Calor
Mientras dure el bochorno solo ver¨¦ comedias de Lubitsch, Sturges, Wilder, Edwards, Berlanga, Monicelli, Comencini...
Urgen remedios dr¨¢sticos no ya para la indefensi¨®n de los ancianos y los enfermos f¨ªsicos ante el calor monstruoso, caen como moscas en el acoso del depredador, sino tambi¨¦n para los locos, los solitarios no resignados y los que tienen corro¨ªda el alma. Su volc¨¢n puede entrar en erupci¨®n y las consecuencias son muy crueles. Y no lo arregla ni el aire acondicionado ni que la televisi¨®n, ese mueble tan peligroso, pretenda entretenerles o amodorrarles.
Como soy un inconsciente y me tomo en serio lo de escribir de vez en cuando de la tele, llevo varios d¨ªas viendo series y documentales sobre gente s¨®rdida, padeciendo una sobredosis de realidad. La serie brasile?a La muerte vende, retrato del periodista, presentador de televisi¨®n exmadero, carro?ero y g¨¢nster Wallace Souza (hay muchos en el primer oficio obsesionados con aumentar su audiencia a costa de lo que sea, pero no hasta el extremo de ordenar cr¨ªmenes para que sus c¨¢maras sean las primeras en llegar al lugar del asesinato), es sorprendente, pero tambi¨¦n repetitiva. Y acabo agotado en el cuarto cap¨ªtulo de tanta infamia, de la manipulaci¨®n emocional de los m¨¢s tirados, en la ciudad de Manaos.
Pero no aprendo. Como los somn¨ªferos no hacen efecto, imagino que por el estado nervioso que desata el puto calor, contin¨²o con An American Dream, otro documental sobre Donald Trump. Sospecho que ser¨¢ apasionante, pero lo clausuro a la media hora. ?Qu¨¦ demonios hago contemplando las golfer¨ªas y los triunfos de uno de los m¨¢s asquerosos reyes del universo que han existido? Mientras dure el bochorno solo ver¨¦ comedias de Lubitsch, Sturges, Wilder, Edwards, Berlanga, Monicelli, Comencini... Ser¨¢n el ¨²nico ant¨ªdoto contra el monstruo.
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