Bienvenidos al oto?o franquista

¡°Su cuerpo, una vez lavado y preparado seg¨²n el ritual, fue trasladado a la iglesia e inhumado en medio de la m¨¢s profunda aflicci¨®n de todo el pueblo. En un principio se dud¨® sobre el lugar en el que deb¨ªa ser enterrado, dado que ¨¦l no hab¨ªa dispuesto en vida nada al respecto. Finalmente, todos convinieron en que no hab¨ªa ning¨²n sitio m¨¢s digno de su sepultura que la bas¨ªlica que hab¨ªa hecho construir ¨¦l¡±. Ya lo han adivinado: el pasaje pertenece a la primera biograf¨ªa medieval laica, la Vida de Carlomagno que redact¨® un alto funcionario de la corte carolingia llamado Eginhardo. Alejandra de Riquer acaba de revisar para Alianza Bolsillo la edici¨®n que hab¨ªa publicado en Gredos hace ya dos d¨¦cadas.

?La momia de Carlomagno y el libro de Eginhardo tienen un cap¨ªtulo destacado en el ensayo de Olaf B. Rader Tumba y poder (Siruela), que ¡ªbajo el subt¨ªtulo de El culto pol¨ªtico a los muertos desde Alejandro Magno hasta Lenin¡ª repasa el modo en que ciertos cad¨¢veres son usados para crear identidad nacional o legitimar al gobernante de turno. Cuando hace un a?o public¨® Franco. Anatom¨ªa de un dictador (Turner), Enrique Moradiellos no par¨® de recomendar el libro de Rader a todo el que le preguntaba por la exhumaci¨®n de los restos del general¨ªsimo, algo que parece inminente. Por carambolas del Supremo o por la gracia de Dios, la fecha podr¨ªa acercarse al 12 de octubre, antiguo d¨ªa de la raza y momento del c¨¦lebre encontronazo entre Unamuno y Mill¨¢n-Astray que sirve de motor a la nueva pel¨ªcula de Amen¨¢bar, tan did¨¢ctica que tiene algo de Guerra Civil explicada a los ni?os.

Con exhumaci¨®n o sin ella, ese mismo s¨¢bado 12 se publicar¨¢ el disco resultante de la colaboraci¨®n entre Los Planetas, Ni?o de Elche y Pedro G. Romero, el artista que puso en manos de Rosal¨ªa la novela que le sirvi¨® de armaz¨®n para El mal querer y que esta vez ha buceado, por ejemplo, en los matices homoer¨®ticos de El novio de la muerte. El proyecto responde al provocativo t¨ªtulo de Fuerza nueva y se completa con versiones de otros himnos como el andaluz o el catal¨¢n. Este, convertido en Canci¨®n para los obreros de la Seat, ya ha despertado la debida indignaci¨®n entre algunos miembros de, parece incre¨ªble, la CUP. En su gran biograf¨ªa de Franco (Debate), Paul Preston cuenta que mientras el cortejo f¨²nebre del caudillo se dirig¨ªa a Cuelgamuros uno de los que lo esperaba se cay¨® en la fosa y qued¨® inconsciente. Por lo visto, este oto?o volveremos a pasarlo all¨ª dentro.