El cine en directo atraviesa el nuevo festival Rayo
Cineteca Matadero en Madrid re¨²ne a artistas interdisciplinares como Peaches, Bruce McClure o Rosa Barba para crear nuevas piezas en colaboraci¨®n


La acci¨®n creativa y el directo de las pel¨ªculas arranca con la claqueta y acaba en la sala de montaje. Desde que los pianos desparecieron de los viejos cines ha quedado escaso margen para el espect¨¢culo en vivo en las salas: el p¨²blico se encuentra con obras acabadas, congeladas. Incluso la misma experiencia compartida de ver una pel¨ªcula, a oscuras y con desconocidos, ha cambiado a medida que se ha impuesto un consumo dom¨¦stico, e individual en muchos casos. El festival Rayo en Matadero Madrid, cuya primera edici¨®n arranc¨® el jueves 3 de octubre y se clausurar¨¢ el domingo 6, se ha propuesto de alguna forma rebobinar, deconstruir y fusionar para combatir esa acci¨®n congelada impl¨ªcita en el cine, y dotar de m¨¢s vida directa, inmediata y ¨²nica al mundo audiovisual.
¡°Tratamos de expandir la idea de cine¡±, explica el director de la Cineteca, Gonzalo de Pedro. ¡°Con este festival quer¨ªamos conectar con lo que nos rodea en este lugar en concreto, con Matadero como espacio de creaci¨®n¡±. Junto al comisario del reci¨¦n nacido festival, Pedro Portellano, fueron elaborando una lista de artistas de distintos ¨¢mbitos cuyo trabajo toca con el cine directa o tangencialmente, y les preguntaron con qui¨¦n querr¨ªan trabajar para crear una pieza y presentarla en Madrid. ¡°La idea de la que partimos era m¨¢s amplia que presentar una obra audiovisual con m¨²sica electr¨®nica a cargo de un vj. Buscamos proyectos esc¨¦nicos a cargo de artistas con trayectorias distintas, procedentes de distintos ¨¢mbitos. Y fueron los propios artistas quienes eligieron con quien colaborar¡±, apunta el comisario.
Si un rayo es el encuentro simult¨¢neo del trueno y el rel¨¢mpago, como advierten los creadores del nuevo festival, desde Matadero han tratado de buscar su incidencia en el mayor n¨²mero de ¨¢ngulos posible. Desde las artes pl¨¢sticas representadas por la artista italoalemana Rosa Barba ¡ªen cuyo trabajo presentado el jueves colabor¨® con el bater¨ªa de jazz Chad Taylor que tocaba en vivo¡ª, hasta la compositora Yamila acompa?ada del artista multimedia Federico Guradabrazo y el performer argentino Diego Echegoyen; pasando por el icono del punk Peaches en colaboraci¨®n con el colectivo polaco audiovisual Pussykrew, o el cineasta portugu¨¦s Pedro Costa junto al ensemble de m¨²sica antigua Os M¨²sicos do Tejo, el programa de Rayo trata de fusionar piezas audiovisuales con otras disciplinas y enfatizar el directo. No se trata pues de una cita en torno al cine experimental, sino de un festival con un fuerte componente esc¨¦nico que toma el material audiovisual como punto de partida para la creaci¨®n de obra viva.
Algunas de las colaboraciones que se presentan en Rayo cuentan con cierta historia (Pedro Costa ya present¨® un trabajo con sus actores y el mismo ensemble en Lisboa en 2017 y Rosa Barba ha mostrado su pieza con m¨²sica en directo de Chad Taylor en el MoMA y hace unas semanas en el Armory de Nueva York), pero la mayor¨ªa de las obras programadas en Rayo suponen nuevos encuentros entre artistas, con la ¨²nica excepci¨®n del estadounidense Bruce McClure que trabaja en solitario.
Rosa Barba recordaba sentada en la cantina, horas antes de abrir el festival con A Perpetual Now of Instantenous Visilibitlity, c¨®mo se cruz¨® con el bater¨ªa de jazz Chad Taylor: ¡°Conoc¨ªa su m¨²sica y pens¨¦ en esta pieza con proyectores de 16 y 35 mil¨ªmetros en la que los obturadores se activan en funci¨®n de la frecuencia. El sonido edita as¨ª las im¨¢genes. ?Cu¨¢ndo recibe uno informaci¨®n y cu¨¢ndo no? ?Qu¨¦ paisajes se revelan con la luz y el sonido?¡±. En el di¨¢logo entre los dos artistas juega un papel importante el p¨²blico y el espacio. En la sala de columnas al centenar de espectadores no les aguardaban el jueves butacas como en un cine, sino un amplio espacio por el que circular libremente, las cuatro pantallas estaban en pie sobre el suelo, los proyectores segu¨ªan el ritmo de Taylor e iluminaban el celuloide en blanco proyectando sus rayos a trav¨¦s de cristales de colores que, suspendidos con cables, flotaban y rotaban. Cine deconstruido y minimalista, con Barba tocando un cello con pel¨ªcula cinematogr¨¢fica en lugar de un arco, y as¨ª creando un nuevo espacio ajeno a los fotogramas. Variaciones del cine con mucha m¨²sica de fondo.
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