Este le¨®n nunca duerme
'Mbube', tambi¨¦n conocida como 'The Lion Sleeps Tonight', es seguramente la melod¨ªa africana m¨¢s universal. Pasaron d¨¦cadas hasta que se identific¨® a su autor, Solomon Linda, que muri¨® en la pobreza
Seguramente, ya saben que la industria musical est¨¢ pasando agobios en la era digital. Pero, ssssh, una rama del negocio sigue prosperando: las editoriales musicales. Se basan en un intangible: el derecho de propiedad intelectual. En su inicio, vend¨ªan partituras; ahora, gestionan los emolumentos generados por los autores que han fichado por la empresa.
Al menos, tal es la teor¨ªa. La pr¨¢ctica revela historias truculentas, que llegan hasta el expolio. As¨ª ocurri¨® con la melod¨ªa m¨¢s popular surgida de ?frica: Mbube, alias The Lion Sleeps Tonight. Su autor era Solomon Linda, obrero zul¨² que encabezaba un grupo vocal, los Evening Birds. En 1939, entraron en un estudio de Johannesburgo, propiedad de Eric Gallo, un blanco con escaso respeto por las leyes del apartheid. Con un m¨ªnimo acompa?amiento instrumental, grabaron una apoteosis de voces a la que llamaron Mbube, es decir, El le¨®n.
No hubo contratos. Linda recibi¨® diez chelines (media libra esterlina) y el orgullo de haber bautizado un estilo: durante d¨¦cadas, la m¨²sica de los coros zul¨²es ¨Ctipo Ladysmith Black Mambazo- se denominar¨ªa mbube. Pero era una actividad de fin de semana; el resto de los d¨ªas, Solly Linda trabajaba en el almac¨¦n de Gallo Records.
Doce a?os despu¨¦s, la canci¨®n cambiar¨ªa de piel en Nueva York. Pete Seeger escuch¨® aquel disco de pizarra y se qued¨® maravillado: era justo lo que necesitaba para The Weavers, un cuarteto folk con el que quer¨ªa introducirse en el mundo del espect¨¢culo. Intentando transcribir los fonemas africanos, cambi¨® el t¨ªtulo a Wimoweh. M¨¢s a¨²n, y esto ya no es perdonable, elimin¨® el nombre de Linda y firm¨® el tema como Paul Campbell, seud¨®nimo que los Weavers usaban para recaudar regal¨ªas de autor cuando grababan piezas folkl¨®ricas (pero, recuerden, Mbube ten¨ªa un creador, aunque viviera a 13.000 kil¨®metros de distancia).
Cuando Linda escuch¨® Wimoweh, se asombr¨® ante el derroche de cuerdas y metales que Decca Records aplic¨® a su canci¨®n; cualquiera de los m¨²sicos de estudio presentes en la sesi¨®n cobr¨® m¨¢s que ¨¦l, que recibi¨®¡nada. Tampoco los Weavers se beneficiaron mucho del latrocinio: dada la filiaci¨®n estalinista de Seeger, fueron perseguidos durante la caza de brujas y se quedaron sin contrato de grabaci¨®n ni acceso a los clubes nocturnos o la televisi¨®n.
Pero Wimoweh ya hab¨ªa salido de Sud¨¢frica y las grabaciones se multiplicaron. En 1961, un cuarteto de Brooklyn, The Tokens, quiso darle una vuelta de tuerca. Los productores asignados por RCA, Luigi Creatore y Hugo Peretti, encargaron a un profesional, George Weiss, que adaptara lo que cre¨ªan un c¨¢ntico de cazadores africanos. Weiss estructur¨® Mbube como un tema pop. Pas¨® a llamarse El le¨®n duerme esta noche, transformada en canci¨®n de cuna, acreditada a Weiss-Peretti-Creatore. Eso s¨ª: la editorial de Wimoweh public¨® la ¡°nueva canci¨®n¡± y se qued¨® con el porcentaje habitual: el 50% en concepto de, ah, ¡°gastos administrativos¡±.
The Lion Sleeps Tonight fue el primer ¨Cy ¨²nico- n¨²mero uno de los Tokens. Convertido en un standard, en Francia logr¨® id¨¦ntico ¨¦xito en la voz de Henri Salvador. En el Reino Unido alcanz¨® lo alto de las listas en la interpretaci¨®n de Tight Fit. El listado de versiones es inmenso; hasta fue grabada por Brian Eno o R.E.M.
?Hace falta se?alar que Solomon Linda no vio ni un centavo de los millones de d¨®lares generados por su creaci¨®n? Falleci¨® en 1962 y sus deudos no pudieron ni encargar una l¨¢pida. Seg¨²n Pete Seeger, alias Paul Campbell, a partir de los a?os cincuenta orden¨® que se pagara su porcentaje a Solomon, pero ese dinero solo lleg¨® a Soweto en los 80 y en cifras rid¨ªculas.
La situaci¨®n cambi¨® en 1990. En un tribunal de arbitraje, se enfrent¨® la editorial de Wimoweh con los autores de The Lion Sleeps Tonight. All¨ª, en una discusi¨®n sobre la moralidad de los litigantes, surgi¨® el nombre de Solomon Linda. Asombro de los jueces; en su veredicto, determinaron que una peque?a cantidad de los derechos de radiaci¨®n fuera enviada a Sud¨¢frica. Fue lo suficiente para mejorar la vida de la familia Linda. Ahora Solomon tiene una l¨¢pida decorosa. Hubiera sido perfecto grabar aquellos versos del amigo de Pete Seeger, el trovador Woody Guthrie: ¡°Algunos te roban con un rev¨®lver / Otros, con una pluma estilogr¨¢fica".
El dedo de oro de Disney
Las metamorfosis de Mbube fueron destapadas en 2000 por Rian Malan, periodista sudafricano. Su texto, publicado en Rolling Stone, fue un mazazo, amplificado por varios documentales. La canci¨®n ha sido una mina de oro, especialmente tras incluirse en El rey le¨®n, franquicia de Disney omnipresente en pantallas y escenarios de todo el mundo. Muy sensible ante lo que parec¨ªa un caso de libro de "apropiaci¨®n cultural", Disney revis¨® el asunto. Sus abogados determinaron que, seg¨²n las normas que rigen el copyright, todo hab¨ªa sido legal. Pero llegaron a un acuerdo (confidencial, por supuesto) que garantiza el bienestar de los Linda.
Babelia
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.