Toledo y su comunidad
Las luchas del artista permanecer¨¢n aqu¨ª. Sus ojos y su voz seguir¨¢n retumbando en los derroteros de la justicia, la dignidad y los derechos humanos
Era el olor de la hierba y la flor lo que acompa?aba la despedida de uno de los artistas m¨¢s grandes que ha tenido nuestro pa¨ªs. Las coronas se aglutinaron por doquier. Nombres, apellidos, movimientos ind¨ªgenas, personas de a pie e instituciones dieron cuenta de la invaluable labor de un hombre de su tama?o. Las notas se comenzaron a desgranar: Dios nunca muere, el himno oaxaque?o. Y el silencio subsecuente. Las causas que en vida apoy¨® Francisco Toledo se reflejaron en la gente que se aglutin¨® para despedirlo. Cocineras, estudiantes de secundaria, campesinos, artistas, j¨®venes, activistas de todas las causas, muxes, cantantes, mujeres con traje istme?o, hombres de guayabera y pantal¨®n negro, hombres y mujeres en luto, y los que sintieron que el color era la mejor forma de homenajear a un hombre que hizo de ellos su mundo. Toledo no ha muerto, dijo una maestra porque ¨¦l solo morir¨¢ cuando muera el sol. Y tiene raz¨®n. Su fulgor es inasible, inalcanzable. Y no se puede tapar con un dedo.
Las luchas de Toledo permanecer¨¢n aqu¨ª. Sus ojos y su voz seguir¨¢n retumbando en los derroteros de la justicia, la dignidad y los derechos humanos. Su trabajo por las lenguas ind¨ªgenas han quedado para inspiraci¨®n de nuevas generaciones en los esfuerzos que impuls¨® en vida y que nos deja como encargo. Y el Instituto de Artes Gr¨¢ficas de Oaxaca (IAGO), que fue muro sollozante de su despedida, es su legado. Entre flores y llanto. Entre risas, recuerdos, canciones y mucha gente. Su gente.?
La gente que lo ama se ha congregado haciendo largas filas estos d¨ªas en torno a las ofrendas de flores y mazorcas que se han montado en los distintos lugares que le celebran: en Oaxaca, que fue su lienzo, pero tambi¨¦n en el Palacio de Bellas Artes, el Complejo Cultural Los Pinos, en los Jolgorios del programa de Cultura Comunitaria en varios Estados de la rep¨²blica y en el Museo Nacional de Culturas Populares, donde se expone la muestra curada por ¨¦l mismo, Toledo ve.
Se echan al aire los papalotes con los que el genio Francisco Toledo hace volar a M¨¦xico. Gracias, Maestro.
Alejandra Frausto Guerrero es secretaria de Cultura del Gobierno de M¨¦xico.
Babelia
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