¡°Para los mexicanos la conquista no es pasado¡±

Cuando era un muchacho, el estudiante de historia Federico Navarrete se preguntaba por?las tres almas de los mexica (cabeza, coraz¨®n y entra?as). De todo el pasado precolombino de Mesoam¨¦rica, era la espiritualidad de sus pueblos lo que m¨¢s le llamaba la atenci¨®n. ¡°?C¨®mo ser¨ªa pensar con el coraz¨®n?¡±, se preguntaba. ¡°Aunque soy ateo, me llam¨® la atenci¨®n que hubiera otras culturas en que la idea de alma fuera tan diferente de la cristiana¡±, recuerda a sus 55 a?os el historiador mexicano.

El contraste entre culturas, la percepci¨®n presente de tiempos pasados, la explicaci¨®n occidental de mundos perif¨¦ricos acabar¨ªan por integrar el n¨²cleo de su obra. O al menos una parte importante. Si la concepci¨®n del espacio-tiempo mesoamericano del siglo XV resulta esencial en su trabajo, la manera de contar y explicar la conquista no lo es menos. Navarrete, integrante del prestigioso Instituto de Investigaciones Hist¨®ricas de la UNAM, presenta novedades en ambos campos .

La editorial Turner acaba de publicar su ¨²ltimo libro, Historias mexicas, un ensayo que usa viejas leyendas aztecas para explicar que su concepci¨®n del espacio y el tiempo ¡ªel cronotopo, dice, tomando el concepto de Albert Einstein¡ª es muy diferente del nuestro. Sorprendentemente, explica, "en el cronotopo imperial mexica ¡ªen las primeras dos d¨¦cadas del siglo XVI, poco antes de la llegada de Hern¨¢n Cort¨¦s a Veracruz¡ª "su era concluir¨ªa por una fuerza que vendr¨ªa de fuera. Eso no es distinto a c¨®mo vivimos el presente nosotros, con las cat¨¢strofes ambientales, con este miedo apocal¨ªptico, fundamental en la cultura contempor¨¢nea".

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Pregunta: ?Por qu¨¦ hablar de temporalidades pasadas?

Respuesta: Es la salida que he encontrado para resolver el problema entre mito e historia. Tradicionalmente, la historia se entiende en un tiempo lineal, ¨²nico y universal. Es el tiempo que usan los arque¨®logos y la mayor¨ªa e historiadores. A mi me interesa explicar otras formas de temporalidad sin caer en la dicotom¨ªa entre tiempo verdadero y tiempo m¨ªtico. En estos ¨²ltimos 20 a?os, la fe en el progreso, el tiempo lineal, ha entrado en crisis. Por eso he querido revalorar otras formas de temporalidad.

En abril, ¨¦l y otros historiadores echaron a andar Noticonquista, una cuenta de Twitter con miles de seguidores que cuenta los eventos de la conquista en tiempo real. Como si hoy fuera un d¨ªa de julio de 1519.

Interpretador nato del plano microsc¨®pico de la historia, Navarrete gusta de imaginar intercambios de hace 500 a?os. Ha escrito novelas en que se mete en la piel de habitantes de Tenochtitlan, la capital imperial de los mexica.

P: ?C¨®mo te imaginas esa primera interacci¨®n, la del primer grupo de espa?oles con los ta¨ªnos de las islas caribe?as?

R: Deben haber sido negociaciones muy complicadas. Imagino experimentos de los dos lados. Para los ind¨ªgenas, la primera pregunta fue muy probablemente algo as¨ª como ?qu¨¦ cuerpo tienen? ?qu¨¦ tipo de cuerpo, humano, divino, animal? Y eso lo podr¨ªa determinar la comida, intercambios de comida. Si comen como nosotros, son hombres, sino, ?qu¨¦ tipo de seres son, dioses, animales?

"El tema de la conquista siempre ha sido fundamental", dice Navarrete. "Primero, porque creo que en M¨¦xico se percibe como un evento gigantesco y ominoso, terrible, brutal. Y a la vez un evento fundador de lo que somos. La gente siempre usa sentimientos para hablar de la conquista. He recibido cartas de gente que dice que le da miedo la conquista, que le angustia, que le da tristeza, furia, indignaci¨®n. Hay una cuesti¨®n muy emocional. Por un lado, estamos convencidos de que nos determina, nos define com mexicanos. Por otro lado la vemos como algo terrible, una derrota, una cat¨¢strofe, una injusticia. Es un mito de nacimiento muy oscuro, una herencia maldita".

Justo por lo anterior, Navarrete y otros compa?eros pusieron en marcha Noticonquista. Y adem¨¢s, le abrieron una cuenta a uno de los cronistas de Indias m¨¢s destacados, el soldado cortesiano Bernal D¨ªaz del Castillo. "Los mexicanos necesitamos recontarnos esa historia. Me he dado cuenta, ahora que empieza la conmemoraci¨®n del quinto centenario de la llegada de los espa?oles, que para los mexicanos la conquista no es pasado. ?La gente habla de la gente de la conquista, Cuauht¨¦moc, Moctezuma o Cort¨¦s, como gente que conoce, gente de la familia! La gente los odia, los admira. En cambio cuando les hablas de Villa o Zapata, son h¨¦roes de un pasado remoto que nada tiene que ver con ellos".