La autoficci¨®n de Almod¨®var debuta en Nueva York

Pedro Almod¨®var no prob¨® nunca la hero¨ªna. Pero durante los a?os ochenta estuvo rodeado de muchos amigos enganchados a la droga. Es, quiz¨¢s, el ejemplo m¨¢s dram¨¢tico que el cineasta utiliza para mostrar al p¨²blico c¨®mo cuenta su propia vida en Dolor y gloria. ¡°He hecho m¨ªa la memoria de los que me rodean¡±, afirma. La pel¨ªcula acaba de debutar en el festival de cine de Nueva York en el Lincoln Center.

Dolor y gloria es m¨¢s bien un retrato ficticio de Salvador Mallo, un escritor y director de cine ya mayor ¡ªinterpretado por Antonio Banderas¡ª que sufre de depresi¨®n, aislamiento social, es drogadicto y teme no volver a poder hacer una pel¨ªcula. ¡°Es m¨¢s Almod¨®var que Almod¨®var¡±, se?ala el actor malague?o, ¡°haciendo esta pel¨ªcula es la manera que tiene para completar ¨¢reas de ese puzle de su vida¡±.

Almod¨®var explic¨® durante un coloquio tras la proyecci¨®n que en realidad su vida est¨¢ contada en la veintena de pel¨ªculas que hizo antes, ¡°est¨¢ reflejada de manera oblicua¡±. Dolor y gloria, dice, es m¨¢s ¨ªntima que ninguna otra, ¡°una reflexi¨®n a m¨ª mismo¡±. Es m¨¢s, destac¨® as¨ª la capacidad que Banderas tuvo para impregnarse de ¨¦l. ¡°Me vi imit¨¢ndolo en algunos momentos de mi vida¡±, brome¨®.

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Inmune a su dolor y algunos destellos de gloria

¡°Hubo un momento en que no me gustaba lo de ¡®chico Almod¨®var¡±

Banderas interpreta al ¡®alter ego¡¯ de Almod¨®var en su nueva pel¨ªcula

El director explic¨® que la memoria es la que define la estructura de la pel¨ªcula, en un movimiento que dijo le recuerda al agua fluyendo, ¡°sin gravedad, sin tensi¨®n¡±. No quiso hacer una pel¨ªcula de alguien que se queja porque le duele algo o porque se siente solo. Su infancia aparece as¨ª de un modo natural. Y es precisamente esa memoria la que rescata a Salvador de la situaci¨®n que vive.

¡°Su dependencia no es la hero¨ªna¡±, comenta, ¡°sino hacer pel¨ªculas¡±. La adicci¨®n a la droga, adem¨¢s, tiene un sutil elemento de suicidio. Ese riesgo que corre de morir no le importa a Salvador. ¡°Lo que le salva¡±, se?ala, ¡°es la acuarela. Recuerda c¨®mo la hizo. Eso le hace sentir la necesidad de contar la historia¡±. Y como con la hero¨ªna, Almod¨®var aclara que tampoco vivi¨® de ni?o en una cueva.

¡°S¨¦ lo que sinti¨®¡±, comenta refiri¨¦ndose al personaje de ficci¨®n. Almod¨®var record¨® la experiencia que vivi¨® al mudarse su familia a Extremadura. Durante la conversaci¨®n en el festival de Nueva York tambi¨¦n hizo un peque?o repaso a las influencias que tuvo de joven. Cit¨® el periodo mexicano de Bu?uel y a Antonioni, entre otros. Tambi¨¦n dijo que le inspira ¡°lo mejor y lo peor¡± en el d¨ªa a d¨ªa que ve.

Banderas, por su parte, explic¨® como Almod¨®var supo detectar ¨Cy explotar- el dolor que sufri¨® tras el ataque de coraz¨®n. El actor malague?o dijo haberse sentido ¡°utilizado de una manera muy bonita¡± en esta reconciliaci¨®n de la vida del cineasta. ¡°?Somos solo las cosas que hemos hecho y dicho o somos tambi¨¦n las cosas que quisimos decir o hacer y que nunca dijimos o hicimos?¡±, concluy¨®.