Chirimoyas, cerebro, palomas, Franco
En casa de Baroja una tertulia acab¨® cuando un obispo anunci¨® que se iba a comer un higo. Aqu¨ª Pascual le recomend¨® a Vicent que no se comiera a¨²n la chirimoya
Pascual Olmos ha tra¨ªdo chirimoyas de su huerto en D¨¦nia. Manuel Vicent describe la chirimoya como si recitara una columna. Va a tardar Juan Antonio Corbal¨¢n, a quien llaman el medalla porque dej¨® muy alto el pabell¨®n del b¨¢squet en Los ?ngeles 84. Jes¨²s Fern¨¢ndez de la Vega es el rey del swing en Lavapi¨¦s; su oficio fue dirigir Repsol. Antonio Ardit estudi¨® en Harvard, por eso Vicent, que preside la tertulia, lo llama Harvard.Toni Espasa ¡°durante a?os fue el economista m¨¢s influyente de Espa?a¡±. Todos son de D¨¦nia, menos Corbal¨¢n, madridista de Madrid. Cuando ¨¦ste llega, la tertulia ya destrip¨® temas, aunque el de Franco colea. Hab¨ªan empezado por las palomas.
Pascual tambi¨¦n fue alto ejecutivo de la petrolera. Ardit asesora empresas poderosas, y es hombre tranquilo en este coloquio de gritos y susurros. Corbal¨¢n, m¨¦dico, le dice a Vicent que baje el tono: es malo para la sintaxis del coraz¨®n. Toni pone paz. Catedr¨¢tico jubilado de la Carlos III, dirigi¨® 22 a?os un influyente bolet¨ªn econ¨®mico.
Lo del dictador ha gastado decibelios. Vicent ha dicho que a Franco ¡°habr¨ªa que extirparlo del cerebro de los espa?oles, la tumba m¨¢s herm¨¦tica¡±. Olmos reparte chirimoyas y Manuel resume su historia: se pas¨® al budismo, escribi¨® con ?lex Rovira La vida que mereces (Conecta), que ley¨® Obama. Lo llaman espalda plateada porque en ?frica pacific¨® a un gorila que le roz¨® los genitales a Vicent. Pascual a?ade: en su libro busca el equilibrio social y medioambiental. Su hijo Christian Marc muri¨® muy joven y es la inspiraci¨®n de la fundaci¨®n que le dedica.
Franco vuelve a la tertulia. Fern¨¢ndez de la Vega aporta lo que le oy¨® al diputado Aitor Esteban: ¡°Lo que hay que hacer con el Valle es volarlo¡±. ?l advierte en el horizonte del Valle ¡°esa enorme cruz como un cuervo¡±, y Pascual tampoco quiere la cruz en un pa¨ªs de tan variadas creencias. Toni sentencia: ¡°Sin duda la cruz no debe estar¡±.
A Ardit le molesta el asunto porque divide, ¡°y lo que desune va contra el esp¨ªritu de la Transici¨®n¡±. Corbal¨¢n es hijo de aviador republicano, condenado por Franco a muerte. El aviador ten¨ªa 17 a?os. Le conmutaron la pena. Al salir de la c¨¢rcel hizo autostop, se mont¨® en un cami¨®n cuyo ch¨®fer lo entreg¨® al cuartelillo. ¡°Le dije a mi padre que iba a ver a Franco con la medalla. Y me dijo: ¡®La medalla no es de Franco. Es de Espa?a¡±.
El m¨¦rito y los pol¨ªticos llevan la diatriba hasta el caf¨¦. Algunos han reclutado grandes cargos para sus empresas. Vicent cree que ninguno de los pol¨ªticos actuales hubiera sido elegido por ellos ni para dirigir un negociado. ¡°No exageremos¡±, dice Jes¨²s, que reclut¨® para Repsol. ¡°Fuera de Espa?a¡±, es la opini¨®n de Olmos, ¡°tambi¨¦n los hay nefastos¡±. ¡°Lo peor¡±, apunta Toni, ¡°es que los pol¨ªticos han dividido Espa?a en dos¡±. Corbal¨¢n dice ¡°Boris Johnson¡± como muestra de pol¨ªtico nefasto, y Olmos le ofrece una raz¨®n de Estado: ¡°Se lo har¨¢n pagar¡±.
En casa de Baroja una tertulia acab¨® cuando un obispo anunci¨® que se iba a comer un higo. Aqu¨ª Pascual le recomend¨® a Vicent que no se comiera a¨²n la chirimoya. ¡°Espera a que madure¡±. Pagaron a escote.
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