Puesto en libertad el ¡®talib¨¢n americano¡¯, condenado por colaborar con Al Qaeda

El estadounidense?John Walker Lindh fue capturado en Afganist¨¢n en el oto?o de 2001, poco despu¨¦s de la invasi¨®n de Estados Unidos. El llamado talib¨¢n americano fue condenado a 20 a?os de c¨¢rcel tras ser declarado culpable de dar apoyo a los talibanes. A diferencia de ciudadanos de otros pa¨ªses que fueron capturados por las tropas estadounidenses en Afganist¨¢n y Pakist¨¢n, el entonces joven Lindh, 20 a?os, fue juzgado por un tribunal federal en EE UU y no acab¨® en el campo de detenci¨®n de Guant¨¢namo. Tras cumplir 17 a?os de su sentencia, Lindh dejar¨¢ este jueves la prisi¨®n federal de Terre Haute, en Indiana.

Lindh abandon¨® el catolicismo para convertirse al islamismo cuando ten¨ªa 16 a?os y con 17 dej¨® su hogar en California para trasladarse a Yemen para estudiar ¨¢rabe, tres a?os antes de los ataques terroristas del 11-S. Desde all¨ª, el joven lleg¨® a Pakist¨¢n en el a?o 2000 y luego a Afganist¨¢n, donde pas¨® tiempo en un campo de entrenamiento de Al Qaeda en calidad de voluntario de los talibanes.

Su puesta en libertad no est¨¢ exenta de pol¨¦mica. Seg¨²n unos documentos filtrados a los que ha tenido acceso el diario The New York Times, Lindh ¡°sigue abogando por la guerra santa global y escribiendo y traduciendo textos extremistas violentos¡±. Seg¨²n un informe del a?o 2017 de la Oficina Federal de Prisiones, el talib¨¢n americano ha realizado comentarios positivos sobre el Estado Isl¨¢mico. En una foto de ese mismo a?o, Lindh aparece con la cabeza rapada y una barba frondosa.

Con 38 a?os, el futuro de Lindh es una inc¨®gnita ya que ni su familia ni sus abogados han compartido sus planes para despu¨¦s de su salida de prisi¨®n ni d¨®nde vivir¨¢ tras su puesta en libertad. De momento, lo que es un hecho es que los movimientos de Lindh estar¨¢n limitados ya que le estar¨¢ prohibido tanto viajar al extranjero como obtener un pasaporte o cualquier otro tipo de documento que le permita abandonar Estados Unidos. Durante su estancia en prisi¨®n, Lindh logr¨® la nacionalidad irlandesa debido a que su abuelo materno naci¨® en Donegal, pero no podr¨¢ trasladarse a vivir all¨ª en ning¨²n caso. Al menos no en un futuro cercano.

El juez que ha abierto la puerta que le deja en libertad le ha impuesto tambi¨¦n otras limitaciones, como navegar por Internet o poseer una p¨¢gina web sin permiso del funcionario de prisiones que vigilar¨¢ su libertad. Si en alg¨²n momento se le permite la creaci¨®n de un espacio en la red, deber¨¢ estar sometido a continuas revisiones y tan solo podr¨¢ usar el ingl¨¦s como idioma para comunicarse.

Seg¨²n expertos citados por el Times, la liberaci¨®n de Lindh es una especie de prueba a la que se va a enfrentar el Gobierno de Estados Unidos al tener que dejar en libertad a varios cientos de personas que est¨¢n detenidas desde 2002 y para las que no hay un protocolo claro una vez abandonen la c¨¢rcel. Tras los ataques contra las Torres Gemelas que cambiaron el mundo, un total de 346 individuos fueron condenados en EE UU por cr¨ªmenes relacionados con el terrorismo yihadista, seg¨²n datos del analista David Sterman citado por The New York Times. Cerca de una cuarta parte de esos presos, 88, est¨¢n ya en la calle. La mitad de ellos deber¨¢n ser puestos en libertad hacia finales de 2025, de los cuales 19 (incluido Lindh) ya est¨¦n en el proceso de ser liberados este a?o o el siguiente.

Lindh no podr¨¢ tener ning¨²n tipo de comunicaci¨®n con ning¨²n ¡°extremista conocido¡± y est¨¢ obligado a recibir terapia psiqui¨¢trica. Seg¨²n Seamus Hughes, vicedirector del programa sobre extremismos pol¨ªticos de la Universidad George Washington de la capital de la naci¨®n, al no existir ninguna hoja de ruta para los individuos como Lindh, lo mejor que podr¨ªa hacerse es asignarle ¡°un mentor¡±, alguien que haya tenido experiencias similares y que ahora sea consciente de que tom¨® la decisi¨®n adecuada al haber abandonado esas ideas extremistas, seg¨²n recoge el Times.

La detenci¨®n de Lindh coincidi¨® con el mot¨ªn en la fortaleza de Qila-i-Jhangi, a 10 kil¨®metros al oeste de Mazar-i-Sharif, en el norte de Afganist¨¢n, que se cobr¨® la primera v¨ªctima de la guerra. En aquel fort¨ªn muri¨® Johnny Mike Spann, agente de la CIA,?despu¨¦s de interrogar a Lindh, que se encontraba all¨ª detenido. No obstante,?la fiscal¨ªa de EE UU no mostr¨® ninguna prueba de que el talib¨¢n americano participase en la revuelta que acab¨® en tragedia.? Sin embargo, la familia del agente de la CIA pidi¨® entonces la pena de muerte para Lindh por considerarle un traidor. El padre del agente de inteligencia cree hoy que su hijo jam¨¢s hubiera estado de acuerdo con que un traidor a su pa¨ªs obtuviera tan solo 20 a?os de c¨¢rcel.