No, Elvis no llev¨® a Trump

Nadie dir¨¢ que se rinde al mito de Elvis Presley, si peca de algo no es de amable el documental El Rey (Movistar+). Su director, Eugene Jarecki, invita a montar en el viejo Rolls del cantante a otros artistas, recorre los lugares de su vida, re¨²ne testimonios sobre su auge y decadencia. Y, lo m¨¢s forzado, proyecta su figura sobre los EE?UU de hoy, los de Trump, como si este presidente contectara con lo que inici¨® el chico de Tupelo.

O¨ªmos dos reproches. El primero, la apropiaci¨®n cultural, un debate peliagudo, pues no habr¨ªa creaci¨®n art¨ªstica sin libertad para absorber influencias. Elvis viene del g¨®spel y del blues, y tiene una deuda con Chuck Berry o Big Mama Thornton. Pero aqu¨ª no le critican tanto que llevara la m¨²sica negra al p¨²blico blanco ¡ªsin eso el rock and roll no habr¨ªa llegado a donde lleg¨®¡ª sino, segundo reproche, su falta de gratitud por ello y su silencio sepulcral sobre la causa de la igualdad racial en a?os de dur¨ªsima lucha.

M¨¢s informaci¨®n

Monica seg¨²n Lewinsky

Ochenteo interminable

Woodstock solo hubo uno

No nos van a descubrir ahora que Elvis era conservador, que alarde¨® de patriotismo al vestirse de militar, que se ofreci¨® a Nixon contra hippies y comunistas. De ah¨ª a situarlo como la ra¨ªz del trumpismo, del que lo separan cuatro d¨¦cadas intensas, hay un abismo. Del Rey hay que asumir sus defectos y errores: no compon¨ªa, no ten¨ªa el control de su carrera (que dirig¨ªa el coronel Parker), dedic¨® sus mejores a?os a hacer malas pel¨ªculas cuando llegaba a EE UU la invasi¨®n brit¨¢nica, se refugi¨® en Las Vegas en vez de dar la vuelta al mundo.

Al final del filme lo vemos en su ocaso, obeso y sudoroso, parece sonado, farfulla algo incomprensible. Pero entonces se sienta al piano y emerge un vozarr¨®n para bordar Unchained Melody. El peor Elvis era el mejor. No vale imaginar al Elvis que habr¨ªamos querido.