El amargo diario de un adolescente en Guant¨¢namo

"El sistema de Guant¨¢namo era malo, absurdo y kafkiano, independientemente de si el preso era inocente o culpable". Esta idea del sinsentido de la brutalidad que los guardianes estadounidenses ejerc¨ªan sobre los encarcelados en el Centro de Detenci¨®n de la Base Naval norteamericana en Cuba, donde llegaron a estar confinados 700 sospechosos de terrorismo, planea sobre la novela gr¨¢fica Guant¨¢namo Kid. La historia verdadera de Mohammed El-Gorani, del periodista J¨¦r?me Tubiana y el ilustrador Alexandre Franc. Tubiana cuenta, en un lenguaje directo, adaptado al formato del c¨®mic, c¨®mo un ni?o de 14 a?os que nunca hab¨ªa o¨ªdo hablar de Osama Bin Laden fue detenido en Pakist¨¢n y encarcelado durante ocho a?os, hasta que le juzgaron y le liberaron en 2009.

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J¨¦r?meTubiana (Par¨ªs, 45 a?os), un freelancer curtido en conflictos b¨¦licos, se entrevist¨® con Mohammed El-Gorani en Yamena (Rep¨²blica del Chad) en 2010. Tras convencer al joven de 23 a?os, "que aparentaba muchos m¨¢s", de la necesidad de contar su historia y publicarla en dos revistas se plante¨® escribir un libro. "Ten¨ªa cuatro libretas de notas de las cuales solo hab¨ªa usado un 10%, en un momento en que la no ficci¨®n comenz¨® a popularizarse y opt¨¦ por hacer una novela gr¨¢fica. Lo m¨¢s complicado fue encontrar editor y un ilustrador adecuado para el tema, porque si era un dibujante muy realista el resultado pod¨ªa ser obsceno, por lo escabroso de las torturas y la brutalidad; as¨ª que por respeto a Mohammed optamos por un estilo m¨¢s infantil para contar esta triste historia", ha explicado Tubiana el pasado jueves en Sevilla, donde acudi¨® a presentar su libro, publicado en espa?ol por Norma Editorial, en la Fundaci¨®n Tres Culturas del Mediterr¨¢neo.

El libro, en blanco y negro, con un cierto aire a Pers¨¦polis, la exitosa obra de la historietista franco-iran¨ª Marjane Satrap¨ª, narra con una precisi¨®n period¨ªstica la peripecia de un ni?o negro de 10 a?os, hijo de inmigrantes chadianos, que vive en Arabia Saud¨ª y es vendedor ambulante para ayudar a su familia. Cuenta c¨®mo decide ir a estudiar ingl¨¦s a Karachi (Pakist¨¢n) para prosperar y, poco despu¨¦s de los atentados del 11-S, es detenido por la polic¨ªa pakistan¨ª un viernes cuando sal¨ªa de la mezquita por tener acento de Arabia Saud¨ª.

Los dibujos poco realistas de Franc, autor curtido en muchas historias de denuncia social y tambi¨¦n en libros para ni?os, dulcifican la cruda realidad de El-Gorani que lleg¨® a la prisi¨®n de Guant¨¢namo en 2001 y, a pesar de sus 14 a?os, fue tratado y torturado como un adulto. "?l es un rebelde, una persona que a pesar del lugar y la situaci¨®n en la que se encontraba defend¨ªa su dignidad y la de sus compa?eros. Promovi¨® muchas revueltas en Guant¨¢namo para conseguir peque?as mejoras, a pesar de saber que cada logro le costaba mucho sufrimiento porque los castigos eran brutales", asegura Tubiana, quien public¨® esta obra en 2018 en franc¨¦s, que a mediados de este a?o se tradujo a cinco idiomas y saldr¨¢ en ¨¢rabe "en pocos meses", apunta.

"Mohammed, a pesar de todo lo que ha sufrido, es un tipo muy divertido, con un fino sentido del humor. Era un adolescente y, como tal, luchaba por la libertad. Nunca se dio por vencido, aunque sus victorias eran p¨ªrricas. Incluso ahora, ning¨²n pa¨ªs lo quiere admitir, es un ap¨¢trida que vive en ?frica siempre movi¨¦ndose de un pa¨ªs a otro y tratando de reunirse con la familia que ¨¦l ha formado en estos a?os, su mujer y sus tres hijos", ha comentado el periodista, autor tambi¨¦n del foto-libro Chroniques du Darfour.

"Es un h¨¦roe de nuestro tiempo, un h¨¦roe hecho a s¨ª mismo, que luch¨® hasta el ¨²ltimo momento que pas¨® en Guant¨¢namo para que se le tratara como a una persona", afirma Tubiana quien reparte las ganancias del libro con el protagonista de su historia y el dibujante en tres partes iguales.?

"El respeto debe ser mutuo", le espet¨® El-Gorani a un guarda cuando, despu¨¦s de que un juez lo declarara inocente en enero de 2009 lo enviaron al campo de Iguana, tambi¨¦n en la base pero destinado a los detenidos que esperaban pa¨ªs de acogida tras su liberaci¨®n, algo que no ocurri¨® hasta junio de 2009. Una actitud que le vali¨® el sobrenombre de Sunbul (la espiga), como lo llamaban sus "hermanos" en la prisi¨®n para referirse a su generosidad, a los palos que se llevaba en beneficio de todos. El alias le viene de una cita del Cor¨¢n que habla de un grano "del que nacen siete espigas, y de cada espiga cien granos".