Un rompecabezas llamado Chelsea Manning
Un documental retrata a la exanalista militar confidente de Wikileaks y sus circunstancias desde el momento en que Obama perdona su condena en 2017
¡°Resistente ante el Gran Jurado. Experta en seguridad en redes. Antes, analista de inteligencia. Mujer trans¡±. Nunca es sencillo resumir toda una vida en el reducido espacio de una biograf¨ªa de Twitter. Y lo es mucho menos cuando se trata de la vida de Chelsea Manning: a sus 31 a?os, este soldado transexual encarcelada por filtrar secretos de Estado ha vivido conflictos que podr¨ªan ocupar varias novelas.
De momento, ocupa un documental. El director Tim Travers Hawkins cuenta en Chelsea XY (estreno en octubre en Movistar +, se proyecta estos d¨ªas en el Festival de Cine de Z¨²rich) lo que ella misma intenta resumir en esas 20 palabras. Los asuntos que rodean a Manning y todos los problemas que enfrenta, le dejaron claro que su protagonista ¡°es, entre otras muchas cosas, un personaje extraordinario para una pel¨ªcula¡±, comenta a EL PA?S por tel¨¦fono.
Elaborar en hora y media un perfil de Manning equivale a enfrentarse a muchas tem¨¢ticas, quiz¨¢ demasiadas, en una misma pel¨ªcula. Ni?a trans nacida en Oklahoma, de padres alcoh¨®licos y abusivos, se alist¨® en el Ej¨¦rcito, donde pudo desarrollar sus habilidades inform¨¢ticas form¨¢ndose y trabajando all¨ª como analista de inteligencia. Mientras ped¨ªa asesoramiento sobre cambio g¨¦nero, empez¨® a sentir dudas sobre su labor militar. Fue entonces cuando filtr¨® a Wikileaks informaci¨®n sobre las operaciones militares de su pa¨ªs en Irak y Afganist¨¢n. Fue detenida casi de inmediato y condenada a 35 a?os de prisi¨®n. Pas¨® siete de ellos, entre 2010 y 2017, encarcelada como un hombre llamado Bradley: no hab¨ªa iniciado su proceso de transici¨®n. Entonces lleg¨® la depresi¨®n. Y los intentos de suicidio. En los ¨²ltimos d¨ªas de su mandato, Barack Obama le concedi¨® el perd¨®n y sali¨® en libertad.
En este momento, y con toda esa mochila emocional a las espaldas, es cuando arranca Chelsea XY (el t¨ªtulo viene del nombre que usa ella en Twitter). Se cierra un relato y comienza otro distinto ante la c¨¢mara de Hawkins. Al cineasta le cost¨® colarse en la vida de la exsoldado, pero conocer a las personas que estaban cerca de su entorno le ayud¨® a obtener su confianza. ¡°En el momento en que comparti¨® conmigo las anotaciones a modo de diario que hab¨ªa recopilado de sus d¨ªas en prisi¨®n, supe que iba a creer en m¨ª y en la pel¨ªcula¡±, comenta el estadounidense.
En enero de 2017, justo antes de dejar la Casa Blanca, Barack Obama conmut¨® su pena de prisi¨®n. Una de las primeras cosas que hizo ella fue mostrarse al mundo con las redes sociales: a trav¨¦s de un retrato en Instagram. ¡°Hola a todos. ?Aqu¨ª estoy!¡±, dec¨ªa en un post de mayo de 2017. La imagen mostraba a Manning con el pelo corto, escote, maquillaje en los ojos y los labios pintados de rojo, tras haber iniciado su tratamiento hormonal en la c¨¢rcel.
?¡°Encontr¨® en las redes sociales un nuevo lenguaje con el que, por una vez, tener voz. Adem¨¢s de criticar al poder, buscaba en ellas la empat¨ªa que nunca hab¨ªa recibido¡±, dice Hawkins, que concede especial importancia en su documental a la forma en la que Manning lidi¨® con la fama adquirida. Lo que parec¨ªa un altavoz para desarrollar su nueva condici¨®n de activista, pronto se volvi¨® en su contra.
Por ejemplo, en enero de 2018 comparti¨® con sus seguidores que hab¨ªa acudido a una fiesta organizada por la extrema derecha para ¡°conocer al enemigo¡±. Ese d¨ªa descubri¨® lo que significa un linchamiento a golpe de hashtag. ¡°Es una mujer joven que encontr¨® un nuevo veh¨ªculo de expresi¨®n propio de su generaci¨®n y muy cercano al mundo virtual en el que ella ya viv¨ªa. Pero, al pasar tanto tiempo encerrada, se ha perdido mucho de lo que ha ocurrido en el mundo exterior. Entre otras muchas cosas, c¨®mo funcionan los c¨®digos de conducta en las redes¡±.
Manning vuelve a estar en prisi¨®n, ahora por negarse a declarar ante un juez federal sobre su filtraci¨®n de secretos de Estado. Con estos ingredientes, el documental retrata un mundo que est¨¢ cambiando para siempre, en el que el g¨¦nero, la forma de expresarse y de relacionarse con otros se han convertido en asuntos mucho m¨¢s l¨ªquidos.
A pesar de que todo eso podr¨ªa hacer de ella un s¨ªmbolo incluso m¨¢s potente que el de Julian Assange y Edward Snowden, ni la prensa internacional ni Hollywood parecen tan interesados en su historia como lo est¨¢n en la de ellos. ¡°Una de las razones por las que quise contar su vida en un documental, con un tono m¨¢s personal que pol¨ªtico, es para intentar que su esencia llegue al p¨²blico y no se olviden de ella¡±, comenta Hawins.
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