Jeff Koons desvela en Par¨ªs su pol¨¦mico ¡®Ramo de tulipanes¡¯
La escultura es un regalo de Estados Unidos tras los atentados de 2015
Es el punto final a una de estas pol¨¦micas que tanto gustan en Par¨ªs, una ciudad antigua donde cualquier intervenci¨®n moderna sacude los esp¨ªritus. Ya ocurri¨® en el siglo XIX con la torre Eiffel y, m¨¢s recientemente, con la pir¨¢mide del Louvre de I. M. Pei o con las columnas de Daniel Buren en el Palais Royal. Comparar a Jeff Koons, el artista m¨¢s cotizado del momento y tambi¨¦n uno de los m¨¢s vilipendiados, con algunas figuras del pasado tiene poco sentido. Pero s¨ª es parecida la pasi¨®n con la que los parisienses se han disputado a prop¨®sito de una obra de arte que aterriza como una nave extraterrestre en medio de palacetes y avenidas decimon¨®nicas.
¡°Poder tener la escultura aqu¨ª, con los franceses y los parisienses: este era el objetivo¡±, dijo Koons a EL PA?S, unos minutos despu¨¦s de inaugurar, este viernes, el imponente Bouquet of tulips (Ramo de tulipanes) en los jardines de los Campos El¨ªseos, entre el Petit Palais y la plaza de la Concordia. ¡°El lugar es fant¨¢stico, maravilloso¡±, celebr¨® mientras le asediaba un enjambre de fot¨®grafos. ¡°Las controversias son menores. Se trata de lograr algo que muestre nuestra amistad, nuestra solidaridad, nuestro apoyo. Esto me llena de alegr¨ªa¡±.
La escultura se presenta como un regalo a Par¨ªs en se?al de apoyo del pueblo estadounidense tras los atentados terroristas de 2015. Mide 12,62 metros metros de altura, pesa m¨¢s 33,8 toneladas y est¨¢ elaborada con bronce, acero inoxidable y aluminio policromo. Representa una mano gigante que sostiene unos tulipanes. La mano evoca la que sostiene la antorcha de la estatua de la Libertad en Nueva York, regalo del pueblo franc¨¦s a Estados Unidos. Las flores de colores pretenden simbolizar la esperanza y la ausencia: once en vez de las doce habituales. La mano es realista; las flores tienen un aire plastificado, de chucher¨ªa industrial.
El donativo, una iniciativa de la embajadora del expresidente Barack Obama en Par¨ªs, Jane Hartley, se anunci¨® el 22 de noviembre de 2016. Deb¨ªa instalarse entre el Palacio de Tokio y el Museo de Arte Moderno de Par¨ªs, un lugar de alta densidad tur¨ªstica, cerca de Trocadero y con vistas a la Torre Eiffel. En seguida llovieron las cr¨ªticas. Un manifiesto publicado en enero de 2018 denunciaba el estilo la obra y su localizaci¨®n como ¡°oportunista, incluso c¨ªnico¡±; lamentaba que no se hubiese abierto un concurso p¨²blico si hab¨ªa que homenajear a las v¨ªctimas del terrorismo; pon¨ªa en duda que realmente se tratase un regalo y aseguraba que pod¨ªa acabar costando dinero a los contribuyentes, y se?alaba a Koons como ¡°emblema de un arte industrial, espectacular y especulativo¡±.
En su discurso inaugural, frente a la estatua a¨²n tapada por una s¨¢bana gigantesca, la alcaldesa, Anne Hidalgo, resumi¨® as¨ª las tensiones: ¡°Como Par¨ªs ama con pasi¨®n la libertad, ama con pasi¨®n el arte, ama con pasi¨®n las controversias, este proyecto ten¨ªa que pasar por el rito inici¨¢tico de todos los grandes proyectos que dejan rastro en nuestro coraz¨®n y que se dirigen a las generaciones futuras. Y estuvimos a la altura de lo que somos¡±. Pero a?adi¨®: ¡°Un regalo se acepta, sobre todo este tipo de regalo que viene del coraz¨®n y que est¨¢ dedicado, destinado a la ciudad, al optimismo, a lo que tenemos en com¨²n, nuestros valores, que son universales¡±.
En octubre de 2018, finalmente, se decidi¨® instalar el Ramo de tulipanes en los jardines de los Campos El¨ªseos en vez de la zona de Trocadero. La escultura ha costado 3,5 millones de euros, financiados por mecenas estadounidenses y franceses. Koons ceder¨¢ el 80% de ingresos por la reproducci¨®n visual de la obra a asociaciones de v¨ªctimas de los atentados y un 20% al Ayuntamiento de Par¨ªs para el mantenimiento.
A los 64 a?os, trajeado y visiblemente ilusionado, Koons guarda un aire de yuppie de los ochenta algo envejecido. O, como le describe Michel Houellebecq en la novela El mapa y el territorio, "parec¨ªa poseer una cierta doblez, como una contradicci¨®n entre la marruller¨ªa corriente del agente comercial y la exaltaci¨®n del asceta". En mayo conquist¨® el trono de artista vivo m¨¢s cotizado al venderse su escultura Rabbit (Conejo) por 81,3 millones de euros. La etiqueta de arte mercantilista la arrastra desde hace tiempo.
¡°Creo que hay mucha desinformaci¨®n", responde Koons. "El tipo de arte que amo, y al que hago referencia en mi trabajo, es un arte que emociona y aporta una trascendencia. Lo valioso en mi vida, lo que me ha permitido experimentar la vida y sentir su trascendencia, viene de Manet, Courbet, Duchamp, Picasso, Poussin¡±. De repente, le interrumpen un ni?o y una ni?a pregunt¨¢ndole por el c¨®ctel que debe celebrarse tras la inauguraci¨®n. ¡°Son mis hijos, deber¨ªa ver sus obras¡±, dice. Y les presenta: ¡°Mickey tiene siete a?os y es un artista impresionante. Scarlett tiene nueve. Es una artista impresionante tambi¨¦n, todo el tiempo crea pel¨ªculas¡±.
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