Melodrama de v¨¢stago ¨²nico
Wang Xiaoshuai se mueve en la l¨ªnea tem¨¢tica de los trabajos hist¨®ricos de su compa?ero de generaci¨®n Jia Zhang-ke, aunque con un tono m¨¢s emocional y mayor apoyo musical,
Detr¨¢s de las normas legislativas y de sus consecuencias hay personas. Y pocas de ellas tan radicales para el equilibrio emocional del ser humano como la pol¨ªtica del hijo ¨²nico decretada por el gobierno chino en el a?o 1978 y vigente hasta 2015 (ahora se conceden dos v¨¢stagos). Cu¨¢ntos dramas, cu¨¢ntas tragedias detr¨¢s de una medida de control de la natalidad que, desde un punto de vista cinematogr¨¢fico, podr¨ªa desplegarse incluso hasta la categor¨ªa de futuro dist¨®pico. Y, sin embargo, nada m¨¢s presente en las familias chinas que su imposici¨®n durante casi medio siglo.
HASTA SIEMPRE, HIJO M?O
Direcci¨®n: Wang Xiaoshuai.
Int¨¦rpretes: Wang Jingchun, Yong Mei, Qi Xi, Du Jiang.
G¨¦nero: drama. China, 2019.
Duraci¨®n: 175 minutos.
Justo el tiempo en el que se ambienta Hasta siempre, hijo m¨ªo, bella, densa y rocosa creaci¨®n de Wang Xiaoshuai alrededor de un matrimonio y su grupo de amigos, forjados en los tiempos de la Revoluci¨®n Cultural, que ven c¨®mo su pa¨ªs pasa de la imposici¨®n del pensamiento, las purgas y los desplazamientos, de la econom¨ªa planificada y el culto a la personalidad de Mao, al inclasificable sistema actual, una presunta econom¨ªa de mercado que el resto del mundo no acepta como tal. Treinta y muchos a?os de pel¨ªcula r¨ªo, de melodrama cl¨¢sico en sus formas y tonalidades, que sin embargo es narrado por Xiaoshuai en sus casi tres horas de duraci¨®n a trav¨¦s de una compleja estructura narrativa llena de saltos, revueltas y regresos. Un r¨ªo que no es sino un puzle de aguas turbulentas en el que solo en su parte final encajan todas las piezas, y en el que un suceso, el ahogamiento de un hijo en una charca, su primera secuencia, ejerce de patr¨®n que mueve a los personajes y por el que todos ellos quedan marcados de por vida.
Pel¨ªcula de espacios abiertos de un enorme atractivo pese a su fealdad gracias a la magn¨ªfica labor de composici¨®n de su director en el encuadre, y de espacios cerrados hasta el acogotamiento, Hasta siempre, hijo m¨ªo exige paciencia y un cierto sacrificio en relaci¨®n con la informaci¨®n esencial sobre los personajes, pero a cambio ofrece el est¨ªmulo de unos ambientes de apasionante degradaci¨®n, y la recompensa de poder vislumbrar en un relato apegado a las personas, a sus emociones y a sus dolores, los entresijos pol¨ªticos y sociales de un pa¨ªs dif¨ªcilmente comprensible.
En la l¨ªnea tem¨¢tica de los trabajos hist¨®ricos de su compa?ero de sexta generaci¨®n del cine chino Jia Zhang-ke (Un toque de violencia, Naturaleza muerta), aunque con un tono m¨¢s emocional y mayor apoyo musical, el director de La bicicleta de Pek¨ªn, la pel¨ªcula que le dio a conocer en medio mundo en 2001, ha compuesto una obra a la vez cercana y compleja, noble y rotunda.
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