colinas (leon¨¦s, de 57 a?os). Tres d¨¦cadas despu¨¦s, el artista ha ocupado las instalaciones de Pozo Julia, una mina abandonada en 1991, en Fabero (Le¨®n), para convertirla en un "monasterio laico" con la exposici¨®n Colinas de carb¨®n.
"Siempre he querido sacar el arte de los espacios en los que habitualmente se muestra y Pozo Julia,?con una arquitectura industrial totalmente austera y descarnada ya por el paso del tiempo, es el lugar ideal. No pod¨ªa haber so?ado con otro sitio mejor para mostrar a mis criaturas", reflexiona David Colinas, quien ha colgado sus obras en todos los espacios, incluidos los ba?os de los obreros, los de los "facultativos", la lampister¨ªa o los vestuarios de los mineros.
"Todos estos compartimentos, pintados con cemento desva¨ªdo, me recuerdan el aspecto desolador que tiene la famosa c¨¢rcel de Alcatraz [en la bah¨ªa de San Francisco y que puede visitarse]; pero tambi¨¦n las celdas del convento de San Marcos, en Florencia, con frescos de Fra Angelico. Es un lugar que sobrecoge e invita a la meditaci¨®n", apunta Colinas mientras observa c¨®mo se multiplican sus obras en los espejos del ba?o de los t¨¦cnicos mientras suenan cantos gregorianos.
Sus obras, a primera vista abstracciones con atractivas mara?as de color, est¨¢n pobladas por personajes de trazos gruesos y colores primarios que se amontonan en un aparente desorden, pero que van saliendo a medida que el espectador le presta algo m¨¢s de atenci¨®n. Lo que Colinas define como "neoexpresionismo rom¨¢ntico" y que lleva haciendo desde principios de los ochenta se ha ido acercando a una figuraci¨®n desenfadada en la que sus personajes, animales reales y fant¨¢sticos, m¨¢scaras y humanos tan esquem¨¢ticos como los de las pinturas rupestres, han cobrado protagonismo en los ¨²ltimos a?os. "Una constelaci¨®n de signos que constantemente nos reclaman, estando a punto de cristalizar de manera completa, aunque finalmente se quedan en un estado latente, que anima la superficie como algo a descifrar, una escena que se sujeta casi por los pelos al orden de la representaci¨®n; un jerogl¨ªfico, un esquema, un mapa inconcluso...", escribe en el cat¨¢logo el cr¨ªtico de arte ?scar Alonso Molina.
Colinas, quien en las d¨¦cadas de los ochenta y noventa pas¨® largas temporadas en Sevilla, actualmente vive entre Madrid y Vejer de la Frontera (C¨¢diz), donde tiene su estudio del que han salido series como Las tentaciones, Antruejos, Primarias y De carb¨®n, esta ¨²ltima creada espec¨ªficamente para Pozo Julia y en la que aparecen peque?os textos.
La muestra, que podr¨¢ verse hasta el 20 de agosto, incluye 86 obras realizadas en los tres ¨²ltimos a?os, sobre cart¨®n reciclado y algunas de gran formato (300x190 cent¨ªmetros). Ocupa algo m¨¢s de 4.000 metros cuadrados: todas las instalaciones en superficie del yacimiento. La visita, en la que miner¨ªa y arte conviven con naturalidad, comienza en la sala de compresores desde donde puede verse el castillete con las dos jaulas en las que sub¨ªan y bajaban mineros y mineral.
El complejo Pozo Julia, cedido por la empresa Antracitas de Fabero al Ayuntamiento de la localidad, est¨¢ abierto al p¨²blico desde 2007 con una visita guiada que realizan mineros jubilados y Yolanda Robles, hija de minero, y en la que se incluye la simulaci¨®n de la bajada a una galer¨ªa. Las instalaciones ya se hab¨ªan utilizado antes como sala de exposiciones, desde que en 2015 el escultor faberense Tom¨¢s Ba?uelos, vicedecano de Estudiantes de la Facultad de Bellas Artes de la Complutense de Madrid, impuls¨® el proyecto Cian-m (Centro de Interpretaci¨®n Arte, Naturaleza y Miner¨ªa), en el que colaboran la Universidad Complutense y el Ayuntamiento de Fabero. El Cian-m ofrece talleres de verano?¡ªeste a?o, del 1 al 13 de julio¡ª que imparten los pintores Antonio L¨®pez y F¨¦lix de la Concha y el escultor Ba?uelos. Los cursos, para los que tambi¨¦n se ofrecen becas, finalizan cada verano con una exposici¨®n en los grises espacios de la antigua mina.
Babelia
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