La metamorfosis pol¨ªtica de los ¡®late night shows¡¯ en Estados Unidos

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Stephen Colbert recibi¨® este a?o el grado de cintur¨®n negro de los programas nocturnos de televisi¨®n. El anfitri¨®n del Late Show que lleva su nombre consigui¨® en la temporada 2018-19 algo que el espacio estrella de la cadena CBS no lograba desde hace casi un cuarto de siglo: ser lo m¨¢s visto a la medianoche entre los adultos de 18 a 49 a?os. El ant¨ªdoto para destronar a The Tonight Show (NBC), presentado por un juguet¨®n Jimmy Fallon, fue mofarse ¡ªcada vez m¨¢s en serio¡ª de Donald Trump. En teor¨ªa, los mon¨®logos de Colbert consisten en desmenuzar la contingencia diaria, pero en la pr¨¢ctica lo que hacen es desmenuzar a los inquilinos de la Casa Blanca. No es el ¨²nico.

Desde que Trump asumi¨® la presidencia, el matrimonio bien avenido entre la pol¨ªtica y el entretenimiento en Estados Unidos se ha diluido hasta llegar a ser pr¨¢cticamente la misma cosa. Al menos, a altas horas de la noche de lunes a viernes, donde los programas est¨¢n cada vez m¨¢s lejos de ser un espacio de conversaci¨®n liviana con estrellas de Hollywood y m¨¢s cerca de abordar la pol¨ªtica a trav¨¦s del humor ¨¢cido.

Cuando Colbert recibi¨® en septiembre de 2015 el testigo del Late Show conducido durante 33 a?os por David Letterman, una eminencia de este g¨¦nero televisivo, estaba nervioso. Ven¨ªa de encarnar durante casi una d¨¦cada el personaje de pol¨ªtico republicano ultraconservador en The Colbert Report, de Comedy Central. Seg¨²n ¨¦l, Trump le ha robado varias l¨ªneas del guion. "Los primeros seis meses [del Late Show] fueron terribles porque ten¨ªa que inventar una nueva forma de hacer el programa, nunca hab¨ªa hecho algo como yo, siempre era un personaje", explic¨® en marzo en una entrevista en el PaleyFest. En esa misma conversaci¨®n con el comediante Pete Holmes reconoci¨® que arranc¨® analizando la pol¨ªtica desde una perspectiva demasiado seria y que despu¨¦s se desvi¨® a un tono extremadamente liviano. Un productor le propuso que se limitara a comentar las noticias del d¨ªa y desde entonces eso es lo que ha hecho con el benepl¨¢cito de la audiencia.

En un pa¨ªs en el que la conversaci¨®n est¨¢ monopolizada por el presidente, los presentadores se han visto arrastrados a hablar diariamente de ¨¦l. "Trump consume el ciclo de noticias y yo quiero informar a la audiencia de mi opini¨®n sobre lo que ha pasado en el d¨ªa. No voy a cambiar lo que ha pasado, sino que voy a esforzarme por hacer bromas sobre c¨®mo nos est¨¢ mintiendo", dijo Colbert en una reciente entrevista en The New York Times. El presentador de Jimmy Kimmel Live! dijo a principios de este mes a The Hollywood Reporter que le gustar¨ªa hablar de temas menos serios y ser m¨¢s divertido, pero "simplemente no s¨¦ qu¨¦ alternativa hay", dijo. "Ves las noticias todo el d¨ªa y ves lo que est¨¢ pasando. ?C¨®mo caminas hacia el escenario y lo ignoras? No puedes. Ojal¨¢ pudiera", agreg¨®.

Cuando el republicano gan¨® las elecciones, Colbert hizo una reflexi¨®n sobre lo venenosa que se hab¨ªa vuelto la pol¨ªtica durantre la campa?a e hizo un llamamiento a la unidad: "La pol¨ªtica est¨¢ en todas partes y eso ocupa un espacio en el cerebro precioso que podr¨ªamos estar usando para recordar todas las cosas que realmente tenemos en com¨²n". En un tono similar, Kimmel, anfitri¨®n del programa nocturno de la ABC desde 2003, se dirigi¨® a los votantes de Trump: "Quiero decir que los entiendo. De verdad lo hago. Estos candidatos hacen muchas promesas que no van a ninguna parte. Sucede una y otra vez. Y ustedes est¨¢n hartos de eso".

Pero el tornado trumpista hizo volar los discursos conciliadores. Colbert dijo sobre los primeros 100 d¨ªas de Trump que para lo ¨²nico que le serv¨ªa la boca es "para aguantar la polla de Putin". La Comisi¨®n Federal de Comunicaciones recibi¨® m¨¢s de 5.700 quejas contra el programa despu¨¦s de ese episodio. Kimmel, contagiado por el ¨¦xito que le ha reportado a su competencia cargar diariamente contra la Casa Blanca, ha afirmado que a los votantes del republicano los golpearon reiteradamente la cabeza. Ellos dicen que no pueden desentenderse de lo que est¨¢ sucediendo en la pol¨ªtica, pero Jimmy Fallon lo ha hecho. Aunque ha pagado el coste.

Despu¨¦s de la ola de cr¨ªticas que recibi¨® el anfitri¨®n de The Tonight Show por haber sido demasiado indulgente durante su entrevista a Trump cuando era candidato ¡ªla que dej¨® para los anales de la televisi¨®n a Fallon desordenando el peinado impoluto del republicano¡ª, los espectadores han ido abandonando poco a poco el programa, que hasta entonces era el l¨ªder indiscutible de la noche entre semana. En mayo vieron el espacio de la NBC una media de dos millones y medio de personas, mientras que a Colbert, el actual rey del trasnoche, lo sintonizaron 3.7 millones. A Kimmel, el tercer competidor de la franja horaria, lo hicieron dos millones.

Una encuesta de la consultora Morning Consult de marzo arroj¨® que al 62% de los conservadores no les gusta cuando los anfitriones nocturnos discuten sobre pol¨ªtica, el mismo porcentaje de dem¨®cratas que afirman que s¨ª. Esto puede explicar que el anfitri¨®n que mayor brecha genera entre ambos partidos sobre la visi¨®n favorable que tienen de ¨¦l es Stephen Colbert y la menor, Jimmy Fallon.

Uno de los padres de los late night shows, Jay Leno, reconoci¨® en marzo que no echa de menos ser el anfitri¨®n de The Tonight Show, el programa en el que estuvo al frente de 1992 a 2009. "Ahora todo es muy serio, solo me gustar¨ªa ver un poco de cortes¨ªa". No solo se mostr¨® en contra del tono que han adquirido estos espacios, sino tambi¨¦n del tinte pol¨ªtico del que se han te?ido. "Ahora todos tienen que conocer tu pol¨ªtica", explic¨® Leno en el matinal de la NBC cuando argument¨® por qu¨¦ no le entusiasmaba la idea de volver a las pistas. Otro que no est¨¢ de acuerdo con la nueva narrativa es el medi¨¢tico fil¨®sofo esloveno Slavoj Zizek: "Estos comentaristas liberales de izquierda, que generalmente son los m¨¢s exitosos, como John Oliver, Jon Stewart y otros, no ven que burl¨¢ndose de Trump de esta manera, realmente no lo socavan. Simplemente vuelven m¨¢s amargos y fan¨¢ticos a los que lo apoyan".