Aleix, ganador de ¡®MasterChef¡¯ 7: ¡°Hay malos ratos, pero la cocina sigue siendo el hilo conductor del programa¡±
El catal¨¢n venci¨® en la edici¨®n menos vista de la historia del concurso
Aleix Puig (Manresa, 27 a?os) es un pescadero que lleva toda su vida dedicado al negocio familiar. Y casi tanto tiempo so?ando con ser cocinero profesional. Hoy est¨¢ un poco m¨¢s de cerca de lograrlo tras ganar la s¨¦ptima edici¨®n de MasterChef, cuya final se emiti¨® el martes por la noche. Aleix se llev¨® la victoria, con un men¨² en el que homenaje¨® al mar y a su tierra, en la edici¨®n menos vista de la historia del programa y con m¨¢s broncas entre compa?eros y con los jueces. Por primera vez, la media del programa ha bajado de los dos millones de espectadores (1.855.000, 14,9% de cuota de pantalla).
Pregunta. La final se grab¨® hace tiempo...
Respuesta. Es horroroso no poder contarlo, porque adem¨¢s soy de una ciudad al ladito de Barcelona, que es Manresa, no es muy grande, y claro, ya te conoce todo el mundo de por s¨ª, porque tenemos negocios locales y la gente pasa y pide que le cuentes. Un d¨ªa y otro al final es verdad que es una angustia incre¨ªble.
P. ?Por qu¨¦ este men¨²?
R. El entrante, como vengo de una familia trabajadora y humilde, quise usar productos muy habituales y econ¨®micos y un poco de mi tierra, que es el pan con tomate, que es un producto que encuentras en todas las mesas, y lo que hice fue darle una vuelta y hacer unas texturas de pan con tomate y a?ad¨ª un producto t¨ªpico de mi casa, una sardina curada, ahumada, marinada. En el principal entramos en mi mundo, el del pescado, y quise un poco representar donde estaba en ese momento, en la final de MasterChef. Mi trayectoria en el programa comenz¨® con muy buenos emplatados, pero con poco sabor en la comida, con sabores muy suaves, y lo que hice fue una representaci¨®n del mar en la que empec¨¦ con sabores muy suaves, como un tartar de gambas y terminar con sabores fuertes, como una vieira curada con yuzu [fruta c¨ªtrica asi¨¢tica], un rodaballo con ponzu [una especie de vinagreta japonesa] y al final el plato lo un¨ªa una salsa central de rodaballo que es lo que representaba esa evoluci¨®n. Y el postre era una mirada al futuro, a d¨®nde vamos y representa unas piedras lunares que hice con unos productos que llevaban un licor de naranja por dentro y en el centro coloqu¨¦ un producto muy t¨ªpico de mi tierra que es la crema catalana para representar que siempre, est¨¦s donde est¨¦s, hay que tocar los pies con el suelo y saber d¨®nde est¨¢s [El restaurante MasterChef en Madrid incluir¨¢ en su carta este postre].
P. ?En qu¨¦ punto est¨¢ el sue?o de convertirse en chef?
R. Ha cogido forma. El d¨ªa que Pepe [Rodr¨ªguez, uno de los jueces] dijo el nombre del ganador, retom¨¦ toda esa alegr¨ªa que tuve de m¨¢s joven y que por motivos equis tuve que aparcar. Estoy m¨¢s motivado que nunca a seguir con la cocina, a seguir form¨¢ndome desde abajo del todo y de no parar.
P. ?Dejar¨ªa el pescado?
R. Con el negocio familiar, gracias a mi madre, que sigue ah¨ª al pie de ca?¨®n, me puedo permitir aparcarlo un tiempo y seguir form¨¢ndome como cocinero.
P. ?Qu¨¦ aporta un programa como MasterChef?
R. Es un talent show muy completo, y aparte de aprender cosas de cocina, hay unas tramas entre los compa?eros que terminan enganchando cien por cien al espectador. Cuando ando por la calle, casi todas las preguntas son basadas en la cocina, pero s¨ª que es verdad que mucha gente se interesa tambi¨¦n un poco por la parte personal
P. Y tambi¨¦n se le ha seguido en redes sociales y se ha comentado su f¨ªsico...
R. Desde peque?ito he hecho mucho deporte, mi abuela ya era muy alta y me he intentado cuidar un poco con la alimentaci¨®n. El tema fan lo llevo muy bien, porque la gente, cuando te para por la calle, la primera palabra siempre va encarada por el tema cocina.
P. Ha sido una edici¨®n bronca, que ha recibido muchas cr¨ªticas...
R. A lo mejor, por una globalizaci¨®n entera de muchos programas de cocina y muchos realities en general, la gente a veces quiz¨¢ tiene una visi¨®n que no es la concreta. Hay malos ratos o malos rollos, como puede haber en todos los programas y en la vida misma, pero creo que la cocina sigue siendo el hilo conductor del programa y as¨ª seguir¨¢.
P. Hasta fue amonestado...
R. Tengo un problema. A m¨ª, el tema de la barandilla [donde se sit¨²an los que se clasifican directamente para la prueba final], se me com¨ªa. Yo soy de trabajar, de estar abajo, estar a la guerra y, si me salvo, que sea desde abajo. Estar ah¨ª arriba cuando te das cuenta que hay una amiga que lo est¨¢ pasando mal, que te mira con esa cara de cordero degollado... Ya me castigaban en el colegio por hablar, sigo sin cambiar, y me llev¨¦ el delantal negro.
P. ?Qu¨¦ pensaba durante el ¨²ltimo cocinado?
R. Me cost¨® como un cuarto de hora entrar en la rutina del cocinado porque te das cuenta que est¨¢n todos los exconcursantes arriba, que se te clavan los ojos, que ponen mucha confianza en t¨ª. Y estaba mi familia, a la cual hac¨ªa much¨ªsimo tiempo que no ve¨ªa. Te lo juegas todo en un cocinado. Empec¨¦ un poco perdido y a la que asent¨¦ un poco la cabeza empec¨¦ a disfrutarlo, porque una final est¨¢ para disfrutarla, aparte de para ganarla.
P. ?Qu¨¦ tipo de televisi¨®n ve?
R. La veo, pero no mucho. Ahora con Netflix veo muchos documentales de cocina, veo cosas que me aportan alguna cosa y al final el fin de semana veo pel¨ªculas. No soy un adicto a la televisi¨®n, estoy todo el d¨ªa en la calle, con el m¨®vil en la mano, soy millenial y eso es lo que pasa.
La final de MasterChef fue vista por 2.041.00 espectadores con una cuota de pantalla de l 18,8%, la primera vez que est¨¢ por debajo del 20%. Ha sido la final menos vista en sus siete ediciones. En la primera logr¨® 5.524.000 espectadores (33,1%) y en la sexta 2.968.000 espectadores (27,7%).
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