La forja del mago Yunke
La f¨ªsica cu¨¢ntica permite a una part¨ªcula estar en dos sitios a la vez, ir de un lugar a otro sin pasar por el medio, bajar hacia arriba y subir hacia abajo. Eso es exactamente lo que hace el mago Yunke
Al amanecer sonaba lo primero el yunque del herrero. Luego estaban las campanas que llamaban a misa. A media ma?ana en el silencio del pueblo se o¨ªa el grito de alg¨²n buhonero, la flauta del afilador, tal vez el rebuzno de un asno, el relincho de alg¨²n caballo y la cantinela de la tabla de multiplicar que sal¨ªa por los ventanales de la escuela. Eran los sonidos naturales de este pueblo, Vilavella, en tiempos ya lejanos. Cuando la campana ta?¨ªa para avisar de que en misa se estaba alzando a Dios, los carros de labranza, que iban al campo, se deten¨ªan; en el lavadero p¨²blico las mujeres dejaban de fregar la ropa; los ciclistas se apeaban de la bicicleta; en la calle los viandantes quedaban paralizados y despu¨¦s de un minuto de recogimiento la gente se santiguaba y volv¨ªa a ponerse en marcha como si por arte de magia alguien le hubiera dado cuerda a un engranaje colectivo.
Lo ¨²nico que en medio de ese silencio religioso no hab¨ªa dejado de sonar era el yunque del herrero, el abuelo de este mago. En aquellos a?os en la herrer¨ªa de Jos¨¦ Mar¨ªa el Came?o, de buena ma?ana se afilaban las azadas de los jornaleros y se herraba a los caballos. Carmen, su hija peque?a, colaboraba espant¨¢ndole las moscas al animal con un trapo para evitar que soltara una coz. Ol¨ªa a u?a quemada el aire de alrededor y era maravillosa la forma con que el herrero forjaba en el yunque a martillazos la herradura, que met¨ªa y sacaba de la fragua oscura. En el pueblo viv¨ªa alquilado en la planta superior de la herrer¨ªa un practicante, el se?or Mus, un tipo barojiano, quien sol¨ªa aliviarse el hambre haciendo juegos de manos y peque?os trucos de magia a los ba?istas del balneario. Al morir, el piso fue ocupado por Carmen, la hija del herrero, reci¨¦n casada, y poco despu¨¦s all¨ª naci¨® en 1975 un ni?o pelirrojo, que fue bautizado con el nombre de Salvador.
Ten¨ªa cuatro a?os cuando un d¨ªa el ni?o pelirrojo abri¨® un armario y se encontr¨® con algunos extra?os artilugios de magia que el se?or Mus, el practicante prestidigitador, hab¨ªa olvidado antes de irse al otro mundo, unas barajas, una botella de falso cristal, algunas gomas de colores, una cartera con dos cuerpos, cajas de doble fondo. El ni?o pelirrojo comenz¨® a jugar con aquellos extra?os artilugios como si fueran la ¨²nica realidad posible, de modo que al llegar al uso de raz¨®n la magia ya era su l¨®gica. Cuando lleg¨® a la adolescencia, pose¨ªdo de una extra?a sensibilidad para ver el doble fondo que tienen todas las cosas de este mundo, comenz¨® a divertirse con la habilidad de sus manos. Trabajaba en una f¨¢brica de azulejos y solo para sorprender a sus compa?eros hac¨ªa desaparecer piezas en la cadena de montaje. El encargado le dec¨ªa: ¡°Salva, no hagas tonter¨ªas, que t¨² de estas gilipolleces no vas a vivir¡±. Su madre muri¨® muy joven. No lleg¨® a ver sus primeros ¨¦xitos ante el p¨²blico, pero confesaba a sus amigas: ¡°El meu roget far¨¤ coses molt grans en esta vida. (Mi peque?o pelirrojo har¨¢ grandes cosas en esta vida)¡±.
Puesto que existen fuerzas misteriosas que se concitan, hubo un mago de Vila-real, quien al conocer las extraordinarias facultades de este pelirrojo, antes de retirarse del oficio, le regal¨® todos los trucos y le ense?¨® a ejercer la ilusi¨®n ante el p¨²blico. El pelirrojo se divert¨ªa haciendo juegos de manos en las fiestas, en bodas y bautizos del pueblo, excitado por la felicidad y el asombro que causaba. As¨ª fue tomando altura hasta convertirse en un creador de trucos, disc¨ªpulo predilecto y sucesor de Tamarit y de David Copperfield. Con m¨¢s de 200 actuaciones al a?o en cualquier ciudad del mundo, hoy sirve de atracci¨®n en los congresos mundiales de magos y acaba de ganar el Campeonato Mundial de Magia, organizado en Corea por la Federaci¨®n Internacional de Sociedades M¨¢gicas.
En la fragua de su abuelo suced¨ªa que a medida que se aplicaba m¨¢s calor, el hierro iba pasando del color rojo al anaranjado y finalmente al blanco incandescente. Ahora se sabe que con el calor los ¨¢tomos del metal adquieren una vibraci¨®n que se convierte en una energ¨ªa lum¨ªnica. Hacia 1880 Thomas Edison aplic¨® este fen¨®meno rudimentariamente al filamento de la bombilla el¨¦ctrica y Max Planck en 1900 al analizar este invento descubri¨® que la luz no era un fluido continuo, sino que se transmit¨ªa mediante part¨ªculas, a las que llam¨® quantum. La f¨ªsica cu¨¢ntica permite a una part¨ªcula estar en dos sitios a la vez, ir de un lugar a otro sin pasar por el medio, bajar hacia arriba y subir hacia abajo. Eso es exactamente lo que hace el mago Yunke, estar y no estar, escapar a trav¨¦s de una pared, partir en dos el cuerpo humano y recomponerlo a su antojo, entre otros milagros. De aquel yunque de su abuelo, que sonaba en el silencio m¨¢gico del pueblo se ha forjado este Yunke, campe¨®n mundial de magia.
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