¡®Friends¡¯, una amistad de las de verdad
'Friends¡¯ y ¡®Urgencias¡¯, que se estrenaron con d¨ªas de diferencia, cumplen un cuarto de siglo. La comedia sigue siendo un ¨¦xito hoy en las plataformas de Internet
Ha pasado un cuarto de siglo y Friends (1994-2004), como pasa con las amistades de verdad, sigue estando ah¨ª. Puede que algunas bromas y situaciones hayan envejecido mal y que sus int¨¦rpretes hoy no parezcan las estrellas que entonces fueron, en especial al p¨²blico joven, pero la serie llena titulares informativos cada poco tiempo y sigue siendo uno de los programas m¨¢s vistos en las plataformas digitales. Friends cumple ahora 25 a?os desde su estreno en una semana m¨¢gica en la televisi¨®n estadounidense en la que vio la luz tambi¨¦n Urgencias, que dur¨® 15 temporadas. Unos d¨ªas y dos series, ambas de la NBC, que marcaron la antesala de la llamada edad de oro de las series, cuando llegaron tambi¨¦n ficciones como Los Soprano, Perdidos, Mad Men o Breaking Bad. Friends puso el list¨®n tan alto para las comedias de situaci¨®n que durante a?os todo se comparaba con ella. Hoy el debate es si, ya convertida en un cl¨¢sico, ha envejecido bien.
Insomnia Cafe es el primer nombre que tuvo Friends, seg¨²n cuenta Manuel Gued¨¢n, autor del cap¨ªtulo dedicado a esta comedia en el libro Sitcom. La comedia en la sala de estar (Lengua de Trapo). Friends Like Us, Across the Hall y Six of One, fueron otros t¨ªtulos que se barajaron hasta que se opt¨® por lo m¨¢s sencillo y directo. Y de ah¨ª a lograr la receta del ¨¦xito. "Friends ha conseguido una f¨®rmula perfecta que a algunas sitcom no les interes¨® y otras no supieron encontrar. Esto es el equilibro entre un humor formalmente radical, que juega con las variaciones sobre los mismos temas y los espacios m¨ªnimos, y el componente sentimental, que le da progresi¨®n a la serie", explica el escritor a EL PA?S.
Saul Austerlitz, estudioso de la serie y autor del libro Generation Friends, coincide con Gued¨¢n en destacar el elemento emotivo: "El secreto de su ¨¦xito, que ahora es parte del ADN de la televis¨®n contempor¨¢nea, es combinar humor con emoci¨®n. Friends siempre supo entender que los espectadores llegaban por las risas, pero se quedaban por los sentimientos".
La serie lleg¨® a las diez temporadas, con medias de espectadores por encima de los veinte millones cuando solo hab¨ªa cuatro grandes canales en abierto en EE UU y ni se intu¨ªan las plataformas globales. Como pasa con The Office o Seinfeld, ahora el negocio est¨¢ en el pago de millones de d¨®lares por tenerla en exclusiva durante equis a?os en los servicios digitales en EE UU. Son series que atraen a la audiencia nost¨¢lgica y a la joven y que mantienen a los espectadores dentro del servicio durante mucho tiempo. "Friends ha logrado mantener el enlace con su audiencia original mientras que ha conectado con un nuevo p¨²blico, gran parte del cual ni siquiera hab¨ªa nacido cuando se estren¨® la serie", comenta Austerlitz por correo electr¨®nico.
"Para los j¨®venes es como un patr¨®n, idealizado, eso s¨ª, de lo que pueden esperar en su futuro: primer trabajo, primera relaci¨®n, primera ruptura", contin¨²a el autor estadounidense. "Y tambi¨¦n, dada la actual situaci¨®n del mundo, la idea de escapar a un espacio donde gente joven y atractiva puede sentarse, tomarse un caf¨¦ y nunca preocuparse de nada m¨¢s profundo que pensar 'si le gustar¨¦' supone un tremendo alivio", remata Austerlitz.
En tiempos de globalizaci¨®n, redes sociales y necesarios movimientos como el Me Too, Friends no se ha salvado de las cr¨ªticas. Revisionar sus cap¨ªtulos supone darse cuenta de que el machismo, la homofobia y el racismo sobrevuelan en cierta forma esos apartamentos neoyorquinos. "Es muy interesante hacer una revisi¨®n ideol¨®gica de la serie desde nuestra ¨®ptica, pero esta no debe ser reduccionista. Salvo en el tema racial, donde me parece que todo son sombras. La serie es machista, sin duda. Los cap¨ªtulos en los que Ross enloquece de celos por Rachel, llegando a presentarse intempestivamente en su trabajo o acos¨¢ndola con regalos, son problem¨¢ticos, porque la serie es muy ben¨¦vola con un desquiciado personaje masculino", opina Gued¨¢n. El autor cree que en cambio tuvo sus hitos positivos, como la (millonaria) igualdad salarial de sus seis protagonistas o la construcci¨®n del personaje de Phoebe, "verdaderamente emancipador".
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