Y a los 67, Souto de Moura dibuj¨® una curva
La antol¨®gica de la Casa de Arquitectura de Matosinhos muestra los 40 a?os de evoluci¨®n del Le¨®n de Oro de la Bienal de Venecia 2018
En las exposiciones de arquitectura se suele echar en falta un elemento fundamental: la voz del arquitecto. No es el caso de Eduardo Souto de Moura (Oporto, 1952), que con fina sorna explica los avatares de sus 40 a?os de profesi¨®n, representados en una selecci¨®n de 40 trabajos (algunos de ellos nunca realizados) que se exhiben hasta el 6 de septiembre de 2020 en la Casa da Arquitectura de Matosinhos, cerca de Oporto. Se trata de la mayor exposici¨®n dedicada al portugu¨¦s, premiado con el Pritzker en 2011 y con el Le¨®n de Oro de la Bienal de Venecia en 2018.
El principio y el final de estos 40 a?os lleva a un mismo sitio: un hogar. ¡°Ha sido una coincidencia, pero es revelador. Tengo la impresi¨®n de que siempre estoy dise?ando una casa, quiz¨¢s buscando la perfecta. Creo que a¨²n no lo he conseguido¡±. El arquitecto acaba de terminar una vivienda cerca de Lisboa con una novedad: una l¨ªnea curva que domina el edificio. ¡°Es la primera, s¨ª¡±. R¨ªe como si hubiera hecho una travesura. ¡°No es hacer por hacer, encontr¨¦ un motivo y su explicaci¨®n, y es que al parking solo se pod¨ªa acceder en curva¡±. El estilo de Souto de Moura, que busca siempre la limpieza y simplicidad, se rompe con esa ins¨®lita decisi¨®n. ¡°No es que me haya trastornado, pero s¨ª es cierto que tambi¨¦n ¨²ltimamente he dise?ado tejados (una bodega) y he abierto m¨¢s ventanas, con el miedo que las tengo¡±.
El a?o pasado present¨® en la Bienal de Venecia una capilla dise?ada para el Vaticano que recibi¨® numerosos elogios. Se trataba de un peque?o laberinto de piedra vieja en el que el arquitecto consigue la paz y la luz sin necesidad de vanos. ¡°Colocas una ventana y todo queda impregnado de un aspecto dom¨¦stico, por eso le tengo miedo. La ventana necesita espacio tridimensional y en la arquitectura moderna falta espesura en las paredes, son estrechas. Abro una ventana y temo que vibre el muro, no hay cuerpo¡±.
A trav¨¦s de la exposici¨®n, sus palabras van contando la vida que se esconde detr¨¢s de una maqueta. ¡°Esta bodega en el Duero es de un angole?o, nunca habl¨¦ con ¨¦l¡±, apunta. Pasa por delante del emblem¨¢tico museo de la pintora Paula Rego, La Casa de las Historias. ¡°El ¨²nico que nunca recibi¨® una cr¨ªtica. Les gusta hasta a los burros¡±. ?Y a la pintora? ¡°Creo que s¨ª. Me reun¨ª tres veces con ella en Londres, fue muy sint¨¦tica. Al final le pregunt¨¦ si les gustaba el edificio. ¡®Ha quedado muy rojito¡¯, me contest¨®¡±.
Cuarenta a?os de obras dan para lidiar con las situaciones m¨¢s insospechadas. ¡°En el caso del estadio de Braga, ni pagaron a los arquitectos¡±, recuerda mirando la foto de una de sus obras m¨¢s queridas. ¡°La ambici¨®n del arquitecto es poder intervenir en todo, en este caso, pude alterar el paisaje, una cantera abandonada¡±. Obra multipremiada, aquel estadio municipal se encuentra semiabandonado 15 a?os despu¨¦s de su construcci¨®n o, peor aun, de intervenciones parciales y caprichosas. ¡°Uno de los espacios m¨¢s interesantes, una sala de columnas griegas, ha sido transformado en un parking VIP con paredes de cemento. Es una falta de respeto y de cultura total, pero en Portugal los arquitectos no tenemos reconocidos los derechos de autor. Puedo retirar mi nombre de la obra, pero no impedir cualquier barbaridad¡±.
El paseo se mueve desde la minimalista capilla veneciana a la descomunal central hidroel¨¦ctrica de Tua, en medio de la ribera del Duero, declarada patrimonio de la humanidad por la Unesco, pero muy criticada por los movimientos ecologistas. ¡°Aqu¨ª soy pol¨ªticamente incorrecto. Cuando me encargaron el proyecto, despu¨¦s de que la Unesco hubiera rechazado uno anterior, me estudi¨¦ el tema de la producci¨®n el¨¦ctrica y conclu¨ª que no era contrario a mis principios ecol¨®gicos. La energ¨ªa e¨®lica es seis veces m¨¢s cara que la hidr¨¢ulica. Los ecologistas dec¨ªan ¡®verde, s¨ª; cemento, no¡¯; y yo contestaba: ¡®verde s¨ª; cemento, tambi¨¦n¡¯. Pero hemos llegado a un punto grave, con el planeta al l¨ªmite, y comienzo a tener m¨¢s cuidado con el cemento¡±.
Del mismo modo en que rechaz¨® la arquitectura-espect¨¢culo, tambi¨¦n rechaza la arquitectura verde. ¡°No me interesa la arquitectura con esl¨®gan. Oriol Bohigas escribi¨® Contra una arquitectura adjetivada. Pues eso. Solo hay arquitectura buena o mala. Si es buena, es ecol¨®gica. La arquitectura tiene que ser m¨¢s humana y m¨¢s racional. Hay mucho edificio ecol¨®gico feo, contra natura¡±.
Souto de Moura inici¨® su carrera en paralelo a la Revoluci¨®n de los Claveles de 1974. ¡°Se hac¨ªa una arquitectura muy politizada, de conciencia social. El hombre ten¨ªa que ser nuevo y la arquitectura, por tanto, tambi¨¦n. Mucho materialismo dial¨¦ctico y poco pragmatismo, porque construir casas no sab¨ªamos. Afortunadamente, conoc¨ª a Siza Vieira y colabor¨¦ dos a?os con ¨¦l construyendo viviendas sociales. A los 20 a?os se tiene mucho entusiasmo, despu¨¦s solo crecen las dudas¡±.
La sobriedad de la obra de Souto de Moura nunca se alter¨® con la hegemon¨ªa de la arquitectura espect¨¢culo. ¡°He de decir, sin embargo, que alguna dosis se agradece. Qu¨¦ es si no el barroco, arquitectura espect¨¢culo¡±. El profesional es hoy m¨¢s director de orquesta que creador solitario. El portugu¨¦s nunca se crey¨® un artista, sino un creador de espacios para personas. Por eso le gusta destacar el metro de Oporto: ¡°Cada d¨ªa lo utiliza medio mill¨®n de personas. Me siento orgulloso¡±.
La muestra reproduce el estudio del arquitecto, que se?ala una casa. ¡°Es la m¨ªa, probablemente nunca la acabar¨¦¡±. En las paredes, p¨®steres y fotos que ¨¦l llama ¡°mis santi?os¡±: Mies Van der Rohe (¡°el mejor¡±), Aldo Rossi, Donald Jupp, Miles Davis (¡°por supuesto¡±) y una mujer: ¡°La m¨ªa, que tambi¨¦n me gusta¡±. El recorrido por estos 40 a?os representa una parte m¨ªnima del legado que hay depositado en la instituci¨®n: 604 maquetas, 8.500 dibujos y toda la documentaci¨®n textual y fotogr¨¢fica de sus proyectos. El 70% nunca se lleg¨® a realizar, algo habitual en los estudios de arquitectura. ¡°El escritor es libre al escribir, pero el arquitecto, no¡±, sentencia. ?Manda el cliente? ¡°No, manda el dinero¡±, contesta tajante. ¡°La arquitectura m¨¢s bonita es la de la pobreza, la m¨¢s humana, la m¨¢s racional. El Alentejo y Andaluc¨ªa tienen buena arquitectura porque no ha llegado el dinero, que lo estropea todo¡±.
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